Me muestra su dentadura blanca, con las comisuras de su boca hacia arriba. Lo rodeo nuevamente con mis brazos y el me aprieta gentilmente.
-Jesús-Digo mientras que una lágrima amenaza con salir-Hace tiempo que no te veo, Dios, es increíble... ¿Qué haces aquí?
-Bueno, quería verte, es extraño no tenerte de un lado a otro en la casa... Además tenemos provisiones de sobra y no hay nadie que sea capaz de atiborrarse.
-¿Volvieron?-Se encogió de hombros y asintió.
-Sí, ahora parece más una maldita cárcel, "Señor" ha mejorado la seguridad, se podría decir que ahora tenemos paredes anti balas.
-Lo sigues llamando señor...-Digo entre suspiros con un nudo en la garganta.
-Sea lo que sea, sigue siendo mi jefe.
-¿Cómo ha estado todo?
-Bastante mal de hecho-Suspira-La policía busca a "Señor" por la muerte de los hombres que nos atacaron, ha estado bajo mucha presión estos días.
-Pero nos atacaron-Dije con la voz entrecortada, cerrando los ojos con fuerza al recordar tan horrorosa escena-Él no tiene la culpa de nada...
-Aún lo amas...-Me interrumpe. Asiento y bajo la mirada.
-Tengo novio ahora.
-Lo sé.
-¿Él lo sabe?-Asiente-¿Me ha estado vigilando? Pero prometió mantenerse alejado...
-Creo que se ha dado cuenta de que te necesita más de lo que creía. Dímelo a mí, se la ha pasado golpeando cosas, no tienes ni puta idea de como se encuentra.
-Me lo imagino...-Mira mis ojos y vuelve a suspirar.
-Se ha tatuado una vez más...
-¿Qué?
-Dice que es para aligerar el dolor, es tremendamente ridículo, pero teniendo en cuenta de que ha bebido mucho últimamente...
-¿Bebe?
-Está perdido-Me roba un suspiro y las lágrimas amenazan con salir de nuevo-Vamos, él te necesita...
-Prometimos estar separados, vivir nuestras vidas ¿Qué no te puso al corriente?
-Me rogó que te convenciera ¿Tienes idea de cómo se pondrá cuando le diga lo que claramente no quiere oír?-Lo fulminé con la mirada-¡Me pateará mi culo!
-Creo que eres lo suficientemente fuerte como para poder defenderte solo...-Le espeté.
-Al parecer solo has visto su lado tierno-Me giré pero él volvió a hacer que lo mirara a la cara-No sabes en lo que se convierte cuando se encabrona. Por favor...-Suplicó-Por mi trasero.
-No-Dije con voz seca-Lo lamento, pero no quiero traicionar a Iker...
-¿Se llama Iker?
-No te hagas el sorprendido, estoy segura de que has investigado todo sobre él... No quiero que lo sigan persiguiendo, ni siquiera lo miren, hablo en serio, si me entero de que le hicieron daño o que mi relación con él se ha jodido por su culpa, juro que los maldeciré con cada fuerza de mi ser y los haré odiarme ¿Está claro?-Se encogió de hombros. Respiré profundo, aclarando mi garganta y suavizando mi voz-Él está por llegar a mi casa. Quiero olvidar todo lo que viví ahí, quiero sacarlo de mi mente y de mi corazón, ayúdame con eso-Ahora la que estaba suplicando era yo.
-Bien-Dijo cortante-Creo que es hora de dejarte ir-Bajé la cabeza y me alejé de Tedd, gritó mi nombre de pronto, deteniendo mi partida, me giré, listo para verlo una última vez-Fue un gusto verte de nuevo, de corazón-Le di una genuina sonrisa y entré a mi casa.
Un nudo de preocupación se atoró en mi caja torácica, Iker estaba a punto de llegar, solo, con Tedd fuera. Dios.
Tocan la puerta y salgo disparada, la abro y veo a mi novio sosteniendo películas y comida a la estira de sus hombros con esa sonrisa que emanaba paz y ternura, lo dejé pasar y el puso todo sobre la mesa.-Traje una de terror, espero no importe...-Me pidió permiso con la mirada y asentí, procedió a reproducirla, no pude evitar no cerrar la puerta con seguro-Espero que te gusten los fideos, la verdad, son mis favoritos-Decía mientras me ofrecía una caja.
Mientras la película pasaba, yo mantenía la vista perdida en la ventana, ya no me sentía vigilada, pero sí vacía. El solo imaginarme a "Señor" en tan mal estado me enferma, yo no quería llegar a esto, yo planeaba estar a su lado, sin importar qué.
Ahora me doy cuenta de lo tarde que es, Iker está tan centrado en la película, y yo tan absorta en mis pensamientos. Él me mira con confusión y yo niego con la cabeza.-Sabes que puedes confiar en mí ¿No?-Dijo mientras apoyaba su mano en mi muslo, tomo su mano y la entrelazo con la mía-Quiero que estés bien.
-Lo estoy-Dije mientras ponía mi mano libre ahuecando su mandíbula.
-No quiero esto para un rato-Toma mi rostro entre sus manos y me mira fijamente-Te quiero.
Me quedo sin habla, no estaba mentalmente preparada para decir la palabra, pero él esperaba.
-No tienes que decirme lo mismo ahora, sé que es muy pronto-Bajé la mirada con culpabilidad.
-Lo siento-Una lágrima corrió por mi mejilla y él la limpió con su pulgar.
-Oye cielo, está bien. Con que estés aquí conmigo, comiendo mi comida favorita, estoy más que contento-Me dio una amplia sonrisa y miró su reloj-Creo que ya es tarde.
-¿Qué?-Me da un beso en la mejilla y se levanta del sofá-Quédate...
-Ya es tarde, tienes que dormir-Me dijo con ternura.
-Es viernes-Eso no era lo que me importaba, el hecho de saber que Tedd estaba ahí afuera, y que tal vez estaba con él alguien más ahí afuera me aterrorizaba. No podía ni siquiera imaginar a Iker atado de sus extremidades siendo amenazado por una pistola. Puse mis manos en su cuello y lo besé.
Él se dejó llevar por mi impulso, introduciendo su lengua y succionando suavemente mi labio inferior. Me gustaba tenerlo cerca, pero ahora necesitaba mantenerlo ocupado para no dejarlo salir, al menos hasta que llegara mi papá y pudiera darle un aventón a su casa.
Se separa de mí y suspira.-Linda forma de decirme que me quede.
-¿Aceptas?-Asiente y lo llevo de nuevo al sofá, me dirijo a la cocina, solo para respirar tranquilamente sin que él notara mi nerviosismo. Miré por la ventana que estaba encima del lavaplatos, y aunque todo estaba despejado, supe que había algo ahí.
Mostré ambos dedos hacia la ventana, maldiciendo a aquella silueta que se encontraba tan presente y tan invisible.
«Te amo» digo para mis adentros, no sin antes volver a maldecir.
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El secuestro
Dla nastolatków-No puedo dejarte ir-Me dijo con la voz entrecortada-Un secuestrador no puede liberar a su víctima. Un secuestrador no puede dejarla ir-Una lágrima corrió por su mejilla, me miró directo a los ojos y tomó mi rostro entre sus manos-Tú secuestraste mí...