Capítulo 11: No puede ser verdad.

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Sigo sin creermelo. Tiene que ser mentira. ¿Conoces eso de que no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes? Me está pasando.

Joder quería a West, más de lo que pensaba, y lo peor es que no me he dado cuenta hasta que se ha ido, y para siempre, no va a volver.

Siempre me sale todo mal. No puedo más, siento un vacío por dentro que me está matando. No había tenido mucha relación con él como para saber cuántos tíos tenía o como se llamaba su abuela, pero le conocía bien. Sabía que en el fondo de esa fachada de cretino, se escondía un buen chico. Sabía que cada vez que se ponía nervioso, cruzaba las piernas, sabía qué sonrisa era verdadera y la sonrisa que ponía cuando mentía. Y sé que no he aprovechado bien los momentos con él. Quería conocerle bien, quería pasear con él a solas días y días, quería levantarme y verle a mi lado.

Joder, que quiero que siga vacilándome y sacándome esa sonrisilla tonta que solo te la saca el chico que te gusta, que te hace de rabiar pero que te encanta. Joder West, por qué te vas.

Oigo el teléfono, es la Madre de West, para que vaya al funeral, será mañana a las cinco de la tarde. Sólo de pensarlo se me ponen los pelos de punta.

Se escuchan dos golpecitos en la puerta.

-Sí, pasa.- Me seco las lágrimas, e intento sonreír.

-Cariño, ya me he enterado, no disimules conmigo, puede que no siempre nos llevemos bien, pero te quiero con locura y quiero estar contigo en estos momentos.- Es mi madre. Apaga la luz y se acurruca a mi lado a consolarme, pasamos toda la noche así, abrazadas.

Empieza una nueva etapa en mi vida.

"Mítica chica"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora