4. Saga Cree en mi - Bang Bang

Uno.

Ethan.

Me miré al espejo una última vez antes de salir de mi habitación. Mi flequillo estaba hacia arriba. Llevaba unos jeans y una camiseta negra que se ajustaba a mi pecho.

Metí mi móvil y mi cartera en mi bolsillo trasero mientras bajaba las escaleras.

- ¿Ya sales? - me preguntó mamá desde el salón.

- Si.

- No llegues muy tarde - dijo papá sin dejar de mirar la televisión.

Rodé los ojos - Tengo veintidós años.

- Lo sé, no llegues tarde - volvió a decir. Mamá me sonrió levantando la mirada de su libro y suspiré.

- Ten cuidado, cariño - dijo antes de que saliera de casa.

Saqué las llaves del coche. Ya pronto sería verano, me graduaría, pasaría el mejor verano de mi vida, trabajaría y me independizaría.

Lo estaba deseando. Puse la radio cuando entré en coche y tarareé la canción de Rihanna que estaba sonando mientras llegaba al club.

Entré y miré a mí alrededor. Localicé a mis amigos en la barra. No podía beber mucho porque tenía que conducir.

- ¡Miller! - ya estaban borrachos. Sonreí y choqué nuestras manos.

- Llegas tarde, hombre. Un whisky por aquí - le dijo al barman.

No tardé en tener un vaso en mi mano. Luke estaba mirando como varias chicas movían sus cuerpos sensualmente en la pista de baile.

Alex había desaparecido, y Mike seguía bebiendo. Miré a la zona VIP. Donde varias chicas bailaban sensualmente metidas en sus ajustados jeans negros. Todas iban de ese color.

Una morena alta, era la que más destacaba. Recorrí su cuerpo con mi mirada. Después pasé a la que estaba bailando junto a ella. Era un poco más baja y rubia. La miré de arriba abajo y observé los movimientos sensuales de ambas mientras se acercaban. Después había otra castaña, daba gracias a las luces del techo para poder verlas. Ella bailaba mirando a su alrededor.

Después había una sentada, que estaba mirando su móvil muy concentrada. Ni siquiera pude verla bien.

- Me pone la morena - dijo Luke.

- A mi la rubia. - dije mirando como movía su trasero.

- Están en la zona VIP. Inalcanzables - gruñó en mi oído.

¿Por qué inalcanzables? La que estaba sentada se levantó cuando los chupitos llegaron. Su pelo era rojo y estaba ondulado. Ella cogió un vaso y lo bebió de un trago, uno, dos, tres y cuatro.

Se bajó de la zona VIP diciéndole antes a la rubia algo. Esta asintió y se perdió por la gente hasta pasar por mi lado.

- Voy a decirle que me presente a la morena - dijo mi amigo. Reí.

- No es que tenga cara de muchos amigos - dije recordando lo seria que había pasado por nuestro lado.

- Joder, me da igual. Incluso ella se ve caliente como el infierno. ¿Se juntan a propósito? ¿Para torturarnos?

Reí.

La chica volvió y se apoyó en la barra, dándonos una increíble vista de su trasero. Cosa que Luke y yo no desaprovechamos, y miramos. El barman no tardó en acercarse a ella y esta se echó más sobre la barra para llegar al oído del barman. Este asentía a todo lo que ella decía.

Miré todo su cuerpo. Y vi que sus pies colgaban, por lo tanto, estaba solo apoyada en la barra. - Si te acercas a ella y le dices de bailar, te doy veinte dólares - dijo Luke en mi oído.