Viernes por la tarde a las cinco y trenta de la tarde paseabamos por el centro comercial. Bob y Amy iban cada uno a mi lado con una notable confusión. Ví una sala de belleza y entre.
-Hola, ¿tienen un hueco?
-Claro, ¿para los tres?
Yo en teoria no quería nada pero ya que estabamos.
-Sí.
Le apunte a la chica lo que hacía falta para cada uno.
Después de dos horas dentro se esa sala salimos, ni Amy ni Bob se habían mirado al espejo, cuando los ví sonreí de oreja a oreja.
-¡Vamos a comprar ropa!
-¡Quiero mirarme!-Solto la chica.
-Y yo.-Dijo el chico.
-Luego.
Primero entramos en una tienda de chicos. Después de que Bob me dijera sus tallas y me diera dinero empecé a cojer ropa moderna, sin olvidarme de un conjunto que llevaría esta noche, después entramos a una tienda de chicas e hice lo mismo con Amy, también me cogí un conjunto para mí. Corriendo fuimos a mi casa, eran las nueve y aun teniamos que cenar, subimos a mi habitación. Y fuimos entrando por turnos al baño para cambiarnos.(Había tapado los espejos) Cuando estabamos listos bajamos a la sala de baile ya que había muchos espejos.
-Chicos, mirar.
Los tres entraron, Bob y Amy se acercaron a los espejos lentamente, tenían los ojos abiertos en par en par.
-Chicos, teneis que cuidar vuestro aspecto, mirar que guapos.
El pelo perfectamente alisado de Amy caía hasta por encima del ombligo. No llevaba gafas, en su lugar llevaba unas lentillas. Su cara estaba maquillada suavemente. Llevaba unos pitillos negros, con una camiseta azul azul que las mangas llegaban por encima de los codos, y la camiseta era un poco más larga que lo normal y de calzado llevaba unos tacones azul electrico.
Por otra parte, Bob llevaba, un peinado con el flequillo levantado, y los demás mechones negros caían desordenadamente por encima de sus orejas, él también llevaba unas lentillas en vez de sus gafas, que hacían sus ojos verdes más bonitos. Él llevaba puesto unos pitillos negros con una camiseta pegada a al cuerpo gris y una chaqueta negra que le quedaba genial.
Yo, llevaba mi pelo ondulado suelto, con una falda negra y una camiseta blanca por dentro de ella y mis taconazos negros a conjunto.
-¿Qué os parece?-Dije.
-Me siento atractivo y todo.-Dijo Bob.
-Y yo...
-¡Ahora lo estáis! Teneís unas gafas nuevas en las bolsas por si a caso las prefereis en vez de las lentillas.
-Bien.
Dicho esto salimos de la sala, y fuimos a picar algo para cenar, allí nos encontramos a mi hermanastro.
-Uo, uo, ¿Amy y Bob? ¿En serio?
-Sí, he hecho un gran trabajo.-Digo orgullosa.
-Uo, ya te digo.-Dice guiñando el ojo a Amy, esta se sonroja imediatamente.
Los cuatro nos sentamos a cenar.
-¿Vais a venir a las carreras?
-Eso parece.-Dice Bob.
Chris asiente mientras se lleva un trozo de su bocadillo a la boca.
Al acabar le pido a Chris que lleve a uno de los dos, a lo que él responde.
-Guapa, ¿vienes conmigo?-Dirigiendo la mirada a Amy.
Esta otra se vuelve a sonrojar mientras se coloca en la moto de este.
Yo niego con la cabeza y me monto con Bob en mi moto.
Al llegar me encuentro con mis amigos.
-¡Hola!-Saludo animadamente.
-¡Pero si tenemos aquí a la más guapa de todas!-Dice David dandome un abrazo.
-Hey, hey, amigo, es mía.-Dice Tom, besandome como si estuviera marcando un territorio.
Luego voy saludando uno por uno hasta llegar a Nat que con ella me quedo hablando.
-Oh, se me olvidaba, mirar, estos son unos amigos.-Digo señalando a los dos.-Estos son Bob, Amy, ellos son Less, Charles, David, Nat, Tom, mi novio, Eleonor y Josh.-Todos se van saludando.
-¡TODOS A SUS POSICIONES!-Se oye decir por los altavoces. Hoy participará Nat conmigo, los chicos cómo bien creo que comenté no corren porque según ellos se reservan para 'La gran carrera de motos ilegales de Los Ángeles" ¡Vienen mucha gente de todos los estados!
Nat y yo nos ponemos al lado y nos susurramos "suerte", al otro lado está Chris que me guiña un ojo.
Rojo. Naranja. Verde. ¡Esta vez me gana Chris! Yo quedo segunda, y Nat cuarta. ¡Vaya mierda! ¡Me ganó el idiota de mi hermanastro!
-¿Qué ha pasado, pequeña?
-Cállate.
-Pero no te enfades.
La verdad es que tengo muy mal perder.
-No me enfado.
-Ya, claro.
-Cállate.
Me voy hacía mis amigos.
-¡Eso fue alucinante!-Me exclama Amy.
-No gané.-Murmuro entre dientes.
-No siempre puedes ganar.-Me dice Tom.
-A parte quedastes segunda, eso está genial.-Dice Bob.
-Lo que me importa es que me gane mi hermanastro.
-Bueno, va.
Esta vez no me apetece salir a tomar algo, por lo que veo a Bob y Amy tampoco, ellos piden un taxi y se van a casa. Yo cojo mi moto y me vuelvo. ¡Tengo que tranquilizarme! ¿La mejor forma? El baile. Subo a mi habitación y me pongo unos pantalones de chándal cortos, y una camiseta de tirantes, corriendo bajo a la sala. ¡Me gusta tanto tener una en mi propia casa! Pongo la música y empiezo a bailar, una canción y otra.
(Narra Chris)
Después de tomar un par de copas por mi victoría voy hacia casa. Me encanta la cara que se le ha quedado, cómo se ha picado, me encanta hacerla rabiar.
Al llegar a casa, oigo música procedente de la sala de baile. Me dirijo hacia ella y me asomo, me quedo observandola, ella se ha cambiado ahora va de deportivo, ella se mueve... Ella se mueve genial, cada movimiento, cada paso... Es genial. Ella se da cuenta de que la observo.
-¿Qué haces?-Dice parando la música.
-Tú sigue, sigue.
-No.
-Bailas mal, fea.
-No me importa.
-Ya, claro, igual que no te ha importado perder, ¿no?
-Exacto.
Yo suelto una carcajada sonora.
-¿De qué te ríes?
Yo me acerco a ella y me acerco a su oido.
-Recuerda, caerás rendida a mis encantos.-Le susurro.
Dicho esto le sonrío seductoramente, y subo a mi habitación dejando a Holly muy desconcertada.
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Saludos-
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And then, I met you.
Teen FictionHolly Williams era una adolescente estudiosa, amistosa y tímida pero desde que se murió su padre se ha convertido en una fiestera y rebelde, cuándo se convirtió en lo que es ahora se dio cuenta de lo buena que era bailando y ahora el baile es su may...