Capítulo 36: Reparaciones

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Son las dos de la tarde, Adam no está y lo único en lo que puedo pensar claramente es en el condenado dolor de cabeza, y en aquellos sonidos tan fuertes que provoca la gotera de la regadera de baño.
Me levanto y a los pocos segundos me arrepiento, me duele todo el cuerpo y ni hablar de las náuseas.
-No vomites... no vomites...-Y como si mi cuerpo me odiara, voy al cuarto de baño y vomito, pero se siente bien sacarlo todo.
Me doy un baño como puedo y luego me visto con mucho trabajo, bajo las escaleras hasta llegar a la sala y luego a la cocina, tomo una botella de agua y la bebo toda.
Logro ver una cerveza en la nevera y me rio estúpidamente.- Ya no volveré a tomarte.- le susurro a la botella.
Me siento en el sofá y me acuesto moribunda, luego comienzo a quejarme.
-¿Por qué bebiste tanto idiota?- me regaño.
-Porque dijiste que Beer- Pong era divertido.- me responde mi hermano, sentándose en el suelo y mirándome tiernamente.
-Genial, ahora estoy alucinando de nuevo.- me pongo una mano en la cabeza y suspiro cansada.
-Sí, eso parece... pero ¡oye! No me odies por prohibirte beber antes.- me guiña un ojo y se levanta.- aquí viene el bastardo, prepárate.- y se aleja unos pasos hasta toparse con Adam, él no lo logra ver, pero Ben se le queda mirando como si quisiera asesinarlo. ¿Sabe lo que pasó? Supongo que sí, tomando en cuenta que a Ben le comenzaba a agradar Adam, pero de un momento a otro cambió de opinión, al igual que yo, supongo.
-Hola.- saluda antes de meterse en la cocina. Toma la licuadora y comienza a prepararse algo con leche, plátanos y miel. Luego lo licua y lo sirve en dos vasos, se sienta un lado de mí y me ofrece uno.
-Gracias.- lo tomo y ambos lo bebemos. Se siente incómodo el sentir el líquido en mi estómago después de haber vomitado tanto.
-Esto nos ayudará a sentirnos considerablemente mejor.- hace una mueca y se toca el estómago.- Lo dudo mucho, pero algo es algo.
-¿Ahora eres médico?- le regaña Ben, Adam no lo escucha pero aun así Ben está molesto con él.
-Basta ya.- le pido a Ben, coloco una mano en mi cabeza y suspiro.
-¿De qué hablas?-pregunta Adam.
-De nada.- lo vuelvo a mirar y esta vez Ben ya no está.- Olvídalo, como sea... tenemos cosas que hacer ¿No?
-Sí, eso creo, pero Ethan está... ya sabes, muriendo de la resaca y creo que tienes que ir a verlo, yo me encargo de John, él no está tan mal.- me guiña un ojo y sonrío.
-Oye...- le hablo antes de que suba las escaleras.- ¿Te acuerdas de ayer?-pregunto divertida.
-Depende.-se encoge de hombros.
-¿De qué?
-De si quieres que me acuerde o que solo lo olvide.- Así que me mira curioso y pronto comienzo a reír graciosa.
-No nos hará mal recordar buenos momentos.- me levanto y termino mi vaso, luego miro a Adam.
-Bien, entonces ve a cuidar a tu ex prometido.- dice refiriéndose a Ethan, subo las escaleras con Adam al frente y nos separamos uno a cada lado del pasillo para entrar a nuestras respectivas puertas, él a cuidar a John y yo a Ethan.
-¿Nos vemos después?-pregunta antes de abrir la puerta.
-Solo si Ethan no me vomita.- le guiño un ojo y abrimos los cuartos, Adam se adentra en la habitación y yo en la mía.
-¿Ethan?-pregunto cerrando la puerta detrás de mí.
-Dios Jess, estoy muriendo.- se queja, está en la bañera y en calzoncillos, tiene una muy buena condición física como para estar quejándose como nena.
-Vamos, tienes que levantarte.- sonrío mientras le ayudo a ponerse de pie y salir de la bañera.
-Creo que estoy peor que cuando estaba borracho... ni siquiera sé lo que digo.- se lamenta.
-Estarás mejor en unas cuantas horas.- le guiño un ojo.- Te lo prometo.
-Eres tan linda.- se ríe tontamente.- me alegra que seas mi prometida.
-Sí, Ethan.- digo mientras lo siento en la cama y busco una toalla en el baño.
-No eres como las demás, tú eres...
-Especial.- le completo irritada.- Sí Ethan ya me lo habías dicho.
-¿Enserio?-pregunta. Lo cierto es que no me lo había dicho pero no quería seguir escuchando halagos de un chico con resaca.
-Sí.- contesto.- ya lo habías dicho.
-¿Qué no te he dicho?-pregunta confundido, mientras le seco la cara.
-Nada, ya me has dicho todo Ethan, ahora solo ayúdame a ponerte los pantalones.
-Bueno...-susurra y toma los pantalones. Pero es un poco torpe al levantarse y cae al suelo con una pierna dentro del pantalón y otra en el aire.
-Eres un desastre.- le digo riendo, finalmente me agacho y le ayudo a ponerse los pantalones.-Bueno ahora la playera.-lo siento de nuevo en la cama.
-No quiero ponérmela, hace calor.- se queja de nuevo.
-Solo póntela.- le regaño y le obligo a ponérsela, Ethan hace sonidos extraños, como si tratara de hacer un berrinche, pero lo levanto de nuevo y lo saco de la habitación, bueno ahora necesitas desayunar algo...- pierdo el equilibrio antes de poder llegar a las escaleras, Ethan es pesado y yo todavía no me siento del todo bien, así que caímos los dos, uno a un lado del otro, Ethan mantiene su mano en mi cintura y yo me trato de levantar del suelo, pero me he lastimado un poco el tobillo y espero a que este se recupere un poco.
-Lo siento, ya sabes...-se señala a sí mismo.- Resaca.
-Sí, como sea.- sonrío y me siento en el suelo, luego me levanto y lo miro pensativa, no podré levantarlo fácilmente, y de cierto modo creo que si lo sigo ayudando y acercándome más terminaré besando a ese guapo chico...
¡Por dios Jessica, concéntrate!
Me cruzo de brazos y suspiro. Luego me acerco a la puerta frente a nosotros y la toco tres veces.
-Adam, necesito tu ayuda.- le pido irritada.
Adam abre la puerta y al fondo de la habitación logro ver a John tirado en el suelo.
-¿No crees que tengo suficiente West?-pregunta señalando a John.
-Estamos iguales.- señalo detrás de mí, en donde Ethan yace en el suelo y comienza a roncar.
-Bueno.- suspira Adam.- ayúdame a vestir a John, y luego los bajamos a los dos a la sala ¿De acuerdo?-pregunta secándose las manos llenas de agua.
-Bien.- acepto y Adam me deja pasar a la habitación.
-Hola, hermosa.- me guiña un ojo John.- ¿Me das tu número?-pregunta entre risas.
-Claro, solo si me ayudas a cambiarte guapo.- le guiño un ojo y John asiente satisfecho. Se quita la playera torpemente y le ayudo con los pantalones, Adam me da una cambia de ropa nueva y se la pongo a John, fue más fácil que con Ethan, supongo.
Me levanto de la cama y antes de que le ordene a John que se levante este me mira sonriente.
-Oye merezco una recompensa.- dice cerrando los ojos y estirando sus labios para que lo bese. Adam hace una mueca de asco y yo me rio.
Me acerco a John y le beso la mejilla.- te daré otro si me acompañas abajo.-le digo sonriente.
-Quisiera estar ebrio también.- dice Adam cruzándose de brazos y sonriendo sarcástico.
-Los ebrios amigables como John o como Ethan merecen un trato especial, no como tú.- le guiño un ojo.- a ti te metería a la bañera y te dejaría ahí hasta que terminaras, te obligaría a cambiarte y te tiraría por las escaleras si no te aguanto.
-Ya la oíste Adam, Jess me prefiere a mí.- comenta John sonriente.- ¿Verdad que sí?
-Claro John.- le doy por su lado.- ahora ayúdame a llevarte abajo.-John asiente y me toma de la cintura para ayudarse a caminar, Adam nos abre la puerta y nos encontramos con Ethan en mejores condiciones.
-¿Puedes llevártelo?-le pregunto a Adam, él asiente y le dice algo a Ethan que hace que se ría muy tonto y luego se deje ayudar.
Bajamos las escaleras y Adam y yo ponemos a los resacados en el sofá, me dirijo a la cocina para preparar lo que anteriormente Adam me había preparado, pero soy interrumpida por una voz femenina.
-Ugh.- Deborah sale de quien sabe dónde para ponerse a un lado de mí, tiene una bolsa de hielo en la cabeza y parece tener nauseas.
-Hola Deb, ¿Dónde estabas?- pregunto sonriente.
-No lo sé, creo que me desmayé en un baño, pero desperté y ahora creo que tengo resaca...-habla susurrando.
-¿Sabes dónde están los demás?-pregunto en voz baja, pues ya sé lo que se siente escuchar todo al triple volumen.
-Sí, todos están en el sótano dormidos, creo que Ana está mejor que todos pero no puede subirlos.- se ríe estúpidamente.- ¿puedes ayudarla?
-Claro, ¿quieres desayunar?-pregunto.
-Sí.- acepta con una sonrisa y se va a la sala con los demás.
-Adam.- lo llamo, éste me mira curioso y luego se acerca.- Ayúdame a subir aquí a los demás, Deborah dice que están en el sótano.
-Bien.- acepta y me acompaña escaleras abajo.
Después de unos eternos minutos logramos con ayuda de Ana subir a todos y sentarlos en el sofá, les hicimos comer el desayuno y más tarde todos recobraron al menos un poco de moralidad. No lo suficiente, pero servirán para comenzar a trabajar.


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