Capítulo 36

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Estados Unidos - Miami, Florida.

La cabeza de Selena reposaba en el pecho de Anna, mientras la mayor jugaba con el cabello café ondulado de la menor.

-Te amo - susurro, los ojos de Anna brillaban cuando miraba a la chica de ojos café.

-y yo te amo Anna - respondió la menor pegando más su cuerpo a la de su amante.

-¿Has hablado con tu amiga y Gracie? - preguntó curiosa.

Deja salir un suspiro - Si, con Gracie, ¿Porque?.

-Es tu amiga, y mira que ama a tu hermana, deberías hacer las paces - recomienda.

-Lo pensaré, mientras dame un beso - Anna sonrió y la beso.

No había nadie más bella para ella que Selena.

No había mujer más delicada que ella.

No había nadie, sólo ella.

El celular de Selena empezó a sonar entre la ropa que estaba en el suelo.

Ambas fruncieron el ceño.

Se puso de pie.

-Hola - contestó la llamada.

-¡Selena! - era Gracie - Mamá.... Mamá está muerta - el corazón de Selena dejó de latir por un momento, y lágrimas silenciosas cayeron por sus rosadas mejillas.

Anna se puso de pie dispuesta abrazar a su amada.

-¿Que pasa? - preguntó preocupada.

- Mi mamá..... Mi mamá murió - escondió el rostro en la mayor.

No siempre se es feliz completamente y no siempre se es triste completamente. Porque la vida es así.

El cuerpo de Mandy estaba completamente destruido por eso mismo lo habían incinerado. Un funeral pequeño nada más se había hecho, Selena miraba de reojo a su mejor amiga Demi.

-De veras que lo siento Selena - dijo Demi, sin acercarse mucho puesto que no sabía como reaccionaria su amiga de la infancia.

Selena no contestó y la abrazó, extrañaba a su mejor amiga, una parte de ella extrañaba su vieja vida, pero otra parte amaba la nueva vida.

Una vida tranquila, siendo ella misma, sólo una chica que adora pero que no sabe cocinar, una chica que quiere ser doctora y que lo cumplirá junto una novia que ama dibujar y se ha convertido en pintora profesional.

Una vida tranquila sin fingir ni ataduras.

Había perdido ahora a sus ambos padres, solo tenía a su hermana y amiga, que no las iba a perder por nada del mundo.

-Perdoname Demi - susurro, Demi sonrió, ella no tenía nada que perdonar.

-¿Todo como antes? - pregunta.

Niega - No, todo mejor que antes Demi, todo - se abrazaron por un largo tiempo.

A pesar que se trataba de un funeral, ellas cuatro estaban teniendo una conversación amena y tranquila. Llena de preguntas y respuestas.

En el entierro de Mandy se despidieron cada una de sus hijas, jurándole recordar solo las cosas buenas que vivieron, porque cuando alguien se va, eso es lo que se debe recordar, todo lo bueno y desechar lo malo. Quedarse con lo positivo.

Anna ya no había podido declararse pero lo entendía.

**

Dos semanas habían pasado, tres semanas dentro de la cárcel, y Ricardo se estaba volviendo completamente loco, quería morir, quería matar, tenía sed de venganza.

Cuando Sea Libre |Selena Gomez| •Editando•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora