Capítulo 44

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-No, espera...-Y se me ocurre decirlo cuando ya ni siquiera puede escucharme.

Una vez estando en mi cuarto, después de una muy larga ducha caliente, lo llamé, gastándome todo el crédito y pidiendo más a mi papá.

1) "Iker, hey, hola... Oye, tengo que hablar contigo, de verdad, contesta".

No respondió.

2) "Oye, escucha, solo quiero disculparme. Estoy diciendo que quiero pedirte perdón en persona ¿Y te das el lujo de rechazar la oferta?

No respondió.

3) "Okey, escucha, no quise sonar grosera, solo devuélveme una estú... Una llamada y listo, dejaré de molestar".

No respondió.

4) "Escucha, de nuevo... Odio a tu novia, pero si quieres estar con ella adelante, solo no vuelvas a mí cuando ese cuervo te saque los ojos «Tus, hermosos y avellanados ojos» adiós".

-¿Hola?-Su voz me tomó de sorpresa, casi dejo caer el teléfono.

-Iker, escucha, yo...

-Está bien-Me interrumpe-No debí hablarte de ese modo de cualquier forma, en todo caso el que debería pedir perdón soy yo-«Bueno, en teoría...»-¿Lexa?

-¿Mm?

-¿Me escuchaste? Te dije que lo siento.

-Oh, sí, no hay problema, solo quería protegerte, por nada del mundo quisiera hacerte sentir miserable, eres importante.

-¿Qué tan importante?

-Mucho.

-Sabes que eso no es lo que quise decir-Suspiro y él hace lo mismo en la otra línea.

-Iker, sabes que te quiero, pero no así... No como me quisiste...

-¿Te quise?-Pausa-¿Ahora tú puedes decir lo que siento y lo que no?-No digo nada, este chico de verdad me está irritando-Bien, olvídalo.

-¿Estamos bien?

-Supongo...

-Cuídate entonces...-Me cuelga y me deja en un silencio ensordecedor.

Acaricio la cabeza de mi niñera, que está a mi lado jadeante y alegre, intento bajar el cólera, intento borrar el recuerdo de ellos dos... Dios, joder ¿Qué me pasa? En la ventana, casualmente está alguien, viendo directamente hacia mí, me sonríe y bajo enseguida. Afuera, con gotas pequeñas pellizcando su hermosa cara, y sus manos en los bolsillos, luce realmente espléndido.

-Hola-Lo abrazo-Estás húmeda, ¿Te bañaste?

-Hola-Dije sin soltarlo-Oye, creo que deberías cuidarte más, no es bueno para ti estar aquí afuera.

-Vamos, una lluviecita no puede hacerme nada.

-No me refiero a la lluvia-Sorbo mi nariz-Deberías cuidarte.

-Lo tengo controlado.

-Tú todo tienes "Controlado"-

-Bien, de acuerdo ¿Pasó algo?-Un trueno nos hace dar un respingo y pasamos a la camioneta.

-Oh, Dios.

-Asientos cálidos bebé.

-No me llames bebé, es algo trillado y...

-Yo le decía a la camioneta.

-Cállate-Suelta una carcajada y le doy un codazo.

-Fue solo una broma cielo.

-No estoy para bromas.

-¡Qué carácter!-Toma mi rostro y lo gira hacia su dirección-Pasó algo.

-No, solo no estoy para bromas, tú sabes.

-No, no te estoy preguntando. Dime.

-No importa, de cualquier modo ya pasó y estoy bien-Me mira escéptico, como mi papá. Sinceramente estoy empezando a fastidiarme de este tipo de miraditas, y funcionan tan bien en sus ojos, no entiendo por qué no puedo tener el mismo efecto en las personas-Bien, solo, no te molestes...

-Contigo nunca.

-Bueno...-Friccioné mis manos para entrar en calor (aunque claramente no lo necesitaba)-Estaba hablando con Iker.

-¿De qué?

-Bueno, es que saliendo de la escuela lo vi besándose con Jessica y bueno, tú sabes que yo la odio, entonces discutimos y me siento mal, y hace rato volvimos a hablar pero aún siento que no se arregló nada y estoy algo...-Estiré mi cabello-¡Arg!

-Bueno, oye, tranquila, si el quiere estar con ella, creo que es porque le vio algo ¿No? Algo bueno.

-O probablemente porque no la conoce.

-Tal vez ella cambió...

-No, estoy casi segura de que ella no ha cambiado. Personas como ella no cambian-Su rostro se ensombrece.

-Oye, yo cambié, y a mi opinión, soy peor que ella-Se detiene y deja caer la cabeza en la parte superior del asiento-¿Por qué te molesta que ellos salgan?

-No, es que... No creo que ella sea lo suficientemente buena para él. No se merece a alguien como ella.

-Se merece a alguien como tú, supongo-Tomo su mano que yace de su costado y la aprieto gentilmente-Dime una verdadera razón.

-Ya te la dije.

-Dime una convincente. Por favor, no quiero pensar que lo quieres.

-¿Qué? No-Estiro mi brazo hasta ahuecar su mejilla.

-No entiendo por qué te molesta que salga con alguien más, no es algo que te importe.

-Es mi amigo, me debe de importar.

-Pero no al punto de ponerte celosa.

-¿Piensas que estoy celosa?

-Estoy pensando muchas cosas... No, no me confundas, trato de no sacar conclusiones-Cierra los ojos con fuerza.

-¿Insinúas que te engaño con él?-Fue más duro escucharlo de mis labios.

-Lexa, solo, basta. No quiero seguir hablando sobre esto.

-Pues bien, no hablamos-Abro la puerta y él se estira y la cierra de nuevo.

-No te estoy corriendo, simplemente quiero dejar de pelear y hablar de otras cosas-Pone un mechón de cabello detrás de mi oreja y me acaricia la mejilla con su pulgar-Por favor cielo.

-Bien-Le sonrío-¿Cómo está Tedd?

-Emocionado, digo, eso de ser papá lo está haciendo un poco más protector conmigo.

-Ow.

-No, no digas "Ow", es molesto e irritante, digamos que esto es un pequeño descanso... ¿Te ha ido bien en la escuela?

-Mm... Sí, bueno, tengo que ponerme al día, y hay proyectos que ni siquiera empiezo, además de que están haciendo una maldita obra y es obligatorio participar-Miro de reojo sus ojos, y noto que están posados en mis labios, me sonrojo y dejo de hablar.

-¿Qué?-Dice con una sonrisa en el rostro.

-No me mires así.

-¿Hace cuánto que no nos besamos?

-¡Concéntrate!

-Dios, te juro que haré cosas realmente ilegales si no me distraigo con algo que no sea el ver mover tus labios al hablar.

-¿Cómo fue que te hiciste doctor?-Dije de carrerilla, apartó la vista y miró hacia el frente.

-Bueno, es algo largo.

El secuestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora