Capítulo 5: Paseo por mi nueva casa.

5.3K 436 29
                                    

¡Que calor!

Abro mis ojos y forcejeo contra los brazos que me tienen prisionero, me sonrojo al ver el pecho desnudo de Damien y recuerdo lo que paso en la noche y ¡que vergüenza! actué como un niño pequeño, aunque al lado de Damien realmente soy un niño pequeño.

No tengo la fuerza suficiente para quitar a Damien de encima de mi, por lo que voy a esperar a que despierte porque se ve muy tranquilo mientras duerme...

¡Ha pasado media hora y ya estoy desesperado! Idealizo un plan, que consiste en:

1.- Acercarme más a Damien.

2.- Poner mis manos a sus costados.

3.- Mover los dedos.

4.- Utilizar el momento en el que se mueva o despierte para reírse para salir corriendo como si mi vida dependiera de ello.

Mi plan es perfecto, hago el paso uno ¡Listo! Voy hacia el paso dos, cuando mi plan tiene un hueco, no contaba con el hecho de que Damien abriera los ojos justo cuando tenía mis manos cerca. ¡Joder!

-Buenos días, Nathan.

-Buenos días... -¡mi plan era perfecto!

-¿Que ibas a hacer? -me mira fijamente y me aprieta más con sus brazos.

-Nada... -volteo mi rostro para otro lado para no verlo.

-Mentiroso.... de una vez te digo que no me gustan las cosquillas.

-Dime si conoces a alguien que le gusten, de verdad debe de ser una especie en extinción -suelto una risita burlona y... espero no molestarlo, con los alfas nunca se sabe como son.

-No conozco a nadie, pero si lo hago, le pediré un autógrafo -me suelta y me levanto de la cama rápidamente antes de que se arrepienta -¿tanto querías separarte de mí?

-En realidad... no es eso -huele muy bien, pero jamás le diría eso, al menos no por ahora.

-¿Entonces que es? -se sienta sobre la cama y gatea hasta mi como un gato.

-T-tenía... c-c-calor... -Oh dios, Damien es tan...

-Ya veo... -regresa a su lugar pero ahora de una forma... menos provocativa.

-¿Puedo regresar a mi habitación?

-Claro... no tienes que preguntarme por cada cosa que vayas a hacer, con que me digas que lo vas a hacer me parece suficiente.

-Gracias.

-De nada... puedes irte, te espero abajo para desayunar.

-Bien -digo antes de salir y ver como Damien se levanta para ir a lo que creo es su armario.


Al llegar a mi habitación siento mi corazón latir muy rápido, espero que no se deba al haber visto a Damien sin camiseta y gateando hasta mi como un depredador a su presa. De seguro me asuste.... claro, los alfas algunas veces infligen miedo.

Me quito las tontas ideas que mi mente tiene sobre el hecho de que el cuerpo, los ojos, el olor, la sensualidad... ¡ah maldición!

Voy hacia el closet y saco ropa, como hace calor, escojo unos shorts color caqui, una camiseta de cuello redondo color morado y mis converses negros. Me doy una ducha rápida, no quiero demorarme tanto y pensar más en Damien, de verdad que no quiero.

Termino de alistarme y me quedo en el espejo un buen tiempo tratando de que mi cabello rebelde se acomode a como yo quiero. Una vez que lo logro, salgo de mi habitación y recorro el pasillo, largo, con muchas puertas que podría parecer un laberinto.

Jamás te olvide.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora