Veintitres

2.1K 176 10
                                    


Vanessa aún vivía. En vez de llamar a la ambulancia o a la policía, llame a Troy para que viniera a por ella. Miré el escrito de la pared. La última vez que había visto escrito eso todo había empeorado por momentos. Me hubiera gustado llamar a papá pero no tenía su número. Saqué mi teléfono del bolsillo y llamé a Troy.

- ¿Qué ocurre? - preguntó nada más que cogí el teléfono.

- Necesito que vengas, han herido a Vanessa.

Colgué y me giré para ver a Ethan cogiendo la mano de Vanessa mientras lloraba. - No está muerta, no tienes por qué llorar.

Ethan levantó su rostro y pude ver la desesperación en él. - ¿Por qué no dejas de ser tan fría?

Llamaron al timbre y bajé para abrirle la puerta a Troy y varios chicos. - ¿Dónde está? - preguntó.

- En mi habitación.

Me senté en el sofá e hice una mueca de dolor poniendo mi mano en el costado. Suspiré y miré a la televisión apagada. Todo esto se me estaba escapando de las manos. Debería de haberme ido cuando papá me lo dijo. Tenía miedo de que mi padre, Ethan o Austin fueran los siguientes. Miré mis manos temblorosas y las junté.

- Venga, tened cuidado, llevársela y que la curen - escuché la voz de Troy y varias pisadas. Sabía que Troy me estaba mirando, pero no me giré. Él suspiró y escuché sus pasos alejarse.

Ethan se sentó en uno de los sillones. - Pensé que le habían puesto protección.

- No puedo estar en todo, Ethan. Sé que estas asustado.

- No estoy asustado, Grace. Estoy cansado. No sé qué está pasando y no poder hacer nada me tiene frustrado. ¿Quién será el siguiente? ¿Alguna de tus amigas? ¿Mi familia? ¿Yo?

Volví mi vista a él y suspiré pesadamente. - No lo sé. - Uní mis manos sintiéndome vulnerable ante toda esta situación.

Quería mantener a todo el mundo a salvo, pero no era capaz de hacerlo cuando ni siquiera podía mantenerme a mí a salvo. Sabía que Ethan estaba asustado, yo también lo estaba. La idea de que pudiera pasarle algo por mi culpa me tenía tensa. No era chica para nadie, no viviendo en este mundo, no cuando vengo de la familia Bieber.

Que mi padre fuera tan odiado y desgraciado me había hecho preguntarme muchas veces qué había hecho en su anterior vida para que el karma le estuviera golpeando tan duro.

Lamí mis secos labios y hablé lentamente - Será que mejor que te vayas, y que olvides todo esto. - no dirigí mi vista hacia él, pero podía verlo por el rabillo del ojo. Su ceño fruncido y una de sus manos en la boca.

- ¿Cómo voy a poder olvidarme de todo esto?

- El tiempo lo cura todo. Vete a estudiar ese máster que quieres en Utah, haz tu vida, es lo mejor.

Ethan suspiro y pasó una mano por su rostro. - ¿Cómo sabes lo del máster?

- Recuerda que lo sé todo - lo miré y él alzó una ceja. - Tu madre me lo comentó - sonreí dulcemente. - Vete y aléjate de aquí. Nada te ata aquí, Ethan.

- Tú me atas aquí, Alice.

Negué con la cabeza - No quiero atarte. - metí uno de los mechones de pelo detrás de mi oreja.

- ¿Por qué no me dejas quererte? - susurró.

Cerré los ojos y lamí mis labios sintiendo dolor. No era un dolor físico, ese dolor no se sanaba con el tiempo ni con algún medicamento. Sentía dolor muy dentro de mí desde hacía mucho tiempo.

- No quiero que nadie sufra por mí - volví mi vista hacia él. - Estoy jodida, Ethan.

- Ven a Utah conmigo. - Lo miré con tristeza. - ¿Por qué me miras así?

4. Saga Cree en mi - Bang BangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora