"Ni el verano más intenso secaría lo que siento, ni privarme el silencio de gritar que Te Quiero" ~ Lucero~
El día del viaje llegó, Regina estaba tan alegre que parecía una niña. Camino al aeropuerto, luego de ir a un último control médico y de recoger a Clara y su novio, Franco observa a Regina.Franco: ¿Estás nerviosa?
Regina: Si, bueno No, estoy ansiosa, ya quiero cargar Marco, quiero que estemos los cuatro juntos, sin miedos.
Iván: ¿De qué hablan? – Le murmura su novio a Clara en el oído.
Clara: Después te cuento.
Franco: Así será mi amor, ya lo verás. Estaremos juntos.
Regina: ¿Ya pensaste en nombre para el bebé?
Franco: Cuando sepa que es niña te lo diré.
Ingresaron al avión, Regina durmió casi todo el vuelo. Franco meditaba en la llamada de Esteban. Pronto aquel secreto saldría a la luz.
Llegaron a casa, Franco ingresó primero con las maletas en mano. Clara iba al pendiente de Regina, mientras Iván ayudaba a bajar las maletas que faltaban. Victoria los recibió, abrazó a su hija con alegría. – Mamiiiiii- se escuchó una vocecita al fondo. Marco corrió, con pasos torpes, hasta los brazos de su madre, ella se puso a la altura de su hijo. Al ver a su papá también él quiso abrazarlo. La escena propia de una película.Regina: Dale mucho besos a mami, mi Campeón. – Trató de levantarlo.
Franco: No hagas esfuerzos mi vida, recuérdalo. Ven acá Muchachón. – Él lo levantó y ayudó a Regina ponerse de pie.
Marco: ¿y el bebé? – Preguntó con sus palabras poco entendibles. Franco y Regina se observaron, extrañados por la pregunta del pequeño.
Eugenio: Es que Victoria y yo, le hemos ido hablando al niño de su hermanito.
Franco: El bebé aún no ha llegado.
Regina: Falta tiempo para eso.
Marco: ¿Y mi balón? – Preguntó con la inocencia que lo caracteriza.
Franco: El balón te lo entregaré cuando atrapes a tu papá. – Franco deja al niño en el piso y sale a correr por la sala de la casa, su hijo se divertía carcajadas tratando de alcanzarlo. Regina presentó a Clara y a su novio, quienes se hospedarían por unos días con ellos mientras conseguían un lugar adecuado.
Franco estaba en el jardín, alejado de los demás, decidió llamar a Esteban para dialogar sobre un tema pendiente entre ellos.Franco: Ya estamos aquí en la hacienda.
Esteban: ¿Cuándo se lo dirás a Regina?
Franco: Creo que mañana, ¿todo está listo?
Esteban: Si, pero deberías informárselo a mis padres, ellos creen que Marco se quedará toda la vida con ellos.
Franco: No se los voy arrebatar, es normal lo que estoy haciendo, ¿no te parece?
Esteban: Tienes razón. Ahora confírmame la hora, Paula nos ayudará.
Franco: Mañana a las Ocho en punto.
Esteban: Ok. Más tarde paso por la hacienda a saludarlos.
Regina se acercó dónde estaba Franco con el niño, él estaba de pie observando a su hijo jugar con una pequeña pelota de colores. Regina se acerca y lo abraza por la espalda, le da un beso sobre la camisa. Él la observa por encima de su hombro.