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Franco: Te ves tan hermosa cuando sonríes.
Regina:
Gracias...
Franco:
Es a verdad no hay nada que agradecer- se acerca a ella y le acaricia la mejilla- Pero esto no luce muy bien en tu cara. -Regina se separa de él y le da la espalda. - Perdón por ser tan chismoso pero ¿Te sucedió algo?
Regina:
Nada, Bueno si, Esto fue trotando esta mañana, no me di cuenta y una rama me golpeó.
Franco: Si las ramas de aquí son muy fuertes. ¿Quieres ir a comer un helado?
Regina:
Pero no lo conozco.
Franco: Pues una idea para charlar y conocernos, ¿te parece?
Regina:
Pero mi espos... Sabe, si vamos, quiero despejar un poco mi mente.Patricio se fue para una de las casas de citas que le gustaba frecuentar, ahí buscó a una de las mujeres, se embriagó y se acostó con ella, era la mujer que buscaba mas seguido
Patricio: Te parezco poco hombre?
Virginia: Para nada, eres todo un semental.
Patricio: Pero no sé por qué a Regina no le puedo hacer el amor.
Virginia: Tu novia? Perdón, Tu esposa?
Patricio: Si, mi esposa.
Virginia: Antes de casarte me dijiste que la veías como tu hermana. No será por eso?
Patricio: No lo sé, es toda una mujerononon pero es que no sé.
Virginia: Patri o no será que me saliste siendo del otro equipo?
Patricio: No digas estupideces, sabes muy bien que las mujeres me encantan, vete de aquí, lárgate del cuarto.Regina: Jajajaja en serio? - se sentaron en un parque a comer helado.
Franco:
Si, si, Tengo muchas anécdotas de la Universidad.
Regina:
Eres muy divertido, Contigo el tiempo pasa súper rápido
Franco:
Y tú eres encantadora. No sé por qué tu mirada es tan triste.- Regina baja el rostro.- Bueno mejor dime, a ti que te gusta?
Regina:
Soy Graduada como Economista, pero mi pasión son los caballos y la música.
Franco:
Y los prácticas?
Regina:
La música no, desde que salí de la Universidad no practico, pero si practico equitación.
Franco:
Wow eres toda una cajita de sorpresas.- Poco a poco comenzó a llover.
Regina: Aaaay Nooo.
Franco: Qué sucede?
Regina: No sientes la lluvia?
Franco:
Te disgusta la lluvia?
Regina: No, pero...
Franco:
Has escuchado la frase que dice que debes bailar bajo la tormenta?
Regina:
Bailar bajo la tormenta?
Franco:
Si, así, ven.- Franco le dio la mano y comenzó a bailar con ella, Ella sonreía a carcajadas, Franco se acerca a ella y la besa, ella intenta rechazar el beso pero no puede, sus labios anhelaban ese beso.
Regina: Franco, no, Franco
Franco: Perdón, Es que... Vamos, te puedes refriar. - Regina observaba a Franco cuando caminaban hacia el edificio en medio de la lluvia.Pedro: Buenas Franco, Buenas Señora Regina.
Franco: Hola Pedro.
Regina:
Buenas Pedro, Una pregunta, ¿Ya llegó mi esposo?
Pedro: No señora.
Franco:
¿Regina subes conmigo al ascensor?
Regina: Si, espera, ya voy. - En el ascensor todo era silencio. Regina pasó un trago de saliva. - Franco, yo...
Franco:
No digas nada, el beso fue mi culpa, perdóname. - La puerta del ascensor se abrió y ambos salieron.
Regina: Si quieres puedes venir para que tomes una aromática, para que no te resfríes.
Franco:
Segura?...- Regina asintió con sus ojos y una sonrisa.
Regina: Ven pasa por acá.
Franco:
Que lindo apartamento tienes.
Regina:
Gracias. Mira aquí tienes una toalla para que te seques mientras preparo la aromática.
Franco:
Gracias.
Regina: Ven te ayudo con la camisa, debes estar empapado.- Regina le desabotona la camisa, le mira los abdominales, Franco le levanta el rostro y la besa, ella intenta alejarse, pero él continúa besándola, los besos se tornaron apasionados, él comienza a desprenderla de su blusa, la pasión se estaba apoderando de ellos, ella queda en brasier, él le besa el cuello sin control, ella lo abraza sin medida.
Franco: Estás segura de lo que está sucediendo? - Ella se aleja y lo observa a los ojos, él le acaricia el labio.
Regina: No lo sé, solo sé que me encanta estar entre tus brazos.

Franco continua besándola, la carga en sus caderas y la recuesta en una pared. Luego de bajarla ella le da la mano y lo guía hasta la habitación, ahí aél se desprende de su pantalón se arrodilla frente a Regina y baja delicadamente el de ella, le besa las piernas, caen en la cama, Franco comienza a besarle el pecho a Regina quitándole el brasier lentamente, ella cierra sus ojos, él continua bajando por el vientre, se detiene en el ombligo y regresa hasta sus labios, la mira a los ojos, ella le sonríe un poco nerviosa...Sus manos acarician las torneadas piernas de Regina, le baja la tanga rosa que lleva puesta. Ahora sus rostros están frente a frente.

Regina: Franco, ámame. - La lluvia caía fuertemente, los relámpagos se mostraban con furor.
Franco entra con suavidad en ella, Regina siente aquel dolor y se agarra fuertemente de las sábanas, él le besa el cuello, una lágrima recorre el rostro de Regina, él continua amándola, con un delicado movimiento Franco convierte ese momento en un derroche de placer, Regina no suelta las sábanas, es aquí donde con pasión y dolor mezclado, exclama: "¡¡¡Aaauussh!!! ¡¡Aaaah!!", Y otra lágrima recorre de nuevo su mejilla, Franco se acerca a su rostro y con sus labios le limpia la lágrima.
Franco: Qué sucede? Te hice daño?.
Regina: Me hiciste Mujer.
Franco:
Qué? - Franco le besa la frente y sus labios. - Eras...
Regina: Virgen!? Si.- Ella se voltea dándole la espalda, él se recuesta boca arriba y pone una de sus manos en la frente.
Franco:
No entiendo, y tú esposo? - Regina comienza a llorar, él la abraza por detrás y le da un beso en su hombro. - No llores, por favor.
Regina: Vete, Vete...
Franco:
Qué? No, No, No.
Regina: Por favor Franco, vete de mi casa, sal de mi cuarto.
Franco:
No - Miró las sábanas - Dios!!!
Regina: Qué?... Quéee?
Franco:
Regina, te hice mujer en mis brazos, eso quiere decir que... Ven levántate lavemos las sabanas..
Regina: Por Qué!!!??
Franco:
Tranquila, todo va estar bien.
Regina: No, no va estar bien. Vete, vete yo me encargo de todo.
Franco:
No, ya te dije que No. - Franco se levanta y se arrodilla frente a ella, Regina estaba sentada en el orillo de la cama. - Ahora eres mi mujer, esto es cosa de los dos, juntos vamos a enfrentar lo que se nos venga.
Regina: Pero me acabas de conocer.
Franco:
Sé que te llamas Regina Olivero, eres economista de 23 años de edad, te gusta la equitación y los caballos, desafortunadamente estás casada con un patán.
Regina: ¿Por qué dices eso?
Franco: ¿
Lo de patán?, Por favor Regina, ¿en serio creíste que me había comido el cuento de la rama esa que te golpeó? - La lluvia no dejaba de caer, Regina no dejaba de llorar, Franco la abraza, le pone su camisa y recoge las sábanas. - Dónde las puedo lavar?
Regina: Por aquí... Franco, Gracias. - él la mira, la abraza, no la quiere dejar sola.
Franco:
Me voy porque no demora en llegar tu esposo, Perdóname. Franco se coloca sus pantalones y con sus zapatos en la mano y sin camisa se va para su apartamento.


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