Más alto

7.7K 895 112
                                    

(Por: Christopher)


—Y no te olvides de aprender ese jugo raro con limón y fresas, necesitamos más opciones sin alcohol —insiste Chloe.

Suelto un suspiro cansado pero le aseguro que todo irá según lo planeado. Al inicio pensé que Rarissa con su ansiedad por la perfección sería un dolor de cabeza, pero nunca pensé ver a Chloe Jensen dándome uno.

—Chloe, ten cuidado, Lydia nunca habla con nadie en la escuela. Si algún profesor te ve, podrías tener problemas.

Ella me hace el signo universal para "te mando un mensaje más tarde" y se va.

No puedo creer que realmente haya tenido que sacar una excusa para librarme de Chloe Jensen. Cualquier chico de la escuela reza únicamente para conseguir algunas palabras de ella.

Sin ir más lejos, durante toda la conversación pude notar la mirada indignada del capitán de atletismo, como si se preguntara qué tengo yo para merecer la posibilidad de tener a Chloe en whatsapp.

Solo necesitas un sitio en mi clase de Sociales.

Casi me siento tentado a decirle que es muy fácil hablar con una chica con la que sabes que nunca pasará nada más que una amistad, pero solo confío en Adrian para apreciar mi sentido del humor.

Aunque tomando en cuenta la forma en que mi mejor amigo se está riendo mientras camina pasillo abajo con Rarissa, sospecho que podría estar a punto de incluirla en su selecto grupo de "gente no insoportable".

Sí, este proyecto definitivamente está poniendo el mundo de cabeza. ¿Qué es lo que sigue? ¿Mis padres cancelan sus juntas de socios para venir a mi cumpleaños?

—Chris, amigo, estoy tomando apuestas para el almuerzo de hoy. Yo digo que será de un color verde vómito. Marissa vota por un marrón cloaca. ¿Cuál es tu humilde opinión?

—Amarillo bilis.

—¿Lo ves? —Dice Adrian intentando señalarme, algo que resulta un poco difícil ya que tiene una mano tomando la de Marissa y la otra cargando una pila de libros—. Mi mejor amigo por casi diez años y todavía no se pone de mi lado. Espero que tengas más suerte en la elección de tus amigos.

—No lo sé. Yo estoy bastante feliz de que Darla se mantenga en su propio lado. El mío es muy aburrido y no quisiera matar a mi mejor amiga a punta de bostezos.

Genial, ahora ella incluso bromea sobre sí misma.

—¿Cuántos años de amistad? —Pregunta Adrian—. Tal vez todavía tengo salvación.

—Ni en broma, hemos sido amigas por cinco años apenas.

—¿De quién hablan? —Regina y Giselle se suman a la conversación al unísono. Era un poco desconcertante al inicio que actuaran como si pudieran leer la mente de la otra, pero ya nos hemos acostumbrado.

—De cómo Darla y Marissa se hicieron amigas —suelto antes de poder detenerme.

Por favor, por favor, que alguien pregunte...

—Ohh, ¿puedes repetir la historia? —Pide Regina—. Me encantaría saber.

Bendita seas entre todas las mujeres...ah, no, esperen, así no iba este agradecimiento mental.

Es raro ya no poder pensar la frase sin que mi cerebro la complete con el Ave María y me pregunto si a Regina le pasa lo mismo. Seguro que sí ya que lleva escuchando oraciones toda su vida.

Camina al INFIERNO en mis zapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora