"Una Herida Puede Converitse en una Muestra de Amor y heroismo..."
El sol dabas sus reflejos por la ventana, sentía unas tiernas caricias en su rostro, sus ojos se abrieron un poco para observar a Marco, él le sonrió y ella le respondió la sonrisa...Regina: Príncipe, que hermosa manera de despertar a mami.
Marco: Mami, ¿papi?
Regina: Ya te dije, hoy lo verás.
Marco: Papi, ahí- señalando la puerta del baño.
Regina: No mi amor. – levantando su dorso- Papi vendrá más tarde. – y le acarició el rostro al niño dándole un beso en su cabeza.
Franco: Porque no le crees?
Regina: Mi Amor!!! – Sonrío al verlo recostado en la entrada del baño. Franco se acercó hasta la cama, ella descendió sus pies descansándolos en el suelo, levantó su rostro y él le besó la nariz.
Franco: ¿Cómo amaneció mi mujer bonita?
Regina: Bien.- Con una sonrisa fresca, más relajada. Se levanta y lo toma por el cuello y le da un apasionado beso. Franco la abrazó por las caderas respondiendo el beso.
Marco: Papi!!!- Lanzándose sobre los dos.
Franco: Jajajaja, Creo que alguien está celoso!!!- Cargó a su hijo
Regina: Ten cuidado con tu herida...
Franco: Ya está mejor...Siii, Campeón aquí está papi.- le acarició su cabello a Marco.
Regina: Hablando de todo, ¿qué haces aquí?
Franco: Eso es un reproche?
Paula: Permiso, pensé que aún dormías Regina...
Regina: Estos dos hombres me despertaron...
Paula: Bueno me llevo al más pequeño, te dejó con Franco.
Regina: Gracias!! – Franco se quedó observándola. Se acerca a él y le da un beso que no es respondido, los labios de Franco se quedaron inmóviles. – ¿Te pasa algo?
Franco: ¿Por qué fuiste a ese velorio?
Regina: Estás celoso?
Franco: Claro que no, pero ¿por qué no me dijiste?
Regina: Me hubieras dicho que no fuera.
Franco: Exacto, ¿entonces?
Regina: Tenía que ir...
Franco: ¿Por eso lloraste?
Regina: ¿Qué? ¿Cómo supis... Claro que No.
Franco: Lloraste, no sé el motivo, dime qué sucede.
Regina: Vas a decirme que mis ojos nunca te mienten.
Franco: Lo están haciendo? – Regina bajó el rostro, Franco la toma por su mentón y la levanta. - ¿Qué sucedió ayer? – Regina lo abrazó, un abrazo con fuerza, él la rodea con uno de sus brazos.
Regina: Me sentí horrible!!!
Franco: ¿Por?
Regina: Josefina me trato de... asesina. – Él la movió un poco para verla a los ojos.