Capítulo 30

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No esperaba hacer otra cosa, podía pasarme días enteros teniendo a Zayn entre mis brazos, acariciando sus mejillas y besando su rostro, teniendo su espalda contra mi pecho lo más cerca sintiendo su calor corporal contra el mío.

-¿Está bien? -pregunté cuando se movió por quinta vez entre mis brazos

-Si. -pero no me dejaba ver su rostro.

-Si necesitas espacio yo pued... -no tardó en volver a tomar mis brazos y colocarlos de nuevo en su lugar ya que los había empezado a alejar

-No, está bien, no me sueltes. -se acurrucó un poco más contra mí y volteo solo un poco para dejar un beso en mi mejilla, algo que totalmente no me esperaba, mis mejillas no tardaron en calentarse.

-¿Seguro?

-Liam por favor. -podía sentir su sonrisa tras las palabras- Estoy seguro.

Suspiré pesadamente, porque había evitado respirar demasiado rápido, mi corazón estaba que no se la acababa, latido tras latido sin parar, adiós a la obesidad.

-Relájate, no voy a romperme, no cuando estás tomando así, así que estés acelerado o no, respira.

-No hables así. -dije frunciendo el ceño y metiendo mi cabeza en el hueco de su hombro

-¿Así como?

-Siento que el único afectado aquí soy yo, te escuchas demasiado tranquilo. -sus hombros se sacudieron, mis oídos llenándose de su risa

-Esta bien Liam. -tomo mi mano entre la suya más pequeña y la colocó en su pecho, Zayn suspiro y pude sentir los latidos desbocados de su corazón.- Esto que está pasando acá es por tu culpa, así que deja de creer que eres el único afectado. -entrelace mi mano con la suya de nuevo- Dios mío Liam, eres un total idiota, lo decía porque estas tratándome como un cristal extra frágil, no lo soy, tranquilo.

-Oye, me gusta tratarte con delicadeza. -bese su mejilla

-No veo por qué es necesario

-Porque eres importante para mí, cualquier cosa que te afecte va a afectarme, así que...

-Esto está comenzando a hacerse demasiado dulce, no quiero tirar un aww... -me miró de reojo con una sonrisa, le sonreí de vuelta

-Esta bien, entonces voy a tratarte con rudeza. -dije y me levante sobre el tomando las dos manos de Zayn entre las mías por sobre su cabeza, montándome en su abdomen.

-Esto es injusto, ¿cuántos kilos pesas más que yo?

-¿Estás llamándome gordo? -levante las cejas con diversión mientras Zayn sonreía y tiraba su cabeza hacia un lado

-Estoy llamándote musculoso. Mira esto, -señaló con su cabeza su brazo- esto no es nada comparado con los músculos de allá. -esta vez señaló los míos.

-Son tiernos. -frunció el ceño

-Oh pues muchas gracias, quiero decir, a un hombre le encanta que sus pocos músculos sean tiernos. Para eso estuve trabajando.

-Podría ayudarte si quisieras.

-No quiero quedar así de deforme. -levanto una ceja- Estar muy musculoso no va conmigo.

-Perezoso. -me acerqué un poco más a él

Zayn sonrió y se mordió el labio inferior, evitando una sonrisa

-Un poco, si.

-Te invito a entrenar, por un día.

-¿Cuándo?

-Mañana.

Cerró un ojo haciendo una mueca.

-Mañana es fin de semana, solo un loco saldría a ejercitarse un fin de semana.

-Por favor Zayn, todas las personas salen a ejercitarse los fines de semana.

-No todas. Yo no.

-¿Eso es un no?

-Eso es un no un fin de semana.

-¿Y entonces que vamos a hacer mientras tanto con esas ternuras? -rodó los ojos e intentó soltarse de repente sacudiendose, nuestras risas saliendo de nuestros labios, un intento completamente fallido.

-No son tiernos, solo son más pequeños, vamos Liam, como esperas que gane. -nuestras narices se tocaron y Zayn volvió a reírse, podía pagar una fortuna para oír de nuevo eso, sus mejillas y nariz rojas y sus pestañas contra sus mejillas mientras lo hacía. Me debilitó por completo. Me di cuenta porque lo siguiente que sentí fue el trasero de Zayn sobre mi abdomen y el suave colchón contra mi espalda.

-Eso fue trampa.

-No te pongas a llorar. -confiado de mis largas mañanas de entrenamiento, sonreí y jale, listo para levantar el cuerpo de Zayn, la sorpresa fue que solo logre tambalearme. Entrecerré los ojos mirándolo sonreír de oreja a oreja.

-¿También eres mentiroso?

-No es bueno mostrarle todas tus fuerzas a tu oponente de un solo jalón Liam, eso es una buena técnica.

-Gran lección. -Zayn levantó una esquina de sus labios soltándome lentamente, cuando estuve un poco más libre me levante rápidamente y enrolle mis brazos en su cintura, Zayn río abrazándose de mis hombros, fuera el perfume que fuera el que estaba usando me dio una bofetada cuando su pecho chocó contra mi nariz, algo sutil, nada por lo que quejarme, el movimiento brusco hizo que me cayera de espalda haciendo que Zayn tratará de no golpearse la cara contra las almohadas colocando sus brazos a cada lado.

Su mirada se concentró en la mía.

-Bien, ¿ahora qué estás jugando? -dije, medio sonrío y bajo un poco más colocando su cara sobre la mía a solo unos centímetros

Frunció el ceño tocando sutilmente su nariz con las mía.

-Esto no es ningún juego.

Su mirada se paseó por todo mi rostro haciendo una parada en mi labios, estaba a punto de levantar mi cabeza para sentir el toque pero antes de que yo hubiera hecho el movimiento los labios de Zayn ya se encontraban dominando los míos; mis manos se concentraron en su cintura, delicadamente dibujando pequeños círculos con mis dedos pulgares.

Zayn dejó caer por completo su trasero de nuevo un poco más por debajo de mi abdomen, un gemido bajo salió de entre mis labios contra los suyos, pude sentir su sonrisa chocando de nuevo contra mis labios.

-Yo también te extrañe.

Y no bastó más para que lo tirara debajo de mi cuerpo.

Mi corazón estaba más que loco.

¡Guarda espaldas!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora