4. Saga Cree en mi - Bang Bang

Dieciseis

Grace

Ethan me miró inseguro, quería pedirle que no se fuera, que me metiera en casa y me abrazara, diciéndome que todo estaba bien, que nada volvería a ser como antes. Sin embargo, tenía que enfrentarme a la persona que tenía delante. Miré sus ojos verdes, esos que hacía años me habían transmitido confianza y seguridad y ahora me transmitían miedo e ira. - ¿Cómo me has encontrado? - dije saliendo al porche y encajando la puerta detrás mí.

- Te he estado años buscando - apreté mi mandíbula.

- Esa no es mi pregunta, Austin.

Él me miró y se pasó una mano por su pelo. Había cambiado, ahora estaba más guapo y más fuerte, pero su mirada seguía siendo la misma, me devolvía al pasado, y yo no quería volver.

- Tenemos amigos en común - se en encogió de hombros. - No me puedo creer que te tenga en frente. - levantó una mano para tocar mi mejilla pero la esquivé.

- Si no quieres nada, lárgate.

Austin me miró confuso y ¿dolido? - Alice...

- Eras uno de ellos. Me vendiste.

- No, Alice. - se acercó a mí pero me alejé.

- Austin, fuera de mi casa.

- ¡Maldita sea, Alice! Déjame explicarte. ¿De verdad vas a echarle cuenta a esas personas? - dijo refiriéndose a Susan y compañía. - Yo no soy como ellos.

- Voy a por la pistola. No te muevas de aquí, me gustaría matarte rápido y enterrarte en la parte de atrás.

Fui a entrar pero él me cogió del brazo -Susan no es mi madre. - Abrí los ojos y me giré - Bien, veo que tengo tu atención. - Ella me contrató.

- Eso es absurdo.

- ¿Por qué te crees que no le interesaba lo que me pasaba, Alice? ¿Por qué crees que no vivía en su casa y tenía otra en el centro? ¿Por qué crees que ninguno de los invitados en la barbacoa vino a saludarme? - metió las manos en sus bolsillos.

Mi cerebro intentaba reaccionar a lo que estaba escuchando - ¿Por qué lo hiciste?

- Ella te tenía vigilada, a ti y a tu padre. Cuando vio que me acerqué a ti en el parque, me contrató. Me dijo que solo tenía que hacer que confiaras en mí, que ella haría el resto.

- No quiero seguir escuchando nada más. - retrocedí y choqué con el marco de la puerta.

- Alice, cuando me enteré de lo que tenía planeado, quise ponerte a salvo, y ella intentó matarnos a los dos. Después de que te llevaran, me llevé un día entero amarrado a la cama, hasta que el recepcionista vino a echarnos, ya que no habíamos entregado la llave y solo pagamos una noche.

- No puede ser - negué con la cabeza. No podía ser, eso era imposible, él no podía venir después de tantos años contándome que todo fue un montaje. Preferiría que el me hubiera vendido.

- Le dejé tus cosas al recepcionista por su volvías. Estuve días buscándote, en todos sitios. Me he llevado años buscándote, llegándote a dar por muerta, pero algo dentro de mí, sabía que estabas viva.

Cerré los ojos. - ¿Así que te pareció una buena idea hacer que una chica con el corazón roto se enamorara de ti para después hacer desaparecer su corazón? Dime Austin, ¿En que estabas pensando? - alcé un poco la voz. - Después de contarte lo mal que lo había pasado, ¿Por qué no te echaste atrás? ¡Eres como ellos!

- Me enamoré, Alice.

- Mientes.

- No. Cuando te conocí me pareciste demasiado ingenua, no voy a negarlo. Pero cuando empezabas a hablarme, y a contarme cosas sobre tu vida... estaba realmente fascinado por tu fuerza. Empezaste a mirarme de una manera que hacía a mi corazón ir más rápido. Jamás me había enamorado tan rápido de una persona...