Tsuki-dayo

Ni Juu

"Yo... Tal vez no sea capaz de jugar voleyball nunca más..."

"¡Estoy asustada! ¡Estoy aterrada! ¡Quiero seguir jugando voleyball! ¡Amo el voleyball!"

"¿Tsukishima-kun?"

Dicho chico parpadeó un par de veces antes de notar que se había abstraído de nuevo. Levantó la mirada para encontrar a una chica junto a su escritorio con un libro en sus manos. Deslizó un dedo a través de su rubio y corto cabello, estirándose un poco en el proceso. "¿Qué pasa?"

"A-Ano... Me estaba p-preguntando... ¿tu serías capaz de ayudarme con esto?" Su rostro se encendió en un fuerte rojo mientras indicaba una pregunta en su libro. Tsukishima solo dio un vistazo a la pregunta antes de decirle que buscara a alguien más. La chica bajó la mirada decepcionada al disculparse por la molestia, y arrastró sus pies de vuelta a su grupo de amigas.

"¿Tsukki?" Yamaguchi preguntó cautelosamente mientras que Tsukishima reposaba su mejilla en su mano, mirando fuera de la ventana junto a él.

"¿Qué pasa Yamaguchi?"

"¿Quieres ir a visitar a [T/N] conmigo después de la escuela?" el pecoso chico preguntó, ladeando su cabeza. Tsukishima se congeló por un momento al oír la oferta.

Dudó un poco antes de responder sin voltear la cara a su amigo. "No veo el punto de que yo vaya, no sanará mágicamente si lo hiciera."

"Eso es verdad, pero..."

"¿Por qué la visitaría de todas maneras? Tengo cosas que hacer después de la escuela."

"Supongo que iré solo entonces..." Yamaguchi bajó su cabeza en decepción. Tsukishima por otro lado continuó observando el escenario fuera de la ventana, aunque ya no se estaba concentrando en la vista frente a él.

"Ni siquiera puedo animarla..."

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La enfermera deslizó las cortinas para abrirlas, permitiendo que la luz solar entre en el escueto cuarto. [T/N] y su madre se inclinaron frente al doctor, agradeciéndole mientras el anotaba su condición en el porta papeles. "Te veré de nuevo mañana." Él les informó con una sonrisa y la enfermera caminaba a su lado, dejando juntos el lugar.

"Muchas gracias." La madre de [T/N] se inclinó una vez más, mirándolos salir por la puerta. Levanto la mirada para encontrar a un pecoso chico de cabello verdoso parado por la puerta, haciendo una seña con la cabeza al doctor y enfermera que pasaron por su lado. Ladeó su cabeza al reconocer el uniforme deportivo negro. Él va a la misma escuela que [T/N], pensó parpadeando. Y luce un poco familiar...

[T/N] se estiró hacia la puerta para ver qué era lo que captó la atención de su madre. Parpadeó un poco, aturdida por la sorpresiva visita. "¿Yamaguchi?"

"¡B-Buenas tardes!" hizo una rígida reverencia de 90º desde la puerta.

"Buenas tardes..." la madre de [T/N] asintió hacia él, poniendo una suave sonrisa. "¿Eres amigo de [T/N]?"

"Sí, soy Yamaguchi Tadashi. En muy agradable verla de nuevo [T/A]-san." Hizo otra reverencia, un poco ansioso. La madre de [T/N] dejó salir una pequeña risa por sus adorables acciones, esparciendo un sonrojo a través de sus mejillas.

"Es bueno verte también, Yamaguchi-kun." Se giró para guiñar un ojo a su hija, quien no pudo evitar sonreír también.

"Perdón por venir con las manos vacías, no tuve la oportunidad de conseguir algo en el camino desde la escuela." Yamaguchi se disculpó, rascando su cuello.