"Mítica chica"

Capítulo 24: Me equivoqué.

Diego

No sé nada de María estos días. Ni una señal de vida. No entiendo a qué ha venido todo eso, ¿sabrá algo?

Estábamos tan cerca de ser algo... Llevo desde que tengo uso de razón enamorado de ella. Y ella... siempre me ha visto como un amigo, un buen amigo y nada más. Como ahora, supongo.

Es verdad que la cagué mucho ese viernes... Yo no quería hacer lo que hice. Aunque teóricamente no hice nada.

Ese viernes 21...

"Llegué a casa después de clase. Suena mi teléfono. Era un anónimo, pero lo cogí.

-¿Diego?- Dijo una voz un tanto rara.

-Sí, soy yo. Dime, ¿quién eres?- No entendía qué era todo esto.

-Tengo que pedirte un favor. Se trata de ayudarme a una cosita esta tarde. Te pagaré bien.

-¿De qué se trata?

-Tienes que llamar a una persona que se encontrará en la misma fiesta que tú y decirle que vaya contigo. Así no desconfiará. Sólo tienes que traerle hasta mí. Sencillo.

-No, lo siento, no puedo.- Me dispongo a colgar, este tío está loco.

-Se trata de West.

-Mmm... Está bien. Acepto.

Y pasamos durante unos minutos concretando todo.

A las horas después besé a María. Iba todo perfecto. Y justo después veo a West con ella apunto de besarse.

-West, te llaman. Es urgente.- Digo con un pañuelo en la boca para que no me reconozcan.

Le dirijo a donde el otro hombre [...]"

El resto de la historia ya la conocéis. Nunca me perdonaré que hayan matado a West por mi culpa. Yo ayudé a esa persona. Pero no lo hice con ninguna mala intención. Bueno... Sí. Pero sólo quería darle un susto. Él me había quitado a la chica y yo quería fastidiarle un poco.

Fue un gran error. Pero no puedo contárselo a nadie. Si me descubren seré cómplice de asesinato y ya habré fastidiado mi vida para siempre. Ya tengo 18 años, soy responsable de mis actos.

Aunque me merezco lo que me tenga que pasar. Le he quitado la vida a una persona inocente. No me merezco vivir.

Yo no soy más que él. Yo no merezco estar vivo mientras él está muerto por mi culpa. Definitivamente, merezco morir.

Cojo un papel y un boli. Escribo una nota en la que pongo.

"Lo siento papá y mamá, os amo con locura. Pero no podía seguir viviendo con éste peso encima. No merecía vivir. Ayudé a un hombre a matar a West. Sólo le llamé esa noche y le dije que le estaban esperando a fuera, pero para mi es demasiado. Y María, que sepas que desde pequeños has sido el amor de mi vida. Todas las noches soñaba contigo. Soñaba con levantarme al día siguiente a tu lado. Pero no pudo ser. Pero te quiero muchísimo. Quiero que le digas a tu chico, a quien sea, que se porte bien. Que le voy a estar vigilando desde ahí arriba. Gracias a todos, me he suicidado por el peso que llevaba encima, vosotros no tenéis nada que ver. Habéis sido el motivo por el que he seguido adelante cada día. Habéis sido el motivo de cada buen momento, de cada sonrisa. No derraméis una sola lágrima por mi. Yo me voy feliz. Porque vosotros habéis hecho que sea feliz. Gracias."

Abro la ventana del sexto piso, mi casa. Miro para atrás un par de veces. Digo "lo siento" y me tiro.