26 - ¿Qué tengo?

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Corrió por los pasillos del hospital hasta llegar a recepción, no se había preocupado por ponerse ropa, sólo por saber el estado de su padre que gracias al cielo habían podido reanimar en la ambulancia.

- ¡¿Señor Tanner Bellamy, habitación?! - gritó, la recepcionista la miró esceptica mientras masticaba su chicle y con toda su calma tecleó algo en la pantalla de su móvil.

- El doctor White aún lo está atendiendo, no puede pasar - respondió, aún sin mirarla a los ojos si quiera.

- ¡¿Cúal es la puñetera habitación?! - ella gritó, la pelirroja la observó con desagrado por la cima de sus lentes, Novalee casi se le lanza encima de no ser por el hombre que gritò su nombre.

- ¡Novalee! - escuchó y se giró para ver a su hermano destrozado caminar hacia ella con su madre y su prima, más atrás, entraron mallory y Bruno.

- Él...él... Se...cayó..Y y yo..no sé... Se...puso pálido. - ella titubeó caminando hacia él, Kendall la acogió entre sus brazos y besó la cima de su cabeza - ¡Todo es mi culpa! - gritó.

La culpa la corroía, si ella en primer lugar no le hubiese llevado la contraria ella no estaría en ese lugar ahora rezando porque él se salvara, a pesar de todo él era su padre y lo amaba, a pesar de todas las cosas feas que le dijo y que le rezó a Dios, no fueran las últimas que él escuchara de sus labios.

- Shhh no pequeña, no es tu culpa, Papá no estaba bien de salud - él dijo, intentando calmarla pero aquello la alteró más.

- ¿Qué?

Kendall se pasó las manos por el pelo y se separó un poco tomándola de la mano - Vamos a la cafeteria y nos tomamos un café y te cuento.

- Odio el café - ella replicó.

Su hermano frunció el ceño - ¿Desde cuando?

Ella se encogió de hombros - Hace poco. Te acepto un té.

Él asintió pensativo y se giró, su madre no dejaba de mirarlos a ambos y observarla a ella con decepción y desaprobación, Faith, como siempre, con la nariz arrugada mirando por encima del hombro.

- Novalee - Mallory la detuvo antes de que pasara a la cafetería -. Tomé algo de ropa de tu auto y te la traje - le extendió un pequeño bolso verde bordado.

Ella lo tomó y le agradeció, entonces miró a Bruno - Gracias por estar aquí.

Él asintió pero aún la miraba preocupado, ella estaba muy pálida y se veía como si en cualquier momento le daría un ataque de nervios - No quiero que pelees con mi madre asi que porfavor mantenganse alejados ¿sí?

Ambos asintieron y ella volvió a tomar a su hermano de la mano quien antes de ir a la cafetería la acompañó a un baño para que se cambiara. Ahora usaba pantalones jean, una blusa de tirantes y un jersey por encima, alisó su cabello y ahora parecía un poco mas normal.

Las manos y piernas le temblaban cuando tomó asiento en la silla de metal de la cafetería, todos los olores juntos revolvieron su estómago y por un instante creyó que devolvería todo lo que aún no había comido en el día.

Kendall carraspeò - Cuando estuvimos en Columbia, papá tuvo un ataque respiratorio y tuvimos que llevarlo al hospital, tras un sin número de estudios el doctor le dijo que sufría del corazón y que no debia ofuscarse.

Ella abrió mucho los ojos - Cosa que no ha dejado de hacer desde que llegó aquí - echó su pelo hacia atrás desesperada -. Dios mío ¿Por qué no me lo dijiste?

En el rostro de su hermano estaba la culpa plasmada.

- Papá me lo prohibió, no quería que lo sobreprotegieramos.

Aquí  y Ahora (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora