Capítulo 7: La cena

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Me doy una ducha y me pongo el vestido negro, junto con los tacones, me dejo el pelo suelto y lo aliso con una plancha para cabello que Deborah me proporciono. Sonrío al imaginarme lo raro que es esto... ir a una cena con una identidad falsa, para matar a Jeff...

Salgo de mi habitación y bajo las escaleras que dan a la sala, en donde todos están esperándome para darme más indicaciones.
Mientras bajo las escaleras noto que todos tienen expresiones diferentes al verme.
Las chicas están sonriéndome y parecen orgullosas de nuestra elección con el vestido y los zapatos. Ethan me guiña un ojo sonriendo. John se dispone a sonreír ampliamente y darle un codazo a Adam, que anteriormente estaba arreglando unos papeles de la mesa. Adam se voltea y me mira de pies a cabeza, se cruza de brazos y niega con la cabeza para después sonreír.
Adam se me acerca y comienza a ponerme un pequeño micrófono escondido en el cuello de mi vestido, y un pequeño audífono en el oído.
-Con esto te escucharemos y tú a nosotros.
-Bien.-digo apartando mi cabello de la oreja derecha.
-Por cierto.- comienza Adam que me mira a los ojos mientras instala el micrófono en el vestido.- Odio ese vestido.
-¿Por qué?-pregunto a la defensiva.
-Porque Jeremy, el idiota riquillo, podrá apreciarlo más de cerca, y por más tiempo.- comenta exasperado.
-¿Celoso?-pregunto alzando una ceja.
-Mientras no te bese no habrá heridos.- me acomoda el cabello escondiendo el audífono. Su expresión seria y su tensión en los músculos, me dice algo: está nervioso.
-¿Asustada?-pregunta.
-No lo creo, ¿y tú?
-Procuraremos tu seguridad lo mejor posible... Debes actuar naturalmente normal.
-Vale, te preguntaré algo y tú me contestarás con la verdad y nada más que la verdad.-comienzo, Adam asiente ante mi petición.
-¿Cómo lo seduzco? Es...yo soy nueva en esto y no quiero arruinarlo todo.
Adam suelta una risa en voz baja y luego me mira tiernamente.
-De la misma manera en la que lo hiciste conmigo.- me toma una mano y la calienta por unos cinco segundos en silencio.
Después sonrío y me alejo hacia la mesa de la cocina. Donde están todos, Adam detrás de mí.
-¿Todo listo?-pregunto.
-La limusina está por llegar.- comenta Ana.
-Toma, esta es tu identificación, y tu pase a la cena. Recuerda que te llamas Jennifer Cross.-comienza John, está nervioso por alguna razón.
-¿Estas bien?-le pregunto.
-Sí... solo nervioso, creo que todos aquí lo estamos, aunque algunos lo demuestran más que otros.
-Seré precavida.-le prometo tomándolo del hombro.
-Bien. Por cierto, tenemos acceso a las cámaras de seguridad donde se realizara la cena, así que si te pierdes nosotros te podremos orientar.
-Bien, avísenme si quieren una mejor vista de sus rostros, e instrúyanme cuando alguien se me acerque y no sepa su nombre.- digo sonriente. Antes de que John me responda se escucha el pitido de la limusina, tomo mi pequeño bolso negro con plateado y me acerco a la salida.
Nadie habla y todos se disponen a verme marcharme.
-¿acaso esto es un velorio? Animo, que aún no muero.- comento sonriendo y salgo por la puerta. Y me encamino a la limusina, me siento en la parte de atrás y el conductor hace avanzar el vehículo.
Me quedo en silencio dos minutos y después escucho a Adam en mi oído.
-Los Korlov están en una mesa de cuatro en el rincón derecho del salón. Actúa elegante, y no hables conmigo al menos que sea importante o estés sola. Los chicos están conmigo en el sótano, yo seré tu instructor, y cuidadito y dejas que te toque ese Korlov.-escucho su voz atentamente y río cuando termina la frase.
-¿Qué te hace pensar que te haré caso, acerca de Jeremy?
-Que a ti no te agrada esa gente, y que no llegarías a tal extremo solo para provocarme.- me imagino que está sonriendo.
-¡Yo no te provoco!- exclamo graciosa.
-Lo estás haciendo ahora mismo.-dice entre risas.
Antes de que conteste, la limusina se para y me tomo unos segundos para después bajar del vehículo, saco mi invitación, y me acerco a unos hombres de smoking que están en la entrada.
-Su invitación, por favor.-me solicita uno de ellos.
Una vez que se la doy, el asiente y me la devuelve, abriéndome paso. La entrada está llena de unos cuantos paparazzi y gente importante que no conozco. Miro hasta la derecha, y en la esquina visualizo a los Korlov. Me acerco lentamente y tomo una copa de vino blanco. Actúo muy educadamente. Ya no escucho a Adam y eso me pone nerviosa.
-Háblame.-susurro.
-Estoy aquí, todo está bien.-lo escucho, pero no me lo creo. Siento los hombros de otras personas chocar con los míos.
Saco mi teléfono celular para disimular que estoy hablando con alguien.
-Espera, esto está muy concurrido.-comienzo a jadear.
Trato de caminar entre tanta gente, comienzo a marearme.
-¿Qué te pasa?- pregunta preocupado.
-Es... un ataque de pánico, hay demasiada gente.
-Vale, intenta respirar nena, piensa que estás sola, y solo están los Korlov. No te presiones, siéntate, tenemos tiempo de sobra.
Trato de respirar profundamente me acerco a una mesa y me apoyo en ella para tranquilizarme, miro a los Korlov y luego busco una cámara de seguridad, pues espero que me puedan ver, quiero que me vean, quiero pensar que están aquí y que esto no es más que un ensayo.
-Vamos, nena.- escucho a Adam susurrando.
Al fin consigo respirar, y mi vista mejora, me seco el sudor de las manos en el vestido y me mentalizo pacíficamente haciendo caso omiso de la gente.
-Bien. Estoy mejor.- susurro para mí misma, guardo mi teléfono y sigo caminando hacia los Korlov. Nerviosa, pero mejor.
-Aún puedes regresar...-autoriza Adam.
-Esa no es una opción.- digo mediante un suspiro largo y relajante.
-Lo estás haciendo mejor.- sigue apoyando.


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