Regina: Te lo aseguro, me siento bien.
Franco: Entonces vamos, debe necesitarte para algo.
Ambos bajaron, el joven médico tenía una taza de té en las manos, sonrió al verlos bajar juntos.
Médico: Buenas tardes.
Regina: Buenas Tardes Doctor, ¿Todo está bien? – Preguntó intrigada.
Médico: Regina veo que no recuerda que hoy es su cita de control.
Regina: ¡¡Es cierto!!
Franco: Pensé que había pasado algo malo.
Medico: Deben estar tranquilos. Veo que está muy bien Regina, se ve de muy buen semblante.
Regina: y me siento mucho mejor.
Médico: Recuéstese aquí. – La revisaba cuidadosamente – ¿Ha sentido dolor?
Regina: Los primeros días. Ahora no.
Médico: ¿Sangrado? ¿Fiebre? ¿Algún otro dolor?
Regina: No señor, he seguido todas sus indicaciones al pie de la letra. Todos. – En ese momento suena el celular de Franco, él sale a contestar la llamada, era Esteban.
Médico: Muy Bien. Veo que está mucho mejor. Aunque no debemos descuidarnos.
Regina: ¿Eso quiere decir que... que puedo tener relaciones?
Médico: Claro que sí, su mejoría ha sido muy buena.
Regina: Diecisiete días encerrada y que me cuiden como una niña es difícil, sin poder mover un pelo.
Médico: La entiendo. Y de lo otro, si usted siente algún dolor cuando tenga relaciones parecidos a los que tuvo es mejor detenerse.
Regina: Si Doctor. Gracias.
Franco entró a los pocos minutos.
Franco: ¿Todo bien? – Regina sonrió
Regina: Perfecto. El médico dijo que debemos tener algunos cuidados pero lo normal.
Médico: Si respecto a la alimentación y nada de hacer esfuerzos.
El médico salió, Franco lo acompaña hasta la puerta.Franco: Quería hacerle una pregunta, Ehhhm respecto a los cuidados que debo tener con Regina y mi hijo.
Médico: Dígame.
Franco: ¿Ella puede seguir su vida normal?
Médico: Claro, siguiendo las recomendaciones que le di.
Franco: Voy a ser más claro. ¿Ya puede tener relaciones?
Médico: Si Señor.
Franco: Perdón por la pregunta.
Médico: Se lo dije a Regina y se lo repito a usted, si ve que ella esta incomoda o siente algún dolor por favor no continúen.
Franco: Así será y muchas gracias.Regina estaba en la sala, acostada en el sofá, con los ojos a medio cerrar. Franco se acerca y le da un beso en la frente.
Franco: ¿Cómo te sientes?
Regina: Mi Amor...- Abrió sus ojos. Él se arrodilló a un costado del mueble. – Si, perfecto. – Franco le besó el vientre.