Capítulo 43

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-Sí, ya lo tengo.
-Bien, entonces insértalo.
Deborah y Adam trabajan en un código que podría ayudarnos a encontrar a Jeff. Ethan está a un lado de mí, observando y leyendo en su laptop, mientras que yo me encargo de pensar en una buena emboscada para Jeff.
-¡Lo tengo!- Exclama Deborah mientras teclea en su laptop, salgo de mi estupor y me acerco al igual que todos a la pantalla.
-No sale de los lugares públicos.- Ethan comenta.
-Es muy inteligente.- Habla John.
-No creo que se aleje de las personas.- Deborah.
-¿Cómo lo vamos a emboscar?- pregunta Eleonor.
-No lo haremos.- giro la cabeza.- Es imposible... ¿y si sólo lo matamos y ya?
-¿En público?- pregunta Eleonor exaltada.
Me encojo de hombros.- Él no se lo espera y francamente no me importaría ir a prisión por él.
Todos guardan silencio. Y apenas y me doy cuenta de la estupidez que acabo de decir, pero que sin embargo la sostengo.
-Hacemos esto por él. Y he estado en peores condiciones... Prisión puede no ser tan mala.- Silencio, nadie mira a un lugar en específico, simplemente miran al vacío.- Puedo hacerlo sola, solo díganme qué hacer.
-¿Quieres ir a prisión?- Pregunta Deborah.
-No, pero si tengo que hacerlo lo haré.
-No se trata de dos días de castigo en la prisión de la ciudad Jess. ¡Si la policía te arresta por homicidio recibirás cadena perpetua!-Exclama Eleonor.
-Bueno, no es para tanto.- Dice Ethan.- Te darán mínimo quince años. Y no creo que quieras pasarlos en la prisión más protegida del país.
-Quince años...- Susurro y alzo la cabeza para encararlos.- No es que me vaya a perder de mucho.- Me encojo de hombros y miro a Adam, con su pacífica mirada sobre mí.- No tengo hijos, abuelos o lo que sea. Y ustedes van a estar bien.
-No todos pero...-Suspira Adam.- Yo puedo acompañarte.
Cierro los ojos y los abro rápidamente, lo observo y sonrío.
Me alegra que me acompañe, pero no quiero que vaya a prisión y tarde más que yo o salga más pronto. Tengo miedo a que no pueda esperarme tanto.
-Lo haremos los dos.- sentencio.- Planeen lo que tengan que planear y nosotros nos encargamos de lo demás.
-No creo que sea una buena idea.- Contradice John.
-Mejor dos que a los seis ¿Verdad?- Le sonrío.- Llámenme si necesitan algo.
Salgo del sótano y subo hábilmente las escaleras para después salir de casa, hacia el patio y más tarde caminar por el liso concreto de las calles. Apenas llevo unos cuantos metros lejos de casa, cuando Adam corre tras de mí y me toma de la mano para seguirme el paso.
-¿A dónde vamos?- Está tan feliz que me sorprende.
-A pasar nuestros últimos momentos felices...

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Los autos pasaban por las calles salpicando gotas de agua provenientes de los charcos que la lluvia formaba en las calles.
Jessica y Adam se paseaban a veces caminando y otras veces persiguiéndose entre sí por la ciudad.
Adam necesitaba dejar de pensar y comenzar a disfrutar lo que Jessica le provocaba. Un sinfín de emociones; como felicidad, tristeza, amor y fe. Adam no fingía su miedo hacia prisión, pero era algo que estaba dispuesto a hacer por Jeff y por ella. No la iba a abandonar así nada más, decirle "Lo siento pero no quiero ir a prisión" no era una opción. Y lo único que le quedaba hacer era pasar los mejores momentos con ella.

-Vamos a la playa.- Pidió Jessica, Adam la miró extrañado y luego se detuvo.
-Estamos muy lejos de ahí. Y por si no te has dado cuenta está lloviendo.
-¿Jamás has nadado mientras llueve?- Adam hizo un gesto de desaprobación, pero Jessica lo ignoró e hizo la parada a un taxi.
-Es una tontería.- dijo Adam ya en el auto.
-Este día es para eso.

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Cuando llegamos a la playa no veo a casi nadie.Pero me alegro de que algunos vendedores sigan en sus puestos.
-No tenemos trajes de baño Jess.- Adam me mira como si estuviera actuando ridículamente, y efectivamente lo estaba haciendo... Pero hoy todo se vale.
Ruedo los ojos y le suelto la mano, para tomar su playera negra y quitársela.
-Ahora quítate los pantalones.- Le ordeno mientras me quito la blusa, dejando al aire mi sujetador azul cielo.
Adam me mira sonriente.
-Si así vamos a nadar...- Se quita los pantalones mostrando su bóxer negro y su bien trabajado cuerpo, yo hago lo mismo y me quedo con la ropa interior azul cielo. Estoy en buena forma al igual que él, pero su figura me hace sentir menos.
-Adelante.- dice Adam después de darme una revisada con los ojos. Me toma de la mano y me empuja hacia el mar. Él es el primero en tocar la fría agua, aunque después de unos segundos nos acostumbramos debido a la lluvia y el viento.
Me hundo y aguanto la respiración mientras que trato de ver a través de lo profundo del mar. Pero Adam se me une y ambos quedamos de frente aguantando la respiración.
Hasta que él hace un montón de muecas que me hacen soltar el aire por medio de una risa y salgo a tomar más aire, al igual que él.
-No hagas trampa.- le golpeo levemente salpicando algunas gotas.
-No es mi culpa tener sentido del humor.- Dice despacio y me toma de la cintura para acercarme a él.-Fue una buena idea después de todo.- dice sonriendo.
-¿Por qué te gusta la playa o porque estoy en ropa interior?- Adam ríe ante mi indirecta y me besa detenidamente, paso mis manos sobre sus hombros y acaricio su nuca, él juega con las curvas de mi espalda y baja cada vez más.
-Debimos ir a un hotel en vez de esto.- Susurro y Adam vuelve a reír.
Realmente es raro que bromeemos acerca de eso, pues lo hablamos como si no fuera a pasar... Y yo quiero que pase con él, debe ser con él.
Mi cuerpo comenzó a temblar mientras Adam me besaba.
-¿Tienes frió?
-Sí.- mentí y mire hacia otra parte que no fuera él.
Me avergüenza pensar en eso porque sé que no va a pasar, y que él no quiere quesea conmigo.
-Entonces vámonos.- me suelta y toma mi mano para dirigirnos a la arena mojada por las gotas de lluvia.
Mientras nos volvemos a vestir la lluvia para y el sol comienza a resurgir de entre las nubes.
-¿A dónde vamos?- Pregunto mientras me abrocho el pantalón.
-No sé tú, pero yo quiero silencio y comodidad. Y tú lo necesitas.
-¿Casa?-pregunto ladeando la cabeza.
Adam asiente y me besa la frente, luego toma mi mano, caminamos hasta la civilización y pedimos un taxi de regreso.
Durante el camino a casa recargo mi cabeza en el hombro de Adam y sin dejar de mirarlo todo el tiempo.
-¿Qué?-me susurra con voz ronca.
-Ambos vamos a ir a la cárcel, y será por varios años, pero alguno de los dosva a salir primero y...
-¿Qué?
-¿Me vas a esperar?
Adam sonríe y mira al frente, luego se vuelve de nuevo hacia mí y me besa lentamente.
-No quiero remplazarte, y jamás te olvidaría. Seré paciente, nena.- Me guiña un ojo y sonríe de lado.
Yo lo beso esta vez y por el resto del camino lo sigo haciendo, hasta que tenemos que bajar del auto para llegar al fin a casa.
No me agrada la idea de volver al lugar en donde todos se ponen histéricos,discuten, hacen planes y tienen malas relaciones, pero ellos lo son todo y no puedo... no quiero ignorarlos.    

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