LXXIX

446 37 1
                                    


Aquella voz masculina que ella reconocía, aquella voz que un tiempo quiso seducirla y que hoy de nuevo aparece.Regina: ¿Javier?

Javier: El mismo. – Se acerca a ella a paso lento. - ¿me extrañaste? – Regina daba pasos atrás.

Regina: ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está Franco?

Javier: Le eres muy obediente, ¿no? Apuesto que no trajiste tu celular. – La respiración de Regina comenzaba a acelerarse. - ¿Cómo va tu embrazo? – Trató de tocarle el vientre pero ella le golpeó la mano.

Regina: ¡No te me acerques!

Javier: ¿Qué me vas hacer? Ay Regina, tan bella pero mira hasta donde he tenido que llegar para 

tenerte cerca.Regina: ¿Qué le hiciste a Franco?

Javier: ¿Quién crees que soy? A tu amorcito no le he hecho nada. Debe estar esperándote como un estúpido a que tú llegues a su cita.

Regina: Ya me viste, ya llévame a mi casa.

Javier: Sube a la camioneta.

Regina: Llama a un taxi.

Javier: Jajajaja ¿un taxi? ¿Realmente crees que un taxi vendrá hasta aquí? Sabes muy bien que la ciudad de México por estos lados no es muy segura.

Regina: ¿Qué pretendes?

Javier: Te invito a una copa.

Regina: No puedo beber.

Javier: Sube a la camioneta.

Regina: ¡No quiero! – Su tono era desafiante.

Javier: ¡Que te subas te dije! – La toma de su brazo y la lleva casi a arrastras.

Franco llega a la Hacienda.

Victoria: ¿No estabas con Regina?

Franco: Regina no llegó.

Victoria: Pero tu enviaste por ella.

Franco: ¿Yo?

Esteban: Creo que les enviaron citas diferentes.

Victoria: ¿Cómo es eso? A Regina le llegó una nota citándola esta noche.

Franco: A mí me llegó un mensaje a nombre de ella. ¿Dónde está la nota? – Victoria va por ella y regresa. – Dice que no nos comunicáramos durante el día, es obvio que no querían que nosotros supiéramos algo. Además dice que no lleve celular. ¡Maldita Sea! – Victoria se sentó con lágrimas en los ojos.

Victoria: ¿Dónde puede estar Regina?

Esteban: Tranquila Mamá.

Eugenio: ¿Qué sucede?

Victoria: Regina desapareció.

Regina: ¿a Dónde me llevas?

Javier: A mi casa.

Regina: Te dije que a mi casa.

Javier: No seas estúpida, no creas que te vaya a dejar ir así como así.

Regina: Detén el auto.

Javier: Si no, ¿qué?

Regina: ¡Me lanzo!

Cerca De Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora