Tsuki-dayo

Ni-juu ni

Yuki y Erika miraban como Yuno abría la tapa de su bento con forma de oso. Sus ojos se iluminaron en cuanto vieron la adorable forma en que su almuerzo estaba organizado. La saliva era visible en el borde de la boca de Erika, mientras que Yuno intentaba alejar su rostro del precioso almuerzo. "¡NO BABEES MI COMIDA! ¡¡TU TIENES TU PROPIO ALMUERZO!!"

"Pero Yuno... El tuyo luce mucho más apetitoso..." Erika argumentó, con su mejilla presionada en la palma de Yuno. "¿Solo una mordida?"

"¡De ninguna manera!"

[T/N] dejó salir una risa nerviosa observando a ambas discutir. Se sentía bien estar rodeada así por sus amigas de nuevo. "¿[T/N]-chan?" se volteó hacia donde se encontraba su amiga rubia. "¿Cómo se siente ser la mánager del equipo masculino?"

La personalidad cálida y brillante de Yuki volvió tan pronto como [T/N] retornó a la escuela. Su sonrisa irradiaba mucho más afecto y amabilidad ahora, y ya no estaba más distraída. En vez de eso, se apegaba al lado de [T/N] a cada oportunidad presentada, intentando recuperar el tiempo perdido, a pesar de que solo haya sido poco más que una semana.

"Honestamente ha sido muy divertido." [T/N] sonrió. "¡Han sido solo pocos días, pero se siente como si fuera parte del equipo de años! Son muy amables conmigo y nunca fallan en darme sorpresas. Al mirarlos jugar siento como si yo misma estuviera en la cancha, es tan cautivador."

Yuki sonrió, sintiéndose feliz por su amiga. "Eso es genial."

"Pero aún no me he acostumbrado completamente a ser la mánager. Mantener los archivos, escribir registros y cosas así." [T/N] continuó, hallándose levemente avergonzada. "Siento que soy más un estorbo que una ayuda para Kiyoko-san..."

"Estará bien [T/N]-chan. Solo dale un poco de tiempo y lo harás bien." Yuki la alentó. [T/N] asintió y respondió con un 'hmm'. La sonrisa de Yuki lentamente formó una línea recta. Dirigió la mirada a su falda, tratando de encontrar las palabras. Apretando el borde de la prenda con fuerza, inhaló antes de hablar con una voz inquieta. "D-De hecho... Yo tengo-"

"¡[T/N], una senpai te está buscando!" Alguien la llamó desde el pasillo, interrumpiendo a Yuki. [T/N] se enderezó al escuchar su nombre y rápidamente respondió '¡Ya voy!'. Antes de mover su silla se volteó hacia Yuki, quien aún tenía la mirada baja.

"¿Qué ibas a decir Yuki?" preguntó.

Yuki mordió su tembloroso labio y agarró aún más tela. Levantó su mirada hacia su amiga con su usual brillante sonrisa, toda la ansiedad de hace un rato había desaparecido completamente. "¡No es nada!" dijo. "Ahora, ve."

[T/N] pareció dudar un poco, pero le hizo caso de todas maneras. Antes de salir al pasillo se dirigió a su amiga nuevamente, asegurándose de que estuviera bien. Yuki hizo una pequeña seña con su mano y le dio una sonrisa confortante, causando que retomara su camino.

Asomó su cabeza hacia al corredor, buscando con la vista a quien la había invocado (palabra épica pls). Jadeó suavemente cuando encontró a la hermosa chica de tercer año, Shimizu Kiyoko parada frente a ella. "¡Kiyoko-san!"

Kiyoko le ofreció una rápida sonrisa, acomodando un mechón de su sedoso cabello negro tras su oreja. "¿Tienes un minuto?"

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La luna estaba haciendo su aparición cuando los chicos concluían su práctica. Como lo usual, [T/N] descendió la colina con Yamaguchi y Tsukishima. No tenían idea de cómo su rutina había empezado, pero estaban tan acostumbrados que nunca lo cuestionaron. [T/N] y Tsukishima discutían entre sí, porque el rubio había presionado sus botones*, de nuevo, y Yamaguchi prácticamente se había rendido con ellos. Es raro si no pelean en realidad. Pensó.