En toda familia existen reglas, cada padre educa a su manera a sus hijos aunque aveces no sea la mejor.
¿Seria capaz Selena de ir contra su creencia sólo por el amor?
¿Como poder enfrentar a tu familia religiosa cuando descubres que eres homosexual...
—¿Dónde esta mi blusa?— preguntó despacio — mamá ¡¿dónde mierda esta mi blusa?! —gritó Anna desde arriba.
—¡No me hables así niña del demonio! —gritó Rose —está en el cajón, en el segundo.
Anna abrió el cajón y en efecto ahí se encontraba, siempre que Anna le preguntaba por alguna blusa, era su favorita, una blusa negra gastada de una banda ochentera, una que su padre le había comprado, aun lo recordaba.
"Anna, mira, la vi en una tienda y pensé en ti, me encanta que nos guste una misma banda mi niña".
Aquel hecho, aquellas palabras, se habían convertido todo para ella, Anna amaba a su padre y lo extrañaba cada día un poco más.
Se puso unos jeans rasgados negros, sus Adidas negros y su blusa gastada de guns n' roses, sonrió. Hoy se sentía de buen humor, siempre que usaba esa blusa que ya le quedaba ajustada, le cambiaba el día.
— Saldré, nos vemos después, iré a buscar un lugar que pueda, ya sabes — Anna anunció y se llevó su mochila, una pequeña mochila que se puso cruzada, adentro llevaba unos lápices 9B y 2B, y algunos colores.
Después de una caminata, llegó a un parque, que tenía un bello arroyo, habían patos, tortugas y ardillas, se sentó en el césped y sacó una libreta llena de hojas amarillentas para dibujar, su lápiz y empezó a trazar, línea tras línea, Anna sonrió y empezó a plasmar la belleza de la naturaleza. Se puso sus auriculares dejando sonar una canción acústica y relajándose, realmente hoy era un buen día.
Nada ni nadie podía arruinar su día.
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—Espero, hoy estés de buenas —Selena le dijo a su hermana.
—Selena, ¿dónde esta Demi? —preguntó ignorando el comentario de su hermana.
—Estudiando supongo, hoy nos veremos, ya sabes siempre nos vemos los jueves en la casa —ella sonrió, porque era lo único que le daba un poco de felicidad, aunque su mejor amiga aveces era un fastidio.
—Bien, creo que si yo fuera ella no te soportaría de hecho creí que ya no te hablaba —Gracie rió burlona.
—¡Eres una tonta!, ella me quiere y mucho, y yo a ella, tu eres la que no le hablas — Selena se paró en frente de su salón.
—No me cae mal, es más me cae tan bien —Gracie siguió caminando hacia su salón
Selena solo la vio alejarse y sonrió.
Selena se metió al salón de clases, todo marchó como siempre, ella alejada de sus compañeros en los recesos sentada en una esquina donde nadie quiere estar, con un libro leyendo, ella es así, cree que los libros son mejor que las personas, cualquier cosa es mejor que las personas que podría conocer.
