22 - Gracias, Socio.

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No podía respirar.

Tenía la nariz tapada, dolor de cabeza y ojos llorosos, el frió era sobrenatural a pesar del invierno y le dolían hasta las uñas.

¿En serio iba a recibir el año nuevo con un jodido resfriado?

¡Pero todo era culpa de Bruno!

La había mantenido despierta toda la noche en el jacuzzi y estaba lleno de espuma del shampoo de olor fuerte a especias lo que la congestionó.

Papá Noel, este no era el regalo que ella pidió para navidad.

— Aquí tengo tu té, bebetelo todo y luego te tomas el antibiótico que te prescribió el doctor ¿Bueno?

Ella rodó los ojos — Te padeces a mi mamá— sí, "padeces" así sonaban sus palabras ahora.

— 1410No me "padesco" a tu mamá pero quiero que te mejores y ya Novalee, tienes que volver al trabajo.

Ella agradeció al cielo que tenía a Skylar y Kendall para estar al frente mientras ella no estaba ya que Faith solo se dedicaba a limarse las uñas cruzada de piernas en su oficina. Pensándolo bien ¿Por qué la tenía aún trabajando alli?

Dio un sorbo a su té y luego lo escupió al sentir el sabor tan amargo — ¿Qué mierda es esto?

— Té de chinola, hojas de mango, limón y cebolla.

— ¡Qué asco! - exclamó la rubia - Si piensas que me voy a tomar eso la llevas clara.

Mallory gruñó - Eres la enferma mas fanfarrona que he conocido en mi vida. O te tomas el puto té o te vas a quedar enferma por toda tu vida ¡Porque no volveré a cuidarte jamás!

Ella se sorprendió y asintió repetidas veces tomando la taza de té y apretando su nariz al tomarlo todo de un trago, mientras tragaba no sintió el sabor, pero cuando soltó su nariz y lo sintió lanzó un gruñido, tomó los antibióticos y antigripales y se los tragó de un tiro.

— ¿Què te regalo Bruno en navidad?— preguntó Mallory, ella abrió la boca pero la cerró cuando Mallory lo hizo primero - A parte de su polla.

Novalee se lo pensó mejor — Lencería.

Su amiga abrió los ojos y brincó en la cama — ¡¿Y donde está?! ¡Quiero ver!

Se puso de pie y caminó a las gavetas de donde sacó los cuatro conjuntos de lencería de encaje y sumamente atrevida que él le había dado.

— Están super sensuales eh— observó Mallory —. Pero no me imagino a Bruno en una tienda de lencería escogiendo estas piezas.

Ella rió — Yo tampoco. ¿Pedo sabes qué es do peor?

— ¿Qué?

— Quiere que vayamos juntos a la misma tienda para que modele unos cuantos conjuntos para él y me lleve el que quiera.

La castaña lanzó un gritito — ¡Necesito un Bruno en mi vida!

Algo en la mente de Novalee hizo click — Talvez no tengas a un Bruno pero sí tienes a Dante.

Las mejillas de Mallory se tiñeron de rosa violentamente — No vayas por ese camino Novalee, no te conviene.

Ella arqueó una ceja — ¿Vas a negar que ustedes se traen algo?

— ¡Claro que sí! ¡Dante es inmaduro, patán, irresponsable y lo odio!

— Ya sabes lo que dicen amiga, del odio al amor hay solo un centímetro.

Aquí  y Ahora (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora