Shi-juu San

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Tsukishima no pudo concentrarse por el resto de sus clases. Su acalorada discusión con [T/N] se repetía constantemente en sus pensamientos, distrayéndolo de poner atención a sus profesores. Se sentía culpable por perder el control y eso le recordó que también era un ser humano real con sentimientos. Odiaba ese incómodo sentimiento en él, y decidió que la única manera de sacárselo de encima era hablar con [T/N] sobre su pelea más tarde, en la práctica de voleyball.

Frunció el ceño, tomando su portaminas con firmeza mientras observaba las preguntas en su libro intensamente. ¿Acaso qué es lo que pudo pasarle en las últimas dos semanas?... Sin darse cuenta de que las clases habían terminado, dio un saltito cuando Yamaguchi puso una mano en su hombro.

"G-Gomen, Tsukki..." Yamaguchi se disculpó inmediatamente, retirando su mano. Tsukishima soltó un respiro que no había notado que estaba conteniendo, sus hombros hundiéndose de su antes defensivo y alerta estado.

"Está bien..." El alto rubio gruñó, soltando su lápiz sobre el libro.

"La clase terminó." Yamaguchi dijo cautelosamente, observando a Tsukishima a una distancia segura, solo en caso de que haya hecho o dicho algo que no debía. "¿Estás bien, Tsukki?"

"Estoy bien." Tsukishima dijo. "Tenemos práctica ahora, ¿no? Vamos." Empacó sus cosas rápidamente, encajándolas en su bolso. Yamaguchi notó que se estaba apresurando, lo que era algo raro, especialmente cuando era para el entrenamiento de voleyball.

"C-Claro." Aceptó y ambos corrieron fuera del salón, dirigiéndose a la sala del club. Tsukishima no estaba prestando atención a donde caminaba y accidentalmente chocó con alguien, casi enviándolos al suelo. Se tambaleó hacia atrás con Yamaguchi a una corta distancia, listo para atraparlo si caía.

"Sumimasen." Tsukishima se disculpó. Levantó su mirada encontrando a Yuki, quien se las arregló para estabilizarse.

"Sumimasen." Ella también se disculpó, haciendo una pequeña seña con la cabeza como disculpa. Jadeó en silencio cuando se dio cuenta de que era Tsukishima con quien chocó. Su expresión cambió rápidamente en una levemente horrorizado, su ceño fruncido. "T-Tsukishima-san..." Su voz salió pesada, como si hubiera estado intentando evitar encontrarse con el alto rubio.

Yamaguchi se movió hacia ella preocupado tras ver su rostro. "¡A-Amane-san! ¿Estás bien?" Estiró sus manos, solo en caso de que fuera a caer.

"E-Estoy bien." Yuki asintió temblorosamente, desviando su mirada del rubio. "Lo siento, me tengo que ir." Mantuvo su cabeza gacha al excusarse de los chicos, pasando por entremedio de ellos y yéndose. No logró llegar tan lejos cuando Tsukishima la detuvo, llamándola.

"Amane-san." Exclamó, volteándose. Yuki se congeló peor permaneció dándoles la espalda, incapaz de encontrar el coraje para encararlos. Tsukishima notó la reacción de Yuki, y apretó sus puños. "[T/N] te dijo algo, ¿no es así?"

Ella cerró sus ojos con fuerza, mordiendo su labio inferior. Odiaba hacer esto. "L-Lo siento... No sé de qué estás hablando..." Ella dijo, su voz obviamente sugiriendo que estaba mintiendo.

"Sabes que está pasando con ella, ¿no?" Tsukishima insistió.

"Lo lamento, Tsukishima-san." Se giró hacia ellos. Podían distinguir fácilmente la culpa en sus ojos al hablar. "Lo siento mucho, pero no puedo decirte."

"¿A qué te refieres, Amane-san?" Yamaguchi preguntó, su ceño fruncido por la preocupación.

"Esto no es algo que deban oír de mí." Yuki sacudió su cabeza. "No sería justo para ustedes o para [T/N]-chan."

Tsuki-dayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora