And then, I met you.

La boda. (Capítulo 6)

Llegó el día de la boda. Yo estaba con mi madre y unas amigas suyas ayudándole a vestirse, maquillarse, peinarse... Mi madre estaba muy guapa, llevaba un vestido blanco hasta el suelo, con un sólo tirante. los zapatos eran grises con mucho tacón, el pelo lo llevaba con un pequeño recogido que dejaba algunos mechones sueltos por los lados, iba maquillada sencillamente, estaba muy guapa.

Nos montamos mi madre y yo en un coche con mis abuelos, al llegar entré a la iglesia y me senté al lado de Chris al otro lado de Chris se encontraba Jeremy. El primero llevaba una camiseta azul fuerte con un traje negro, no llevaba corbata en cambio el segundo iba igual vestido que el segundo pero con una corbata de un color más fuerte, los tres se podía decir que íbamos conjuntados, sin duda Chris y yo parecíamos una pareja que se habían puesto de acuerdo.

Richard se encontraba en el altar aparentemente nervioso, de repente sonó una melodía que anunciaba la entrada de la novia, todos giramos la cabeza hacia la puerta, dónde enseguida apareció mi madre con mi abuelo. Hizo una entrada espectacular hasta que llegó al lado de Richard, este le dio un beso en la mejilla. La boda pasó aburrida, al final se dieron el sí quiero y salimos para irnos al restaurante. Allí, como no, otra vez me tocó al lado de mi queridísimo ahora sí, hermanastro. La comida transcurrió bastante tranquila, después tocó la hora de bailar, todos se pusieron a bailar incluso Jeremy. Chris y yo seguíamos sentados. En estos días que habían transcurrido no nos habíamos dirigido la palabra, con Tom las cosas se habían arreglado, él es un buen chico.

-¿No quieres bailar cómo el otro día?-Dice con una sonrisa arrogante.

-No.

-Pero si te gusto.

-No.

-Sí, te encantó.

-¡Déjame en paz!

Los dos nos callamos y miramos para delante. En seguida viene mi madre.

-Chicos, bailar juntos.

-No.-Digo.

-Chicos, ya.-Dice mi madre seria.

Chris me coge la mano y me lleva a la pista.

-¡Muy bien!-Dice mi madre.

-No fastidies el día, anda.-Me dice Chris. Lo miro con odio. La música que suena es movida pero de repente se cambia a lenta. Mierda.

Me agarra la cintura con suavidad, yo le agarró el cuello y uno mis manos por detrás de su cuello. Intento dejar un hueco entremedio de nosotros pero Chris me junta hacia él. Tonto, tonto. Nos empezamos a mover lentamente al ritmo de la música.

-¿Por qué me odias tanto?-Me susurra.

-¿Por qué eres tan creído? ¿Por qué cambias de opinión cada dos por tres?

-No soy un creído. Y, ¿A qué te refieres?-Me dice dándome una vuelta. Luego nos volvemos a juntar.

-Me dices que soy fea pero me muerdes el labio, y no más porque te dije que no, me dices que soy fea pero me llevas a otro bar para estar solos, me llamas fea pero bailas conmigo pegados, me llamas fea pero en el bar me dijiste sexy, a veces eres una persona increíble como el día de la carrera y el día que salimos pero luego te conviertes en un gilipollas.-Le digo soltando todo lo que pensaba. Los dos nos hemos parado de bailar.

-Eres mona, aunque me gusta picarte, y con lo de mis cambios de humor pasa lo mismo.

-A mi me da igual que pienses que soy mona, sexy, fea... Sólo quiero que no me digas nada ¿Bien?

-Pero es que eres extremadamente guapa.-Me dice al oído.

-No me hables al oído.

-¿Te pongo nerviosa?