Al revés

1.2K 255 63
                                    

(Por: Marissa)

—Entonces...eso no salió tan mal, ¿verdad?

Chloe lo considera por tanto tiempo que me pone nerviosa.

—Nos doy optimistamente un ochenta y seis.

—Eso es aprobar —dice Adrian.

Caminamos hacia la salida un poco más animados, mientras el grupo de padres termina su reunión. Hemos presentado de forma impecable nuestros argumentos para restaurar el proyecto, incluyendo un video que se le ocurrió grabar a Christopher hace unos días.

La gente podía ponerse frente a la cámara y decir en pocas palabras por qué creían que el proyecto debería volver.

Mi mayor sorpresa fue ver a Lindsay cuando las tomas estuvieron completas y empezamos a editarlo en casa de Adrian.

—Yo no pensaba que esto realmente fuera gran cosa —decía a la cámara—. Y creí que sería difícil igualar el promedio de la chica que me tocó interpretar...es el primero puesto de la promoción. Nunca ha sido mi objetivo la matrícula de honor en matemáticas o química, o lo que sea, porque estudiaré diseño de modas.

—Gran sorpresa —murmuró Chris—. ¿Lo dejo?

—Terminemos de verlo —dijo Adrian dándole play al video nuevamente.

—Pero después de unos días, empecé a intentarlo en serio, y he cambiado de opinión...nunca pensé que física podría ayudarme a aprender más sobre cómo diseñar zapatos —Lindsay se reía de sí misma—. A veces no le damos oportunidad a algunas cosas porque creemos saber que no nos van a gustar, o que no son de nuestro interés, y esto es importante porque nos ha ayudado a descubrir cosas que no sabíamos que importaban. Cosas que no sabíamos que nos gustaban...

Christopher ni siquiera tuvo que preguntar después de eso para dejar la toma completa en el video final. Muchas personas decían cosas parecidas e igual de sorprendentes, por lo que a pesar de que me preocupaba de que se nos acusara de deliberada manipulación, usamos el video.

—Espero que Regina me perdone por odiar a sus padres, han sido los peores.

—O desde otro punto de vista, los mejores —señala Darla—. Eso de que luego de dar la autorización, los padres deberían ser libres de revocarla, ha sido matador. ¿De qué sirve el proyecto si no estamos todos en él?

—Además, después del primer día, la mitad de nosotros le hubiéramos pedido a nuestros padres que nos sacaran.

—Hubiéramos falsificado sus firmas antes del primer descanso —Bromea Lucas, que ha venido con Adrian y Christopher, de forma inesperada a ayudar.

O al menos eso es lo que creo hasta que Chloe lo toma de la mano y se despide de nosotros. Giselle también se despide y se va con ellos.

Los cuatro nos quedamos con la boca abierta y no pronunciamos una sola palabra camino al café a dos cuadras de la escuela.

—¿Es en serio? —Christopher es el primero en recuperarse.

Todos estallamos en carcajadas.

—Uno de mis mejores amigos sale con Chloe Jensen —dice Adrian en voz alta como si quisiera asegurarse de que no está loco. Darla se ríe tanto de la cara que ha puesto que no consigue decirle su pedido al cajero y yo tengo que hacerlo por ella.

—Es como un cuento de hadas al revés, ¿no? —Reflexiona Lydia.

—¿A qué te refieres?

—Pues a que siempre es la chica normal la que consigue al chico guapo y millonario...y esto es todo lo contrario.

—Oh por Dios, nuestro amigo es una princesa Disney.

Mientras nos reímos de la ocurrencia de Christopher, mi cabeza no puede dejar de pensar en por qué una chica como Chloe saldría con él. Ella es bonita, inteligente, y tiene mucho dinero. Por otro lado, Lucas es...solo Lucas. No es que lo conozca mucho pero no es ni muy guapo, ni muy brillante, ni millonario. Sé que suena superficial, pero usualmente la gente guapa y con dinero sale con otra gente guapa y con dinero.

—Hablando de Dios...Regina ha estado actuando rara últimamente, ¿no creen?

—Sí, se sentó lejos de Giselle en el almuerzo y dejaron de hablar entre clases.

—Y parecía molesta con algo —señalo.

—Y ya no habla con ninguno de nosotros —añade Adrian—. Éramos amigos hasta hace dos semanas.

Lydia se encoge de hombros.

—Quizás solo fue muy buena fingiendo para el proyecto.

—No creo —se mete Darla—. He sido ella por semanas, después de todo. Regina es...buena. Todo el mundo en su grupo de catequesis la adora, sus padres son muy amables, estaba en todas las comisiones de la iglesia. Es como Marissa describe a Giselle, pero en versión religiosa.

—Lo cual tenía perfecto sentido cuando eran amigas.

—La última vez que las vi unidas fue en la fiesta —empiezo a reflexionar en voz alta—. Y la siguiente vez que las vimos, Regina parecía pensar que su comida había causado el pecado original.

—Sí, ¿pero por qué tendría que estar molesta también con nosotros?

—Quizás piensa que apoyaremos a Giselle.

—O se pelearon por algo de lo que no quiere hablar...entonces se ha peleado con todos para no tener que dar explicaciones.

Nos quedamos pensando unos minutos alguna salida al misterio, pero no damos con nada.

—Pues no, no recuerdo nada más que ellas recibiéndonos cuando volvimos después del accidente —dice Christopher.

—Se fueron, ¿no?

—Sí, desaparecieron un buen rato a solas...y eso suena muy mal —se corrige Adrian.

—Eso explicaría algo —sigue Lydia en tono burlón—. Imagina esto, Giselle le dice que le gusta y Regina se aleja porque su religión no se lo permite...bueno, para empezar porque creen que está mal, ¿no?

Christopher se echa a reír.

—Si Giselle fuera lesbiana, se habría enamorado de Chloe, obviamente.

Es un poco extraño bromear sobre eso, pero terminamos riendo, hasta que el celular de Darla nos corta un poco. Mientras ella contesta, Lydia anuncia que irá a pedir un postre.

—¿Aló? Ah sí, vinimos por un café...uno de los chicos nos va a llevar, no te preocupes...sí, mamá, en cuanto acabemos aquí voy para la casa...Un beso, chau....¿Qué? —Pregunta cuando todos nos la quedamos mirando.

—Tú acabas de aceptar ir a tu casa sin pelear con tu mamá —digo en voz alta, sin terminar de creerlo. Darla se pone de pie, lista para irse.

—Ya sé, ya sé, es que estoy cansada. ¿Me vas a llevar o qué? —Se queda mirando a Christopher que casi inconscientemente voltea a ver si le habla a alguien más y tengo que esforzarme para contener la risa. He visto a Darla hacer eso antes, ser tan descaradamente directa que los chicos se ponen nerviosos. Podría decirse que es incluso parte de su sex appeal.

Y da justo en el clavo. Christopher la sigue, volteando cada pocos segundos a mirarnos, como si pensara que todo es un sueño.

—¿Qué diablos fue eso?

—Así voy a titular este día, me siento atrapada en una cámara escondida.

Adrian toma un sorbo de su café y pone una mirada pensativa, como si estuviera volviendo a analizar todo en su cabeza.

—Quizás es el proyecto, nos ha vuelto un poco locos a todos, ¿no?

—Ya lo creo, hasta se me han quedado algunas nociones de moda. ¿Y a ti?

Adrian me pone una sonrisa divertida, casi pícara y dice:

—Las ganas de salir contigo, ¿qué te parece mañana en la noche?

Se me congela el interior de la boca por la cantidad de tiempo que se me queda abierta y solo reacciono cuando Lydia regresa y pregunta:

—¿A dónde se han ido Christopher y Darla?

Camina al INFIERNO en mis zapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora