Capitulo 10

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Me despierto de golpe en mi cama, observo con detenimiento mi habitación y me percato de que algo es diferente, aunque no sé lo que es.
Me dirijo al lavabo y me lavo la cara, me miro al espejo y noto que tengo una pequeña cortada en el labio, sonrío levemente y bajo las escaleras, para encontrarme con Adam en la cocina.
-Me has mordido.- le acuso señalando mi labio inferior.
Adam se encoje de hombros y sonríe ampliamente, lleva una camisa negra y unos jeans azules.
-¿Dónde están todos?
-Adivina, cuando desperté encontré esto en mi habitación.- me responde dándome una nota escrita con la letra de John.

Adam
Hemos ido a comprar comida, y otras cosas al supermercado, y por supuesto que las chicas han ido conmigo... ya sabes que no se perderían una salida de compras cada mes. Jessica se quedará contigo.
John.

-Vaya... no pensé que compraran cosas solo cadames.
-bueno, hay que ser precavidos.
-Yo salía a comprar todos los días y un día dejaron una granada debajo de mialmohada.- comento campante
Adam me mira extrañado.- ¿En serio?-pregunta sorprendido.
-Claro, explotó cuando deje caer mi mochila sobre ella, debiste ver la reacciónde mis vecinos, llamaron a la policía y tuve que irme de ahí.- le cuento conuna sonrisa al recordar mi huida.
Adam se da la vuelta y continúa haciéndose su desayuno.- ¿Supiste quien fue?-me dice entre risas.
-Mi hermano tenía muchos enemigos y en esos tiempos se había peleado con uno desus amigos por querer propasarse conmigo, yo solo dije "¡Oye, vamos ahablarlo!" pero Ben no dejaba de gritar y golpear a su ex amigo- le digopensativa.
Adam se da la vuelta para encararme de nuevo, y antes de que digamos algoescucho el motor de un coche.
-¿Escuchaste eso?-le pregunto alerta. Adam me cuestiona con la mirada.
Aun con el pijama que consta de un short corto y una camiseta delgada, me asomosigilosamente por la ventana, y visualizo un automóvil negro y con vidriosblindados, pienso en las posibilidades de que sean los chicos pero John nolleva un auto negro y con vidrios blindados, sino una camioneta negra convidrios blindados.
-¿Esperas a alguien?-le pregunto a Adam a susurros.
-Para nada.- me responde y se acerca a la ventana junto a mí, se queda viendoel auto móvil y entornando los ojos por unos segundos se da cuenta de algo.
-¡Demonios, escóndete!- exclama a susurros.
-¿Qué? ¿Por qué?
-Te lo explico después, ahora escóndete.
Le suelto una mirada asesina y luego me voy al segundo piso sigilosamente, meescondo entre la pared y las escaleras, pues estoy segura de que quien sea queentré a esta casa no subirá las escaleras por más curioso que sea.
Comienzo a reflexionar todo lo que ha pasado mientras espero a que Adam terminecon la situación y pueda dejar de esconderme, pero por más que intento noentrometerme, me acerco a la sala, en donde Adam ha recibido a una joven mujer,de cabello castaño claro y tez clara. La cual ahora está sentada en el sillónde dos, lleva un vestido primaveral, y con la mirada invita a Adam a sentarse,pero este intenta ignorar el gesto cruzándose de brazos.
-A qué se debe la visita.- dice Adam con un tono de pregunta casi perceptible,como incómodo debido a la situación.
-Bueno, jamás me llamaste.- la voz de la chica es dulce, pero la hace sonarseria.
-Jamás dije que lo haría.- contesta Adamindiferente.
-¿Entonces no lo has considerado?- lo cuestiona la chica.
-Creí haberte dicho desde el primer día que no me interesaba, ni a mí ni a miequipo.
-¿por qué siento que ni siquiera se los has contado?- pregunta altanera, casiprovocativa. Adam se sienta en el brazo de uno de los sillones a una distanciaconsiderable de la chica.- No sé tú, pero para mí eso es falta de confianza.Ellos merecen saber lo que tú sabes... de todas maneras son tus amigos.- selevanta del sillón y alza una ceja.
-Se los diga o no opinarían lo mismo que yo, ¿Acaso no tienes cosas másimportantes que hacer? ¿Cómo, buscar a tu futuro marido y encontrar la manerade estafarlo?-pregunta Adam tenso.
-La verdad es que no.- se vuelve a sentar con confianza en el sillón.- ya tengolas riquezas que una chica de diecisiete años quiera tener.- la chica hace unapausa para recostarse en el sillón y subir los pies en la mesa.- vamos Adam, nome digas que prefieres trabajar por el lado difícil cuando yo misma te estoyofreciendo las respuestas.
-sí... pero a costa de que. ¿Acaso piensas que voy a volver a hacer negocioscontigo?-pregunta enojado.
- Así lo quiso el destino.- le responde la chica encogiéndose de hombros.
-Me apena tu falta de cultura. Y antes de que te vayas déjame decirte que nocreo en el destino, lo cual deja muy clara mi desacuerdo con tu propuesta.-dicecalmado y se levanta de su lugar para abrirle la puerta de salida.
La chica asiente pacíficamente y se pone de pie para salir de ahí. Al pasar aun lado de Adam la chica se acerca a él y le da un beso en la mejilla.- que nocreas en él no quiere decir que no exista, y tampoco quiere decir que tusamigos tampoco crean en el.- cuando finaliza, sale por la puerta y la cierralevemente.
Me pongo de pie rápidamente y por primera vez me dejo llevar por el impulso.
-1. ¿Quién era ella? 2. ¿qué negocio hiciste con ella anteriormente? 3. ¿A quése refería con "lo que tus amigos deben saber"? y 4. Y no menos importante ¿Porqué tiene diecisiete y estafa a los hombres?- cuando finalizo tomo aire, y notouna especie de ironía en la cara de Adam al escuchar la última pregunta.
-Ella se llama Samanta. Anteriormente hicimos una especie de trato, queconsistía en que yo la sacaría de la cárcel y ella me daría un contrato el cualme haría socio de la compañía de bancos Glass, así estaría cerca de Jeff. Perome traicionó y jamás volví a hablarle hasta hace unos meses. Y cuando dijo "loque tus amigos deben saber" se refería al trato que me propuso. Que trata deseleccionar a uno de nosotros y tomarlo como carnada, de algún modo Jeff seráatraído a la carnada y cuando la muerda, en este caso la mate, nosotrosaprovecharemos eso para matarlo a él.
Y por último, me ha besado porque es una de las muchas cosas que hace paraprovocar a sus víctimas, y después estafarlas... es lo único en lo que es unaexperta.
-Me queda una última pregunta.- le digo observándolo de pies a cabeza con losojos entrecerrados.- ¿Por qué no se lo has contado a los demás?, es decir... yoacabo de llegar a esta casa y tal vez no se mucho, pero aun no entiendo por quénunca les dijiste nada a ellos.
-Verás... hablar de Samanta está prohibido en esta casa, puesto que fue... ya sabesalgo frustrante su presencia aquí la última vez.
-¿Vivió aquí?-pregunto muy curiosa.
-Sí, de hecho estaba de nuestro lado, hasta que conoció a un chico que se llamaba...-haceuna pausa para recordar su nombre.- Matt Steinfield.
Me quedo callada, estoy consciente de que no me metía mucho en los asuntospersonales de los demás en mi pasada cooperación con el equipo de mi hermano.Pero Matt siempre siguió el protocolo fielmente, Matt era el más fiel de todos,ahora que está muerto no puedo echarle en cara las decisiones que tomo paraavanzar con el plan aún más. Su palabra favorita era la Constancia, supongo queestaba un poco harto del protocolo. Y no lo culpo, yo me fui por lo másinteligente y el por lo más convincente.
Me aclaro la garganta y guardo silencio.- Supongo que mi equipo no me locontaba todo.-me cruzo de brazos incomoda y doy un paso atrás.
-¿Era tu...? No lo sabía Jess, solo estaba...-comienza Adam en tono serio.
Niego con la cabeza antes de que diga algo más.-está bien, yo pregunté.- digotratando de sonreír.- así que Matt la manipulo para hacerla como quiso ¿no?
-te sorprendería saber lo que es capaz de hacer alguien enamorado.
-bueno, supongo que se los dirás a los demás... probablemente pueda servirnos dealgo esa chica.
-no lo sé, John no reaccionaría muy bien a eso.
-¿prefieres que lo haga yo?-le pregunto alzando una ceja.
-No... solo no digas nada provocador... el tema es muy delicado.
-Yo nunca lo haría.-le digo y poniéndome una mano en la frente dramáticamente ysonrío.
-Déjame decirte que tú siempre provocas a la gente inconscientemente.
-¿para mal o para bien?
-Ambas... ¿Por qué crees que me gustas?- dice sonriendo, se acerca y me da unbeso en la mejilla, después se da media vuelta para seguir cocinando y cuandodirige la vista hacía su tortita de harina suelta un bufido.
-Será mejor que nadie me vuelva a distraer mientras cocino, podría quemar lacasa.-comenta negando con la cabeza.
Me acerco hacia un plato en donde hay más tortitas y tomo un trozo, me doymedia vuelta para llamar la atención de Adam.
-Están buenas.-digo aún con la boca llena de masita.
-Soy buen cocinero.- comenta encogiendo de hombros.
-¿Y por qué en vez de trabajar en una cafetería no te dedicaste a poner tupropio restaurant?- respondo tomando un trozo más de pan.
-¿Ves a lo que me refiero? Siempre tratando de provocar a las personas.
Me subo en la barra para servir alimentos, pero antes de que pueda seguirbromeando con Adam, mis costillas me pican y siento de nuevo ese dolorincontrolable que va en aumento. Gimo en voz baja, pero sin embargo Adam se dacuenta.
Un día antes me había quitado la venda de las costillas para que no se notarala herida en el vestido. La herida ya estaba sanando... o aparentaba estarlo.
-¿Estas bien?-me cuestiona Adam.
Me alzo la blusa más arriba del ombligo y noto un líquido espeso... y negro.
-Vaya, el negro no es bueno.-Adam se acerca y analiza la herida, para despuésalejarse e ir por el botiquín.
Mientras tanto me bajo de la barra, y me acuesto en el sillón de dos. El doloraumenta cada que respiro, hasta el punto de que se me hace eterna la espera.
Cuando Adam llega me pone un poco de alcohol, y grito al instante.
-No puedo.-sentencia Adam, puedo sentir su ansiedad.
-Qué dices, puedes hacerlo.- le digo gimiendo.-solo hazlo.
-No Jess, esto es grave.
-Maldita sea, Adam solo hazlo.- digo gritando. El ardor viene desde dentro, y siento algo rompiéndose en miinterior. Grito, y me retuerzo. Efectivamente... mis costillas están rotas, y lopeor es que eso no tiene sentido.
Adam inserta unas pinzas en mi herida y saca una especie de tubito negro, hechode vidrio y con un circuito en el interior. Por un momento ambos nos quedamosviendo al tubito negro y Adam es el primero en reaccionar.
Me toma en brazos y me saca de la casa, para subirme a un auto, no prestoatención y a pesar de que lo escucho darórdenes, cierro los ojos, solo para descansarlos... solo un momento.


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