Capítulo 14: ¿Sí?

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-Toma asiento.-me indica Tamara.
Cuando lo hago, Tamara comienza a buscar unos cuantos papeles en su escritorio.
-Veo que tienes un historial médico muy extremo.- dice leyendo algo de una carpeta.- Has recibido varias balas en una ocasión, y en el 2002 estuviste aquí con tu hermano... Benjamín ¿No es cierto?
-Así es. Aunque me parece que mi historial médico no tiene que ver mucho en mi caso, ya que he venido varias veces aquí por heridas "superficiales"-hago énfasis en la última palabra.- Jamás me he fracturado algo cerca de la cabeza, y tampoco me he golpeado así que ya puede devolver ese expediente al hospital, y descartar lo físico de las posibles causas de locura.-comento cansada.
Tamara alza la vista de mi expediente y sonríe, después lo suelta y lo deja caer en el escritorio, se quita los lentes y me mira detenidamente.
-¿Quisieras contarme acerca de tus problemas? Es decir, tan solo mírate, estás tan bien que tienes el suficiente potencial como para hacer comentarios coherentes.- Se acerca más a mí por encima del escritorio.- y tú y yo sabemos que los doctores son demasiado exagerados con los pacientes. Así que para ahorrarnos tiempo solo dime que te preocupa. Y te aseguro que nadie sabrá nada de esto más que tú yo.
Me lo pienso un segundo antes de contarle lo que me pasa, pero decido hacerlo, pues tarde o temprano tendré que hacerlo.
-Bueno, hace unos días estaba en casa, era temprano y platicaba con Adam, entonces de la nada mi herida comenzó a sangrar, eso era imposible, ya que estaba casi cicatrizando.- omito la parte del extraño tubito negro en mi interior.- me desmayé y comencé a tener unos cuantos sueños raros, que implicaban a mi familia muerta. Y esa es básicamente la razón por la cual a veces grito al despertarme, no tanto por el sueño, sino porque se siente demasiado real y no tengo el control de lo que pasa.- le cuento incómoda.
-¿Sabes que son los terrores nocturnos Jessica?-me pregunta con una expresión interesada pero despreocupada.
-No del todo.-respondo entrelazando las manos ansiosamente.
-Es una especie de pesadilla, en la cual experimentas terrores que hacen que tu ritmo cardiaco se acelere y comiences a hiperventilar. Normalmente estos terrores se producen en las primeras horas de sueño, es por eso que en cuanto te duermes comienzas a soñar y despiertas al poco tiempo gritando aterrorizada. Y esto nos desvía al siguiente tema: Insomnio. ¿Lo has sentido?
-sí.-contesto atenta, mis manos no dejan de moverse, y no es por nerviosismo si no por la típica ansiedad en mí pero los controlo.
-Bueno, la causa de esto es por estrés, preocupación, ansiedad o simplemente por alguna condición cerebral deficiente. Y por lo que veo tú estás estresada, probablemente te preocupe volver a tener alguno de esos terrores nocturnos, y por la forma en la que mueves tus manos eso es ansiedad. Jessica créeme que no quiero preocuparte pero habrá que ver si no tienes alguna deficiencia cerebral.- escondo mis manos y en eso ella se queda callada, después se levanta del asiento y me mira sonriendo.- aunque ni tu ni yo les diremos nada de esto a ellos.-dice señalando una ventana en la cual se ve a un grupo de doctores en la entrada.- no hasta que probemos lo contrario ¿de acuerdo?
-siempre y cuando no des a conocer mi expediente Psicológico, a nadie.-le digo educada pero cortante.
-¿Por qué?
-No quiero problemas después de esto, ya sabes, cuando todo mundo sabe que tienes conflictos aquí.-señalo mi frente.- siempre lo relacionan con cualquier error pequeño o grande.
-De acuerdo, como me veo obligada a entregarles algo les daré uno más breve, el real me lo quedaré yo.-dice guiñándome un ojo.
-Bueno, ¿ahora que?-pregunto satisfecha.
-ahora te mostraré unas imágenes y tú me dirás lo que ves.- asiento y Tamara saca unas hojas con figuras impresas.
-¿Qué ves aquí?-dice mostrándome una de ellas.
-Vidrio roto.
Saca otra hoja y me la muestra.
-Paloma
Sigue sacando más hojas.
-Cámara
-Muchas personas.
-Sombrero
-Luna...

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Una hora después salí del consultorio y fui a mi habitación, ya que necesitaba cambiarme para que me dieran de alta... aunque aun así tendré que venir de nuevo con la psicóloga. Minutos después me reuní con Adam en una mesita de la cafetería.

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