-¡Owens! Owens... ¡Owens, regrese al salón de clase, por favor! –el grito de Evan me saca de las nubes y me hace mirarlo preocupado.
-Lo siento mucho, profesor.
-Ponga atención, por favor.
-Si... lo siento mucho, de verdad.
Me mira fijamente antes de darse la vuelta y seguir con la clase. Pensé que moriría de la vergüenza si seguía viéndome.
Suspiro y miro al pizarrón, me concentro en su voz y en su espalda. De verdad que la persona que te guste sea tu profesor no es nada fácil.
Suspiro de nuevo derrotado, lo único que quiero es regresar a casa y esperar a que sea fin de semana. Para poder aclarar mis sentimientos con Evan.
Estoy harto de ocultarlo "según yo" estoy completamente seguro que soy muy obvio y que Evan también lo es. Es claro al estar tanto tiempo juntos y el ser alfa y omega no soluciona mucho las cosas.
Un papelito me es lanzado a la cabeza y giro mi cabeza hacía la izquierda donde me encuentro con los ojos de Charlotte, con una mirada de que desea que abra el papelito lo más pronto posible. En realidad su mirada no me dice todo eso, pero es lo más obvio.
Abro el papel y solo me encuentro con una estúpida broma.
Ya deja de fantasear con el cuerpo desnudo de Evan 7u7.
No le respondo, no quiero lanzar el papelito y de qué casualidad se caiga y alguien más lo lea, solo le paro el dedo y sigo copiando lo que Evan escribe en el pizarrón.
Las clases terminan más rápido de lo que pensaba, meto mis cosas a la mochila y cuando volteo soy el último en salir. Evan sigue en su escritorio revisando unas hojas.
Voy hacia la salida en busca de mi amiga de cabello negro, cuando unos brazos me rodean desde atrás y me quedo congelado.
-Axel... -¡no digas mi nombre con esa voz!
-¿Si? –me quedo viendo a la puerta, esa amada puerta que me iba a dar mi libertad hace unos segundos y ahora seré devorado por el monstruo de cuatro ojos...
Debo dejar de decir tonterías cuando estoy nervioso.
-Necesito que dejes de pensar en el fin de semana, sé que es complicado y al igual que tú, me siento muy nervioso y ansioso a la vez. Pero también soy tu profesor y si no te concentras en clase... me preocupo.
-No sabía que estabas preocupado por mi... lo lamento –le acaricio las manos que están en mi vientre, estrechándome con tanta calidez.
Me muero por besarlo, de verdad quiero besarlo.
-No puedes –susurra Evan poniendo su cabeza entre mi hombro y mi cuello. Me huele y me hace cosquillas en el cuello.
-¿No puedo qué?
-No puedes besarme... no aquí, no ahora, no tú. Quiero hacerlo yo primero, quiero que todas tus primeras veces sean conmigo.
Sus palabras me hacen abrir los ojos sorprendido, jamás me había dicho nada sobre sus sentimientos. Nunca había demostrado cariño en la escuela y nunca me había hablado de esa manera tan tierna.
Me doy la vuelta y lo abrazo fuertemente ¿Cómo supo que yo deseaba besarlo? ¿Acaso puede leer mi mente? Y si puedes hacerlo... Evan, te amo.
-Quedémonos así un poco más –susurra en mi oído y yo solo asiento escondiendo mi cabeza en su pecho. Él me tiene fuertemente rodeado con sus brazos.
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Jamás te olvide.
Roman d'amourDamien es un alfa francés que a los nueve años no logra entender porque tiene que ser perfecto ante la sociedad y su familia. Hasta que un día tras ir a una fiesta social de Alfas y Omegas de las familias más conocidas de Francia, conoce a un pequeñ...