Aquí y Ahora (+18)

38 - Rapto

—Faltan huevos y leche.

Giramos hacia el pasillo de lacteos miemtras empujabamos el carrito.

-  Tengo mucho de eso para ti, muñeca. -  èl murmuró, yo giré la cabeza a todos lados para fijarme si alguien estaba alrededor y lo había escuchado, por suerte no fue así. 

-  Hablaremos de eso en la casa.

Habiamos salido a hacer la compra semanal,  yo habia declinado la oferta de Bruno de quedarme en casa mientras él la hacía, alegando que estaba embarazada mas no invalida.

Tomamos dos cartones de leche semidescremada y luego fuimos por los huevos.  

Joder ya me estaba haciendo pis otra vez.

-  Cariño -  lo llamé, él giró para verme -  Quiero hacer pis.

Negó con la cabeza divertido. 

-  Ya hemos terminado,  ¿No quieres esperar a llegar a casa?

Negué   -  No me puedo aguantar.

Asintió -  Estarè  en la caja   no te tardes muñeca.

Giré sobre mis pies y me encaminé hacia donde el primer seguridad que vi para preguntarle por el baño.  Cuando ya me hubo instruido, tome un papel higienico de la estanteria y caminé hacia él, en el camino mi movil vibró anunciando un texto.

<<.            Vas a seguir caminando por donde vas directamente Al estacionamiento, haces un movimiento el falso y uno de mis hombres le revienta la cabeza a tu noviesito.

D.D.    >>

Mis manos empezaron a temblar, mi mente divagando, buscando el significado de aquellas iniciales  Y cayendo en solo un nombre y apellido que encajaban.

Dallas Donovan.

Miré a todos lados tratando de localizarlo pero no veía a nadie.  ¿Para que me quería?  Estaba aterrada por el hecho de que me
Hubiera amenzado, yo no habia sabido de él en mucho tiempo.

Con las piernas temblorosas caminé hacia el estacionamiento.  Aterrada, sabiendo que me vigilaban no teclee nada en el movil así que dejé presionado el botón de inicio hasta que escuché el sonido de la salvacion.

-  Diga un comando. -  dijo la grabadora del movil.

-  Reenviar a Bruno. -   Dije entre dientes, teniendo que repetirlo mas de una vez -  Borrar mensaje.

Una mano me agarrò del cuello apretando fuertemente, traté de girarme pero no podía, la persona solo me conducia hacia algun lugar que supe que era un auto despues de estar dentro.

Grité  pero me taparon la boca y tuve que morderla, cuando el individuo gritó  y maldijo en voz baja, supe que Dallas era quien me estaba obligando a entrar al auto.

-  ¡Dallas!    -  reprendí  -  ¡¿Es que te has vuelto loco?!

Me permití girarme y observarlo, estaba mas flaco y una gran barba  adornaba su rostro, se veía desaliñado, feo y...loco.

-   D-Dallas... ¿Qué  te pasó?

No me dijo nada, tan solo cerró la puerta y se subió al asiento del copiloto poniéndole seguro a todas las puertas.  Odiaba ese puto poder que tenía el conductor.

Mis latidos aumentaron su velocidad a medida que él avanzaba por la carretera ¿A dónde me llevaba?  Esperaba en Dios que Bruno haya visto mi mensaje y no sólo eso, sino que lo entendiera.

Dallas estaba conduciendo a mas de 180 kmh,  esquivando autos  y rebasando,  empecé a respirar  con dificultad y mis ganas de hacer pis aumentaron.

-  Dallas...-  lo llamé pero él no respondió  -  ¡Dallas!

-¡¿Qué?!  -  gritó, frenando de golpe haciéndome impactar contra el asiento del conductor.

-  Tengo que hacer pis.

Su semblante  desequilibrado se convirtió en uno de enojo mientras me miraba por el espejo retrovisor,  puso el auto en marcha sin decir palabra y unos minutos después, se detuvo  en un terreno vacío a excepción de árboles y grama.

-  ¿Qué hacemos aquí?  -  pregunté, mirando alrdedor con nerviosismo.

-  ¿Vas a mear o no?  -  soltó bruscamente haciéndome retroceder un poco ¿Por qué estaba actuando tan agresivamente?

Se bajó del auto y me abrió la puerta,  me tomó del brazo, clavando sus dedos alrededor  de él lastimándome, me quejé un poco pero él hizo caso omiso.

-   Ve detrás de ese árbol  -  ordenó,  levantó su camisa andrajosa dejando a la vista un arma color plateado que relucía con el sol, tomé eso como una advertencia. 

Mientras hacia pis detrás del árbol  revisé mi alrededor buscando la manera de escapar, algo dentro de mí me decía que Dallas no tenía buenas intenciones.

Un pequeño camino bordeado de árboles era mi única salida, si corría por alli lo suficientemente rápido talvez él podría perderme la pista, pero sino... Ni siquiera quería pensar que pasaría.

Acomodé mis bragas, preparandome mental y fisicamente, miré a mi alrededor buscando a Dallas pero no lo vi, tampoco había tiempo para preguntar.

Me eché a correr con toda la velocidad que una mujer con una panza de 5 kilos podía tener, pero no llegué muy lejos porque  en menos de cinco segundos ya había sentido un objeto contundente golpear mi cabeza, volviendo todo negro a mi alrededor.