Shi-juu

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Los relámpagos iluminaban el cuarto entero, causando que algunos de los jugadores de voleyball se acobarden. Un grave ruido sordo por el trueno lo siguió después y la lluvia continuó cayendo, amortiguando el resto de los sonidos.

Yuki miró fuera de la ventana, sus manos apretadas con firmeza mientras observaba la lluvia golpear el vidrio. Trató de evitar que sus pensamientos divagaran a escenarios más negativos y cerró sus ojos, para juego fruncir los labios.

Todos se las habían arreglado para volver al edificio en cuanto la lluvia comenzó. Todos excepto [T/N] y Tsukishima. Estaban preocupados por ellos, preguntándose donde encontraban en ese momento y como estaban. Se preguntaban si habían encontrado refugio y si estaban seguros.

Sin embargo, trataron de no perder sus esperanzas, creyendo que con el cerebro de Tsukishima él se aseguraría de que los dos estén bien. Con eso, cruzaron sus dedos y pidieron que la tormenta pase pronto.

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[T/N] gruñó mientras se levantaba. Entrecerró sus ojos, intentando descifrar dónde estaba. Pero estaba muy oscuro y la lluvia aún caía torrencialmente. Dio un saltito cuando sintió algo presionado contra la punta de sus dedos. Encontrando un par de milagrosamente intactos lentes, los recogió y comenzó a preocuparse por el alto rubio que cayó con ella.

Oyendo otro gruñido aparte del propio, rápidamente observó sus alrededores, tratando de encontrar su origen. Se volteó y encontró a Tsukishima esparcido en el suelo a un metro de ella. Jadeó, arrastrándose hacia él con el lodo y las hojas bajo ella. "Tsukishima." Sacudió sus hombros, intentando despertarlo.

Hizo una mueca de dolor al abrir sus ojos, procurando analizar el área. Viendo la cara de [T/N] justo frente a él, sintió alivio. "¿Puedes ponerte de pie?" Preguntó, pero apenas podía escucharla con la lluvia.

Gruñó y se enderezó con sus codos. Nuevamente su rostro se contrajo cuando un agudo dolor nació de su muñeca, apretando sus dientes firmemente. Estaba cubierto en barro con ramitas y hojas enterrándose incómodamente en su cuerpo. "¿Estás bien?" graznó, tratando de conseguir una mejor imagen de ella. Sin embargo, sin sus lentes no podía distinguir casi nada que no estuviera encima de su rostro.

"Si." Respondió, entregándole sus lentes cubiertos de lodo. Maldijo y los guardó en su bolsillo, sabiendo que no le serían de ningún uso por ahora. Escaneó las proximidades y recogió la linterna a su lado. Concluyó que aunque fuera débil, era mejor que nada.

"Tenemos que refugiarnos de la lluvia." Dijo mientras se ponían de pie. El casi cayó al sentir el dolor emanar de su tobillo. Para su suerte, [T/N] se estiró hacia él, atrapándolo antes de que pudiera caer. "Maldición." Maldijo a su tobillo torcido.

"¿Puedes caminar?" preguntó, poniendo su brazo sobre sus hombros mientras lo apoyaba y pasaba un brazo tras su espalda.

"Tengo que." Replicó, tratando de comprimir el dolor. Apuntó con la linterna frente a ellos y empezaron a caminar. "Hay un camino." Señaló con su cabeza el angosto sendero con lodo sin ningún tipo de vegetación cubriéndolo. "Podría llevarnos a una salida, o por lo menos a un refugio."

Con eso, decidieron seguir el camino, moviéndose lo más rápido que podían bajo la lluvia y entre la oscuridad, y además con sus lesiones. Tsukishima hizo rechinar sus dientes, forzándose a moverse mientras se recargaba en [T/N] como su apoyo. Podía sentir a [T/N] temblando bajo sus brazos y eso lo motivaba para encontrar una salida más rápido.

Justo cuando la lluvia estaba comenzando a disminuir un poco, su fuente de luz los abandonó. Con las nubes de lluvia colgando en el cielo, no había ni un rayo de luz de luna para guiarlos. Quedaron completamente a oscuras. Tsukishima maldijo su terrible suerte. "¿Aún puedes ver el camino?" preguntó.

Tsuki-dayoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora