Capítulo 29

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Al día siguiente, recuerdo haber dormido como un bebé. Sinceramente no había tenido un buen sueño desde hace mucho.
Cuando terminó todo, no pudo pasar desapercibida la "Platica". Cuando mi papá acabó de mencionarme cada preservativo mi cara ya estaba escarlata y mi corazón saliéndose de mi pecho.
Me preparé para ir a la escuela, la sonrisa permaneció en mi rostro y se hizo mucho más grande al ver a Iker esperando en la entrada del colegio.
Me acerqué y rodeé su cintura con mis brazos y lo miré hacia arriba, era un poco más alto del metro setenta y eso era realmente perfecto.

-Hola-Dijo mirándome a los ojos y dándome un beso tierno en los labios, suspiré y sentí su perfume abrazar mi cuerpo.

-Hola-Seguimos caminando, rodeó mi hombro con su brazo.

-¿Dormiste bien?

-Fue un buen sueño-Una oleada de escalofríos corrió por mi espina dorsal y no pude evitar ver hacia atrás, estando consciente de que no encontraría nada.

-¿Qué pasa?

-Nada, solo...-Dudé un poco y el asintió.

-Lo sé-Me dijo-He tenido la misma sensación toda la mañana.

Estuvimos juntos todo el tiempo, excepto en las horas de clases, las cuales se me hicieron insoportablemente largas.
Cuando por fin terminaron las clases, Iker me esperaba de igual forma, y de igual manera lo abracé y lo besé.
Mientras me acompañaba a mi casa, con su dedos entrelazados con los míos, la sensación de ser acosada de verdad me estaba tensando, es como ya haber superado todo lo anterior de ser secuestrada y tener que lidiar con lo mismo de nuevo, es demasiado, y estoy olvidando mi corazón roto, deberían tener un poco más de consideración.

-¿Aún sigue?-Pregunta Iker con tono de preocupación.

-Olvídalo...-Solté su mano y la puse en los bolsillos de mi sudadera.

-Eso fue repentino-Dijo mientras miraba su mano vacía-¿La apreté demasiado?

-No, solo que no me parece correcto que andemos por la calle de la mano sin ser novios-Se detuvo de golpe y yo lo hice pasos más tarde, parpadeó un par de veces y luego me alcanzó.

-Planeaba hacer esto un poco más adelante, pero supongo que es un buen momento-Sacó una pequeña caja negra de sus bolsillos, tomó mi mano y abrochó un brazalete de oro blanco que brillaba con intensidad aún con las nubes en el cielo.

-Que lindo...

-Sh-Me interrumpió, se puso en una sola rodilla y el rubor corrió por mis mejillas-¿Quisieras ser mi novia?

Me quedé sin habla, mientras él esperaba pacientemente mi respuesta, la sensación volvió con una nueva intensidad, sentía como si me fulminaran, lo ignoré y volví a los ojos de Iker.

-Sí-Se levantó y tomó mi rostro en sus cálidas manos, besándome.

-Wow-Suspiró y sonreí-Me tienes loco chica-Le volví a dar un beso rápido y le permití de nuevo tomar mi mano.

Llegamos a mi casa y lo invité a pasar.

-Linda casa-Dijo cortésmente, mi papá no estaba, pero eso no significaba que lo tuviera que meter a mi habitación.

Encendí el televisor y elegí un programa al azar.
Puse mis piernas en su regazo y charlamos un buen rato.
No podía evitar derretirme con su adorable sonrisa cada vez que ese par de hoyuelos sobresalían de sus mejillas.

-Entonces, no te creo que no hayas tenido otra pareja además de mí-Le dije mientras picaba su estómago. Me tomó de las muñecas y me besó en la frente.

-Una-Dijo.

-¿Solo una?-Asintió-¿Era bonita?-Dije haciendo un puchero, él sonrió.

-Del uno a ti, 10-Dijo y le di un golpe juguetón en el brazo-No era más hermosa que tú, jamás he visto a nadie más hermosa que tú-Me acerqué y le di un beso en la mejilla-¿Y tú? Tampoco creo que no hayas tenido a nadie aparte de mí.

Me separé y suspiré, no quería recordarlo, pero cuando casi lo saco de mi memoria, de alguna u otra forma su recuerdo logra colarse de nuevo.

-Uno.

-¿Era atractivo?-Su modo burlón de alguna manera aligeró las cosas.

Quería decirle lo mismo que él me dijo a mí, decirle que jamás había visto a tremendo chico sexy. Pero era mentira.
"Señor" era tan maduro, su semblante duro le daba su propio atractivo que me daba debilidad ante él, sus labios ásperos y fríos me hacían sentir realmente protegida y acogida, su fuerza, su inteligencia, todo en él era perfecto. La forma tan profunda de expresar sus sentimientos me daba irrealidad. Iker era distinto, era infantil, pero tenía seriedad e inteligencia, su perfume me enreda y me hace sentir en las nubes, su sonrisa me resultaba endiabladamente adorable y sus ojos eran como un libro abierto, podías descifrar sus  emociones con tan solo verlo directamente.
Sería una competencia bastante pareja, ellos dos eran tan perfectos e inigualables que me hacían sentirme inexistente, como alguien que simplemente no era merecedora de tenerlos conmigo, porque hay cientos de chicas con las cualidades que llenarían los requisitos de ambos pero son embargo ellos decidieron comprometerse conmigo.
Miré a Iker una vez más, él esperaba mi respuesta, esbocé una sonrisa y me acerqué a él, rozando mis labios con los suyos, mezclando nuestros alientos, ahuequé su mejilla y él me dedicaba una tierna mirada.

-Tú eres el indicado-Estrelló su boca con la mía y el rubor inundó mi cara.

Mientras me besaba, abrí los ojos y mi vista quedó directamente a la ventana, parpadeé un par de veces, aturdida.
Me concentré en el beso, esperando a que mi mente solo estuviera jugando conmigo por tan candente escena. Pero no era así.
Una silueta estaba viéndonos directamente, y estaba completamente segura de que era a nosotros porque no había nada qué ver por aquí.
Iker se dio cuenta de mis escasos movimientos bucales y siguió mi vista, tallé mis ojos y la silueta había desaparecido.

-¿Viste algo?-Seguía con la boca abierta. Giré hacia el rostro de mi novio, llenándome de calma una vez más-¿Lexa?

-No-Dije agitando la cabeza y enderezándome en mi asiento.

-¿Quieres que te deje sola?

-No-Lo abracé y él me devolvió el gesto con aire protector-Es lo que menos quiero ahora.

El secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora