23 - ¿Qué quieres comer? A tí.

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7 de Febrero 2014

Un mes pasó y Bruno se mantuvo todo el tiempo al pendiente de Novalee, incluso, cuando nuevamente empezó a sentirse mal.

- Podemos posponer la reunión para mañana si deseas, te ves muy pálida - él le dijo mientras acariciaba su espalda y agarraba su pelo para que ella soltara todo en la taza del baño.

- No... Estoy bien. Desde hoy oficialmente odio el café.

Él rió - Unos días atrás eso sonaría incoherente, eras una adicta.

Ella se puso de pie con rodillas temblorosas y se tuvo que sostener del lavamanos cuando las piernas le flaquearon y pensó que se caería.

- Dios mío, eres tan terca.

- Te he dicho que estoy bien Bruno joder, ¿Nunca te ha caído algo de la patada?

- Tu papá.

Ella le golpeó el hombro juguetonamente - Los pocos directores que quedan van a enloquecer cuando sepan quien será su nuevo vicepresidente.

- Ya lo creo.

- Bien, ahora sal que me voy a lavar los dientes, shu shu...

- ¿Tienes un cepillo de dientes en la cartera?

- Aquí hay de todo Bruno.

Luego de eso la dejó sola y ella procedió a lavar sus dientes, se acomodó el traje de camisa blanca y falda gris y arregló su pelo.

Salió a su oficina donde Bruno estaba sentado, tomó la carpeta azul que había en el escritorio con el logo de la empresa y lo miró.

- Vamos - le pidió.

- Espera...

Él se puso de pie de un salto y posó ambas manos en las estrechas caderas de la rubia, ella alzó la mirada para verlo y vio la ternura en sus ojos al mirarla, su corazón hizo un baile feliz.

- ¿Qué?

- ¿Me das un beso? - él pidió sonriendo de medio lado.

Ella no respondió sino que enlazó ambas manos alrededor de su cuello y chocaron sus labios, sus lenguas repiqueteaba entre sí y ella mordió su labio con ternura.

Un carraspeo se escuchó detrás de ellos y se separaron. Era Skylar quien ahora los observaba con las mejillas rojas.

- Disculpen uh... Los esperan ya en la sala de juntas.

- Gracias Skylar - dijo Novalee respirando con dificultad, ella asintió y se fue - Bruno ve lo que me haces hacer - reclamó con pucheros.

Él sonrió - No te obligo muñeca.

Caminaron hacia la sala de juntas en el piso diez donde ya los esperaban Kendall, Faith, Dante, dos sub-gerntes y el encargado de finanzas.

- Buenos días - ellos saludaron.

Los murmullos se detuvieron y todos prestaron atención a la presidenta quien tomó la palabra.

- Como ustedes ya saben, la empresa a sufrido un considerable descenso en las acciones y el capital, cosa que, mientras estemos temporalmente asociados con Salvatore Enterprices puede que no nos afecte, pero en unos meses, cuando todo aquello acabe, nos veremos en crisis.

- Y todo por tus estúpidas desiciones - soltó Faith.

Novalee carraspeo - Te voy a agradecer que no hables mientras no sea necesario Faith.

La rubia la miró mal y Novalee se dispuso a encender el monitor donde les iba a mostrar unas estadísticas. De repente vio toda la oficina darle vueltas y se tuvo que sostener de la mesa.

Bruno hizo intento de sostenerla - Estoy bien, solo fue un mareo.

- Claro, has soltado todo lo que has comido Novalee.

Su hermano y mejor amiga la miraron con curiosidad y ella los ignoró.

- Por tanto, como dueña y presidenta de esta empresa tomé la desición de asociarme con alguien, el cual ahora tendré el placer de presentar. Señores, le presento al nuevo dueño del 40% de las acciones y vicepresidente permanente de Bellamy Publishing, Bruno Salvatore.

Los rostros de los presentes se distorsionaron en sorpresa y Mallory y Dante sonrieron, los demás aplaudían, pero Faith no.

- ¡¿Qué es esta mierda Novalee?! ¡Ese puesto lo merecía yo! - se puso de pié de golpe y su silla chocó con la pared, caminó hacia su prima y la enfrentó - ¿Estás dándole el puesto a éste porque compró las acciones o porque es el que te folla?

Novalee hirvió en ira y estrelló su palma en la cara de Faith quien no tardó en devolverle el golpe. Pronto Bruno y Kendall las separaron y ambas se quedaron mirándose con rabia.

- Sueltame Kendall porfavor - pidió ella con tranquilidad - Vamos a acabar con esto.

Él vaciló, pero sabía que su hermana era pacífica siempre y cuando no la buscaran y ahora Faith estaba muy a gusto siendo sostenida por Bruno.

- Recoge tus cosas, estás despedida.

Faith abrió mucho los ojos en su dirección - ¡No puedes hacerme esto! - le gritó, mejor dicho, le chilló con lágrimas en sus ojos.

- Si puedo y ya lo hice - dijo sin inmutarse - en una semana recibes tu liquidación.

- ¡Eres una perra! - gritó con odio - ¡Le diré a Greta, vas a ver!

Bruno casi la arrastró fuera de la sala y cerró la puerta, todos los ojos estaban encima de ella.

- Lo siento por eso señores - se disculpó, ahora sintiéndose sofocada y con un nudo en la garganta, sintió muchas ganas de llorar y de su boca escapó un sollozo, giró sobre sus pies y salió corriendo al ascensor.

- ¡Novalee! - escuchó que le gritaban pero no se detuvo hasta llegar a su oficina.

Cerró la puerta tras de sí respirando con dificultad ¿Pero qué le pasaba? Ella nunca había sido tan emocional y en menos de un minuto habia experimentado mas de cinco emociones.

Su tranquilidad duró poco cuando su puerta fue abierta de golpe y Bruno junto a su hermano, Mallory, Skylar y Kendall entraron a su habitación, su hermano fue el primero en alcanzarla.

- Novalee ¿Te sientes bien? - ella asintió y él paso sus dedos por sus mejillas para luego atraerla en un abrazo.

Ella extrañaba esos abrazos a menudo, aunque no dijera mucho cuanto amaba a su hermano, lo hacia, daría la vida por él.

- Te amo Kendall - ella musitó y los demas fruncieron el ceño con extrañeza.

- Guau Novs, ¿en serio te sientes bien? - puso sus manos alrededor de su cuello revisando su temperatura - no estás caliente ni nada.

Ella rió y lo golpeó en el hombro - Te odio.

Los demás miraban la escena eternecidos, cada quien de manera diferente, media hora después todos salieron excepto Bruno, y Mallory no se fue sin antes lanzarle una mirada de "tenemos que hablar".

- Tienes que ir al hospital muñeca - él observó en voz baja y tranquila. Él se encontraba medio sentado en el escritorio y ella entre sus piernas abrazándolo por la cintura mientras él tenía su barbilla apoyada en su cabeza "Debemos vernos como una pareja así" pensó ella.

- Yo me siento bien Bruno.

Él negó - Creo que estás enferma.

- No estoy enferma, solo tengo hambre - ella casi patalea.

- ¿Ah sí? ¿Y qué quiere comer la niña?

Ella fingió pensarlo por un momento - Quiero comerte a tí.

Él arqueo una ceja aunque sabía que ella no podía verlo - Pues ahora mismo me sirvo.

Aquí  y Ahora (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora