Ready-to-wear

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(Por: Chloe)


Sonríe

Sonríe

Sonríe para mí

Te miro

Y sonríes

Y el mundo gira

Dime

Dime

Dime qué te hace sonreír

Y qué te haría

Sonreír para mí.

He leído el poema tantas veces que ya me lo sé de memoria, pero aunque me gusta, no tengo idea de si encaja con los ideales de poesía de la clase.

Una voz me saca de mi ensimismamiento.

-Hola, cariño. ¿Qué novedades tienes para mí?

Salto en mi lugar, dejando caer mi cuaderno y papá se echa a reír.

Lo vuelvo a poner en mi regazo, esperando que se disculpe, pero él sigue sonriendo expectante.

Oh, me hizo una pregunta.

—No mucho, estoy dibujando diseños.

Abro mi cuaderno en una de las últimas páginas, donde he estado decorando un largo abrigo con pequeños puntos plateados formando patrones en ondas.

Él recorre el diseño con los dedos y me da una palmadita apreciativa, pero no comenta nada. Ni "lindo", ni "podrías mejorar", hasta un "horrible" hubiera ayudado, pero supongo que no le interesa lo suficiente.

—¿Cómo ha ido el viaje?

Por supuesto, yo sí tengo que quedarme a escuchar sus aburridos relatos sobe transacciones comerciales y viejos colegas. Ni siquiera hay alguna anécdota graciosa para complementar. Después de veinte minutos de charla aburrida, papá sale de la habitación y vuelve al instante con una maleta.

—Los vi en Argentina y pensé en ti.

Cuando la abre, me divierto al imaginarlo pasando por la aduana con todo eso. Hay al menos doce cajas de zapatos.

Josefina Ferroni.

Empiezo a abrirlas lentamente. Hay unos preciosos kitten heels negros con tirantes en forma de T. La segunda caja cae me trae unos oxford de blanco y negro. Simples, sobrios y totalmente mi estilo. Casi babeo cuando la tercera caja se abre. Este es definitivamente el zapato que gana mi corazón. Son oxford blancos con una delgada línea dividiendo la punta de un rosa bebé.

Papá suelta una risita cuando pateo las pantuflas para poder ponérmelos y suspiro al verlos en mis pies.

La segunda fila de cajas me trae más flats con lacitos y la paso rápidamente hasta llegar a la tercera: los tacones con plataforma.

La primera caja me revela unos verde jade con pequeños ribetes azul oscuro, de base beige. Me quito los oxford y los pruebo al instante solo por el placer de poder verlos en todos los espejos. Son hermosos. Los siguientes parecen los mismos pero con los colores invertidos. Sin embargo, noto que el tacón es de tipo cono y no hay beige a la vista. También hermosos. Hay unos zapatos de plataforma rojos y finalmente unas sandalias de color negro y azul que sé exactamente con qué combinar. Bleu Majorelle, pienso.

Camina al INFIERNO en mis zapatosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora