Tsuki-dayo

Juu Kyuu

"¡Tsukishima-kun!"

Tsukishima reaccionó de su trance y se volteó hacia el frente, donde el profesor permanecía con ambas manos en la mesa. Su profesor lo observó molesto, levantando sus lentes.

"¿S-Si...?" Tsukishima enderezó su espalda. Mierda.

"Apreciaría mucho que prestaras atención a la clase." El profesor dijo. Tsukishima se disculpó en voz baja, haciendo que el mayor sacudiera su cabeza antes de volver su mirada al libro. "De vuelta a lo que decía, en la literatura los autores suelen usar diferentes..."

"Tsukki," Yamaguchi susurró a su amigo escondiéndose tras su libro de literatura. "¿Hay algo mal?" ladeó su cabeza hacia un lado.

"No es nada. Voltéate antes de que nos metas en problemas." Tsukishima dijo, cambiando su libro de página. Yamaguchi dudó por un momento pero le hizo casi, aunque aún estuviera preocupado por el rubio.

A pesar de su comportamiento usualmente relajado, algo sobre Tsukishima definitivamente no encajaba. Yamaguchi sabía que la razón a ello era [T/N] de seguro, él también estaba preocupado sobre ella. Después de todo ambos eran buenos amigos y él deseaba que nada de eso hubiera ocurrido. Estaba preocupado por como esto estaba afectando a su mejor amigo.

Yamaguchi oyó de un compañero sobre su pelea en los pasillos justo antes del partido de [T/N] con Aoba Jousei. Había intentado preguntar a Tsukishima sobre eso pero el último se rehusaba a mencionar una palabra sobre el asunto, mandándolo a callar. No fue capaz de acercarse a [T/N] para preguntarle, temiendo que al recordarle la pelea, ella se molestara.

Siendo el amigo de la infancia del rubio, lo conoce bastante bien. El sabía que Tsukishima estaba enojado con sí mismo; más de lo que lo estaba con [T/N]. Y ahora, Yamaguchi se sentía frustrado al ser incapaz de hacer algo por sus amigos.

La campana sonó anunciando el almuerzo. Yamaguchi cerró la llave y secó sus manos con un pañuelo. Él y Tsukishima recién habían terminado su almuerzo juntos en silencio. Tsukishima decidió dar una pequeña caminata al acabar y dejó el lugar sin dejar que el chico pecoso dijera algo.

Yamaguchi suspiró y guardó el pañuelo en su bolsillo. "¡Yamaguchi-kun!" alguien lo llamó, haciendo que se voltee en dirección a la voz. Se sorprendió al ver a Yuno, Yuki y Erika trotar hacia él.

"¿Kushiyama-san, Amane -san y Nabe-san?" ladeó su cabeza cuando ellas finalmente se detuvieron frente a él. Yuki tenía lágrimas en sus ojos que estaban listas para rodar por sus mejillas como cascadas, mientras que las otras dos tenían una mirada esperanzada. "¿Para qué me llamaron?" Miró hacia abajo a cada una de las chicas, sintiendo el calor alcanzar sus mejillas.

"¡[T/N]-chan!" Yuki exclamó llorosa. "¡[T/N]-chan despertó!"

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Oikawa jadeaba mientras empujaba la puerta, encontrando a sus padres y a los de [T/N] rodeando la cama de la enferma chica. Comenzó a lagrimear cuando vio a la peli [C/C] sentada en su cama. Estaba usando una bata celeste y un pequeño tubo adornaba su cara, justo bajo su nariz. Sus ojos [C/O] se movieron hacia la puerta donde él estaba parado, un poco sorprendida por su presencia.

Oikawa sollozó al acercarse a su lado, aplastándola en un firme abrazo. "Gracias a Dios..." Enterró su cara en su hombro. [T/N] estaba un poco desconcertada por su abrazo, pero lo devolvió de todas maneras. Ella frotó su espalda con suavidad mientras lloraba en su hombro. "¡Me tenías tan preocupado!"

"Perdón por preocuparte Tooru-nii." Se disculpó, desviando su mirada llena de culpa hacia sus padres como si también lo dijera para ellos. Después de un rato Oikawa se calmó y la dejó ir.