Suena el puto despertador, como todas las mañanas. Es el sonido de que comienza otro día de mierda. No me quedan ganas para levantarme y seguir adelante, pero tengo que hacerlo.
Me siento en mi sitio de siempre en clase de química, pero sólo miro por la ventana, sin prestar mucha atención. Hasta que oigo mi nombre producido por una voz un tanto extraña. Miro y era un policía, quería que le acompañase. Mierda, se me olvidó por completo ir a comisaría. Dónde tengo la cabeza éstos días...
Aunque no tengo nada que ocultar, no puedo evitar ponerme muy nerviosa, no entiendo qué pasa, aunque está claro que tiene que ver con West.
Entramos en un despacho que hay al lado del jefatura de estudios. Se suele usar para hacer preguntas a la gente que se mete en líos. Había estado ahí un par de veces.
-Tome asiento.- Hago caso, mi respiración se agita.- Está bien María, cuéntame todo lo que sucedió esa noche, ese viernes 21.- Trago saliva y le cuento todo, con detalle.
-Está bien, ¿sabe usted quién era la persona que le llamo mientras estabais en la parte trasera de su casa?
-No, lo siento agente. Pero.. ¿Entonces se trata de un asesinato? Pensaba que había tenido un accidente.- Me empiezo a poner muy nerviosa.
-Le pegaron un tiro, lo siento. Pero no sabemos quién fue. El señorito West se ha metido en muchos problemas, supongo que éste se le fue de las manos.
-Por favor, si puedo ayudarles en algo me avisan, estaré encantada de ayudar. Y, si encuentran algo, avisenme, quiero saberlo.
-Está bien señorita, puede volver a clase. Siento mucho su pérdida, se ve que le quería.
Y tanto que le quería. ¿Quién cojones habrá matado a West? Llamaré a Diego y le diré que me ayude a buscarle... Tengo que encontrar a su asesino, por César West.
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"Mítica chica"
Ficção AdolescenteMaría no es la mítica chica. Es diferente, no es como las demás. Su problema es que tiene miedo, nunca se ha atrevido a expresar sus sentimientos. Hasta que se da cuenta de que estaba enamorada del chico equivocado. Y cuando se da cuenta, ya es tard...