Tsuki-dayo

Ni-juu Ichi

Enrollando las mangas de su sudadera color crema, Kageyama observó al ruidoso peli naranja. "Oi Hinata. ¡Apresúrate y cámbiate de ropa o no levantaré el balón para ti en todo el día!" lo regañó con sus manos en su cintura.

"¡Está bien! ¡Está bien!" Hinata le dio una mirada feroz antes de sacarse su uniforme y cambiarse en su tenida deportiva. Una vez que terminó, comenzó a saltar repetidamente, entusiasmado por la práctica como lo usual.

El dúo del ataque anormal se dirigió hacia el gimnasio lado a lado, cuando se encontraron de frente con los otros dos de primer año. Una sonrisa presumida surgió en el rostro de Tsukishima inmediatamente cuando notó quienes estaban delante de él. "¿Oh, el Rey y el caballero de bolsillo dando una caminata juntos? No me digan, ¿están saliendo juntos?"

"¿Caballero de bolsillo?" Hinata saltó, sintiendo como si humo saliera de sus oídos.

"¡¿HAH?!" Kageyama exclamó animadamente, venas debido a su furia asomaron en toda su frente. "¡¿Qué mierdas estás escupiendo ahora?!"

Yamaguchi cubrió su boca al intentar contener su risa. La sonrisa de Tsukishima solo se agrandó. "¡Oh, perdónenos! ¿Nos podrían dejar avanzar en medio de su caminata romántica?" él dijo con una voz ligeramente dramática.

"Idiota." Kageyama murmuró mientras se alejaba de la escena con paso firme, sus orejas ligeramente rojas. Hinata hizo su mayor esfuerzo para darle una mirada intimidante a Tsukishima antes de trotar tras el peli negro.

Sintiéndose victorioso, Tsukishima guardó sus manos en los bolsillos y entró al camarín del equipo de voleyball, con Yamaguchi no muy atrás de él.

"¿Por qué está de tan buen ánimo...?" Kageyama gruñó por lo bajo, sacándolo de su mente en cuanto completó su oración.

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Daichii exhaló mientras caminaba hacia Kiyoko, quien estaba hipnotizada en su tabla de notas. Sacándose la capa más gruesa de ropa, se abanicó y una gota de sudor lentamente se formaba en su piel. Habían comenzado su entrenamiento hace menos de 10 minutos y él ya estaba sudando. "Ella está medio atrasada..." Daichii murmuró y Kiyoko asintió.

"Dijo que necesitaba hacer algo antes." Kiyoko explicó, presionando la tabla en su pecho. "¿Qué tan sorprendidos piensas que van a estar?"

"Mucho, supongo..." Daichii rascó su cabeza, sintiendo el sudor en su cabello. "Yo también estaba muy sorprendido, así que supongo que ellos probablemente se sentirán igual."

"¿Crees que lo tomaran bien?" Kiyoko preguntó mientras veía a Tanaka intentar mostrarle sus remates gritando frases para conquistarla. Tan pronto como él se giró a mirarla, esperando que lo encontrara genial, ella se volteó evitando su mirada. Tanaka se abrazó a sí mismo, la idea de su frío tratamiento le daba escalofríos, y lo amaba.

Kiyoko parpadeó cuando notó a alguien aproximándose a la entrada del gimnasio. Su boca formó una pequeña 'o' cuando se dio cuenta de quién era. "Está aquí Daichii." Apuntó con su cabeza a la entrada.

Daichii desvió su atención de la práctica hacia el corredor donde estaba la figura. Los bordes de sus labios formaron una sonrisa y le pidió a Kiyoko que reuniera al equipo. Kiyoko asintió e hizo sonar el silbato, atrayendo la atención de todos los chicos.

Daichii por otro lado continuaba caminando hacia la puerta. "Estás aquí." Dijo, mostrándole a la chica la sonrisa más amable que podía ofrecer. Miró hacia atrás de ella y notó al entrenador Ukai y Takeda la acompañaban. "Entrenador y sensei también."

Ambos adultos le asintieron y centraron su atención en la chica. "¿Estás lista?" Ukai preguntó. Sus brazos estaban cruzados frente a él como lo usual. Ella dio un gran respiro antes de exhalar, poniendo una mano en su estómago para luego asentir.