(Por: Christopher)
—¿Sabes qué pasa con Adrian? Está desanimado y ha estado tocando la guitarra hasta pasada la medianoche.
—Pues...
En el tiempo que me toma balbucear que no tengo idea, Adrian llega con nosotros.
—Hasta luego, papá.
Incómodo. Definitivamente incómodo. No la manera en que uno desea empezar cualquier clase de día. Arranco distraídamente, y Adrian comenta sobre los grupo de facebook y whatsapp que han estado hablando ayer sobre la cancelación del proyecto.
—¿Estás despierto? —Pregunta Adrian cuando casi me paso un semáforo en rojo—. Porque si no es así podría bajar y caminar a la escuela.
—No, solo estoy nervioso por este día —invento a la desesperada—. Va a ser raro.
Adrian asiente y suelta un suspiro cansado.
—Es extraño pero parece que volver a nuestra vida normal, de la que nos hemos quejado tan poco estos últimos años, va a ser una mierda.
—¿Ya extrañas a Rarissa?
—No la llames así —advierte Adrian—. Y tu pregunta no tiene sentido, todavía podemos seguir hablando. El proyecto ha terminado, pero nosotros no hemos cambiado, ¿cierto?
—Yo diría que hay cambios significativos.
—Sí, pero debajo seguimos siendo nosotros. Solo va a tomar tiempo acordarnos...
Le ruedo los ojos pero evito hacer otro comentario. Todavía intento encajar el hecho de que haya estado tocando toda la noche su guitarra. Realmente tiene que gustarle, e intento no estar decepcionado de que no me haya dicho nada.
Adrian resulta tener algo de razón. Durante el resto el día la gente olvida sus papeles, se confunde al hablarle a alguien, o actúa de una forma impropia de ellos mismos. Me siento rarísimo de vuelta en la mesa en la que hemos comido toda la secundaria a pesar de que solo la dejamos por un par de meses.
Terminamos el almuerzo de forma apresurada, ya que Adrian tiene taller de música, y yo tengo tutoría de matemática.
En el buen lado, el profesor nos deja salir temprano porque ve que tenemos la cabeza en otro lado y prefiere dejarnos tarea para la casa. En el malo, todavía tengo que esperar que salga Adrian.
Paso por mi casillero para dejar el libro de ejercicios y cuando estoy a punto de ir hacia el salón de música, Chloe Jensen se detiene junto a mí, aunque solo me doy cuenta que es ella después de unos cinco segundos enteros.
Demonios, había olvidado que esta chica parecía un ángel de Victoria's Secret.
—Necesito recolectar firmas para una causa importante, es urgente.
—¿Me estás hablando en serio?
—Soy Chloe Jensen, puedo hacer lo que quiera. Firma aquí.
Lo dice con tanta convicción que termino firmando.
—¿Qué es esto?
—Mi petición para hacer que vuelva el proyecto. Voy a demostrar que es necesario y que los padres no tienen ni idea de lo que quieren sus hijos. Me presentaré en la próxima reunión de padres de la promoción.
Me toma otro par de segundos procesar la idea.
—¿Crees que lo conseguirás?
—He conseguido setenta y dos firmas en menos de dos horas, soy increíble, así que obviamente lo conseguiré.
—¿Y es casualidad que justo hoy te hayas puesto una minifalda?
Tiene la decencia de parecer ligeramente cohibida, pero se recupera en un instante.
—Voy a usar cualquier arma que esté a mi disposición, esto es importante. ¿Y sabes? Puedo darte consejos para mejorar tu outfit.
—¿Tomo eso como un cumplido o un insulto?
—Lo que te haga sentir mejor, cariño.
Me da un guiño y nuevamente tengo que recordarme que esta es Chloe siendo ella misma.
—¿Y de verdad quieres volver a ser Lydia? —Se me escapa—. ¿Prefieres ser la chica que nadie mira, porque te cansaste de tener tanta atención?
—Esto no es sobre mí, Chris —ella me da una mirada enojada, y odio a mis hormonas por alborotarse con lo sexy que se ve—. El proyecto ayudó a mucha gente y merecen un cierre, no un corte abrupto liderado por algunos padres que ni siquiera se tomaron la molestia de hablar con sus hijos.
Se va con la cabeza en alto, decidida a recolectar más firmas y estoy casi seguro de que lo conseguirá. Al día siguiente, su iniciativa ya es noticia. Ha estado siendo comentada en grupos de whatsapp, Facebook, twitter...
—¿Viste la petición de Chloe? ¿Ya firmaste? —Le pregunto a Adrian.
—No, no le veo el sentido.
—¿Tú no querías que vuelva el proyecto?
—Sí, pero ya lo cancelaron. Creo que está haciendo un esfuerzo en vano.
—Un esfuerzo que está haciendo a favor de todos —le recuerdo—. Por su cuenta. Y solo pide que le entregues un par de segundos para firmar.
Ni siquiera sé por qué estoy discutiendo con él sobre eso. Darla me escribió ayer para decirme que todavía quería invitarme un helado, y subió una foto increíblemente sexy de ella comiendo un helado algún otro día, así que no tengo mayor interés en si vuelve o no.
—¿Por qué estás tan obsesionado con que vuelva? Tienes más oportunidades de hablar con Darla sin el proyecto que con él.
—No todo es sobre Darla, ¿ok?
Adrian me puso una indignante cara burlona de sorpresa.
—¿Desde cuándo?
—Vete a la mierda, deja de ser tan pesado. Busca a Chloe y firma, algún día me lo vas a agradecer.
—Si consigues que te agradezca, te compondré una canción.
—Exigiré una balada donde declaras tu amor incondicional por mí.
—Hecho —me sorprendió que no lo dudara ni un segundo—. Por un lado, espero que ella gane, pero por otro no tengo idea de qué diablos rima con Christopher.
—Coger, duh. ¿Y tú eres el genio musical?
Adrian me da un codazo que casi me rompe una costilla y empiezo a quejarme hasta que veo que Marissa se ha detenido junto a nosotros y empiezo a reírme sin control.
—¿Está todo bien? —Pregunta ella.
Eso solo hace que se me empiecen a saltar las lágrimas de la risa.
—Es Christopher, él nunca está bien. ¿Tú cómo estás?
—Bien, sufriendo un poco con esto del cambio de proyecto. Pero estamos trabajando para eso. ¿Han visto lo de Chloe? ¿Ya firmaron la petición para que vuelva el proyecto?
Suena emocionada, y siento más peligro de que se me rompa una costilla, porque sé que Adrian no va a negarle la firma a Marissa.
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Camina al INFIERNO en mis zapatos
Teen Fiction"El nombre que han sacado en el sorteo, es el nombre del compañero que les ha tocado en este proyecto. ¿Han escuchado que antes de criticar a alguien deben caminar una milla en sus zapatos? No, no es un trabajo en parejas. Por un trimestre entero, t...