Tsukishima quedó solo después de que el entrenador Ukai lo excusara del entrenamiento al día siguiente. Le habían dicho que repose para que sus heridas sanen mientras sus compañeros de equipo perdían toda su hidratación bajo el ardiente sol. Aunque estaba aliviado de estar eximido del entrenamiento, no tenía idea de qué hacer.
Dio vueltas por el hospedaje un poco, disfrutando la pequeña caminata a pesar del ocasional dolor en su tobillo. Pensamientos de [T/N] se colgaban en su mente, pero trataba de no prestarles atención.
O eso pensaba.
Parpadeó cuando se dio cuenta de que estaba de pie afuera de la habitación de la chica. Todas las chicas habían salido por el entrenamiento de hoy, dejando a [T/N] por su cuenta. De acuerdo a Yamaguchi, quien le había preguntado a Yuki sobre ello, [T/N] había estado dormida desde ayer y aún tenía que despertar. Sin embargo, parecía que su fiebre estaba mucho mejor.
Permaneció parado junto a la puerta, contemplando si debía entrar y ver su estado o no. Suspiró, finalmente tomando su decisión y abrió la puerta cuidadosamente, evitando despertarla. Al entrar a la habitación, se aseguró de que sus pasos sean tan silenciosos como sea posible.
El futon de [T/N] estaba acomodado al centro de la gran habitación con tatami, donde dormía pacíficamente. Se acercó cautelosamente a su lado, queriendo tener una mejor visión de ella. La última vez que la vio estaba pálida y temblando, con moretones y cortes por todo su cuerpo.
Afortunadamente, ya se habían hecho cargo de todas sus lesiones. Aplicaron antiséptico en sus rasmillones y vendas cubrían las heridas necesarias. La tela en su frente estaba cubierta por un tipo de gaza y cinta médica. Su piel también había recuperado su color, ya no lucía enfermizamente pálida. Observaba como respiraba regularmente, sin ninguna dificultad. Tomó su cubrecama, asegurándose de que la cubriera por completo. Ubicando una palma en su frente con gentileza, sintió su temperatura y suspiró aliviado.
Se congeló cuando ella se movió bajo su mano. Mierda, pensó, ¿La desperté? Observó como su expresión cambiaba a una constipada antes de relajarse de nuevo. Una vez que estaba seguro de que ella aún dormía, sus músculos se relajaron y movió su mano hacia él.
Permaneció a su lado, incapaz de sacar sus ojos de ella. Su mirada delineaba cada rasgo de su rostro, desde sus encrespadas pestañas hasta la curva de sus labios. Algo en él se calmaba al ver la serenidad de su cara. Alcanzó su cabello, acariciándolo gentilmente y despejando los mechones de su cara. Sentir esas suaves hebras bajo la punta de sus dedos era extrañamente tranquilizante. Se preguntó si ella tenía la misma expresión cuando se quedó dormida contra su espalda la noche anterior.
Nunca se dio cuenta de lo que estaba haciendo hasta que notó la suave sonrisa en su cara, y retiró su mano. Poniéndose de pie, salió de la habitación, cerrando la puerta tras él. Suspiró por enésima vez esa mañana.
¿Qué estoy haciendo?
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[T/N] despertó, encontrándose sola en la habitación de las chicas. Se impulsó de su futon, sintiéndose un poco mareada. Aún tenía un poco de fiebre pero el dolor en su cabeza había reducido significantemente. Estaba a punto de ponerse de pie para salir del cuarto cuando la puerta se abrió tras ella.
Se volteó para encontrar a la dueña de pie en la puerta, sosteniendo una pequeña bandeja de madera. "¡Oh, estás despierta!" Sonrió, entrando a la pieza.
"Ohayo gozaimasu." [T/N] la saludó, retirando las mantas de su cuerpo. La dueña se arrodilló a su lado, acomodando la bandeja con una copa de té caliente y medicina junto a ella.
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Tsuki-dayo
Fanfiction[T/n] es miembro del equipo de voleyball femenino de Karasuno. Como Hinata y muchos otros jugadores, ella es apasionada sobre el voleyball y su adrenalina corre cuando toca el balón. Está en la misma clase que Hinata, y es cercana a el junto con Kag...