New York, Estados Unidos.
Nochebuena, 1,990
—Todos están afuera, ¿por qué me has llamado aquí? —estudió aquella habitación de hotel barato, olía a humedad y suciedad—me habías estado ignorando y de repente me llamas, ¿porqué me evitas? —preguntó tenía el corazón en un hilo, no quería terminar, y ya presentía que su relación acabaría, y ese era el motivo por el cuál se le había hecho imposible comunicarse.
—Me voy a casar, no me busques, esta relación de contrabando se acabó —se puso de pie de aquella silla sucia, rústica y acabada.
—¿Por....qué? –sus ojos se aguaron y un nudo en la garganta se dio lugar, su corazón no estaba listo para el final, no quería terminar, no quería dejar todo.
—Simple, me voy a casar, y no eres parte de eso, jamás podría salir contigo a ningún lado,lo sabes y lo sé, sabes lo que significaba una relación cómo está, lo siento —bajó la cabeza, puso su mano en el hombro de su acompañante, de su amante.
—¡No puedes!, ¡tu me amas a mí! ¡vámonos juntos! —entró en shock pero a su acompañante no le dio importancia, usualmente siempre recorría a esos ataques para retenerlo y esta vez no iba a acceder, se había acabado, era el fin.
—Lo siento — alargó cada palabra, empezó a caminar hacia la salida.
Se fue sin importar que había roto un corazón.
Se fue sin importarle su amante.
En cambio su amante simplemente observo como se marchaba la persona que amaba, ahogó su llanto, tapándose el rostro, deseando retenerlo pero él sólo se fue, cuando cerró la puerta no pudo más y se dejó caer al suelo, se abrazó a su propio cuerpo y se mecía como un bebé, mientras lloraba y entre sollozos decía no, tú no puedes hacerme eso, tú no mi amor.
La madrugada llegó había llorado tanto que se sorprendió al darse cuenta que ya era navidad, se sentó en aquella silla donde se sentó él, el hombre que le rompió el corazón. Acarició la silla, como si fuera lo más hermoso, sonrió y cerró los ojos, mientras un pensamiento cubría su cabeza, y quería cumplirlo, debía hacerlo.
Buscó entre los cajones y lo encontró, claro que sí,encontró una soga, se paró en aquella silla, la amarró en aquel gancho que sobresalía de aquel techo de madera en mal estado, ¡oh sí! lo sabía no podía vivir sin él, la vida no iba a ser la misma. Y lo hizo, un nudo fuerte sujeto el gancho con la soga, lo restante de la soga se lo amarró al cuello como si fuese un collar, un bello collar mientras sonreía, luego saltó de la silla, y se escuchó como su cuello se quebró y unas pataletas se dieron lugar, el aire empezaba a faltarle, en un momento las pataletas cesaron y estaba feliz.
Y ya era libre, ya no le dolía el corazón y había empezado un sueño sin final.
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Cuando Sea Libre |Selena Gomez| •Editando•
FanficEn toda familia existen reglas, cada padre educa a su manera a sus hijos aunque aveces no sea la mejor. ¿Seria capaz Selena de ir contra su creencia sólo por el amor? ¿Como poder enfrentar a tu familia religiosa cuando descubres que eres homosexual...