Capítulo 21

5 2 0
                                    

Adam

No puedo decir la típica frase que todos dicen cuando esto pasa: "Todo pasó tan rápido"
No pasa rápido en realidad, lo que pasa es que las personas entran en un estado de shock en el que no saben qué hacer y no reaccionan, y cuando lo hacen ya es demasiado tarde.
La forma en la que nos "Secuestraron" fue básicamente lo que yo nunca hare porque es demasiado... Mal planeado.
Hubo momentos en los que nos pudimos escapar con solo un movimiento, no nos revisaron y tampoco nos ataron las manos y pies, a comparación de lo que yo soy capaz de hacer eso fue como un paseo por la playa con tu pequeño perrito chihuahua.
Justo ahora tengo una navaja, un cuchillo y un arma sobre mi ropa. Un novato nos vigila mientras el jefe hace llamadas para llevarnos a otro lugar con otras personas, y juro por dios que si no son mejores que estos tipos los mataré a todos y después me cortaré las venas con un pretzel.

Deborah y Eleonor fingieron estar llorando, pero Jess las callo diciendo que era inútil llorar por algo tan estúpido aunque fuera solo actuación.
Jess pregunta.- ¿Qué van a hacer con nosotros?
-Una camioneta los recogerá.- le contesta el novato metiendo armas en una maleta.
¿Nos piensan dejar solos hasta que la camioneta llegue?
Mi pregunta es respondida cuando veo que el novato pone una especie de mecanismos apuntándonos a cada uno de nosotros, es electrónico así que supongo que detecta el movimiento y cuando alguien se mueva el mecanismo dispara a la persona una flecha.
-No se les ocurra moverse o morirán.- dice el novato señalando el mecanismo.
Minutos después nos dejan solos, mientras esperamos a que vega la afamada camioneta Ethan nos hace la plática.
-Puedo deshacer el mecanismo muy fácilmente.
-Lo sabemos, Ethan.- decimos todos al unísono cansados de oírlo hablar.
-Tengo que orinar.- se queja de nuevo.
-Lo haces después, quédate quieto.- le dice Jess.
-No puedo... no tienes el mismo mecanismo de desecho que yo así que no puedes entender lo difícil que es aguantarse las ganas.- continúa.
-¿Enserio quieres que cambiemos?- pregunta Jess alzando las cejas, de inmediato todos nosotros nos damos cuenta de lo que se refiere y hacemos una mueca de asco.
-Lo siento pero tarde o temprano alguien tenía que abrirles los ojos.- le apoya Deborah.
-No es fácil aguantarse las ganas y cuando nosotras decimos que tenemos que ir al baño es porque enserio tenemos que ir, no nos andamos con lloriqueos como ustedes.- dice Eleonor.
-Bueno ya basta... esto es asqueroso, cambiemos de tema.- dice John asqueado.
-Levante la mano quien piense que nos secuestraron unos idiotas.- dice Jess sonriente, pero nadie levanta la mano pues no queremos una flecha en el pecho.- Tomaré eso como un sí.
-¿Conseguiste mi fusil?-pregunta Jess después de unos minutos de silencio, parpadea constantemente y sonríe de oreja a oreja.
-Sí.-contesto extrañado ante la pregunta.
-Más te vale.-me fulmina con la mirada.- ¿Tenemos granadas?
-Eso creo, ¿Por?-pregunta John.
-Sería genial volar todo el lugar.- dice Jess alzando las cejas constantemente.

La he notado muy alegre, supongo que esto le emociona... Esperen ¿Por qué le emociona más que a mí?
-Dudo que tengamos tiempo para eso.-contesto.
-Lo sé.-dice suspirando.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Una hora después la dichosa camioneta llego, unos tipos nos subieron a ella y ahora estamos amarrados a unas sillas esperando a que todos vengan para "torturarnos" y podamos matarlos fácilmente.

Cuando la puerta se abre y deja ver a todo el grupito de Padrotes suspiro cansado. Me he hartado de esperarlos y me he hartado de aparentar que soy muy estúpido como para no poder desatarme de esta maldita silla.
-Vaya, vaya.- dice el jefe de todos.- Pensé que no las volvería a ver, linduras.- Dice dirigiéndose a Eleonor y a Deborah.
-Eres un bastardo Nathan.- escupe Eleonor.
-Me encanta cuando te enojas.- le dice antes de acercarse a Deborah.- Veo que trajiste a tus amigos, que agradable de tu parte.-esta vez se acerca a Jess y la mira acechante.- y tú eres...
-Al grano, pequeño bastardo.- le reta Jess lo que me hace reír internamente, pero me tenso al ver que Nathan le acaricia la barbilla.
-Carne fresca... me encanta.- dice dirigiendo una mano a una de las piernas de Jess.
Suelto un bufido y Nathan se vuelve a verme.
-Huele a celos. ¿No les parece amigos?- pregunta a su grupito antes de acercarse a mí.- ¿Crees que nos sirva para un prostíbulo, amigo? Ya sabes, te pregunto porque tú ya tienes experiencia con ella.- Este tonto me está hartando.
Cierro mis puños y antes de que pueda contestarle al desgraciado este, John interrumpe.- Cierra la boca y haz lo que tengas que hacer.
-¿Ni siquiera van a rogar por sus vidas?- pregunta extendiendo los brazos simulando disposición hacia nuestros comentarios.
-Esta vez no.- contesta Deborah.
-¿Por qué es diferente ahora?-pregunta Nathan.
-Porque ahora tienes un amplio grupo, antes solo eras tú y no fue fácil huir.- responde Eleonor cabizbaja.
-Bueno, entonces supongo que será más fácil para mí.- dice encogiéndose de hombros.- Y solo por eso les concederé unos segundos de despedida antes de que los separemos a todos ustedes, pequeñines.-dice guiñando un ojo y haciendo una señal hacia su grupito para que nos desaten las manos y pies.
En cuanto lo hacen todos nos despedimos dramáticamente, me acerco a Jess, la señal de que es hora de matar.
La abrazo, le sonrío y la beso, paso una de mis manos por su cintura y discretamente saco poco a poco un arma, ella hace lo mismo y cuando están al aire aquellas armas nos separamos un poco, ella pasa una mano por debajo de mi brazo y yo a un costado de su cabeza. Les apunto a los hombres que están de espaldas a ella y viceversa. Miro de reojo a los demás, el grupo de Nathan es sometido de inmediato por nosotros.
-De todas las posiciones que hay para matar...-comienzo.
-Esta es la mejor.- me completa Jess, y aún a centímetros de distancia de ella comienzo a disparar.

°°°°°°°°°°°°°°°°°°°

Jessica

Era una masacre, hombres muertos por todas partes, de un momento a otro me hicieron sentir mal. No me gustaba matar pero tampoco me gustaba que mataran. Son... eran malas personas, probablemente peores que nosotros... probablemente peores que los chicos, porque para ser sincera disfruto matar y eso me asusta de cierto modo.
A los chicos les emocionan estas cosas porque les gusta la adrenalina que produce la situación, desgraciadamente no compartimos los mismos sentimientos.
-Hora de irnos, ten esto.- me dice John dándome lo que pedí.
Soy la última en salir, me coloco en el marco de la puerta principal y disparo dos veces con mi fusil hacia un tanque de gas, el primer disparo ocasiona una fuga de gas y el segundo lo hace explotar e incendiar parte del lugar, me alejo de ahí mientras el fuego se extiende por todo el lugar.
-¿Estamos todos?-pregunta Ethan antes de cerrar la puerta detrás de mí.
Asiento y Adam arranca el auto una vez me pongo el cinturón de seguridad del asiento del copiloto.
Todos comentan lo grandioso que fue la situación reciente, el sol se está metiendo y todos estamos cansados, pero como es de esperarse soy la primera que se duerme antes de que lleguemos a casa.
Adam me besa la mejilla y abro los ojos despacio, todos se están bajando de la camioneta y Adam me espera hincado a un lado de mi asiento.
-Son las siete ¿No crees que es muy temprano para dormir?- pregunta sonriente.
-Para dormir no hay hora.- le digo guiñándole un ojo y saliendo de la camioneta, Adam hace lo mismo y me toma de la mano para entrar al departamento.
Al fin en casa.


Bank GlassDonde viven las historias. Descúbrelo ahora