Capítulo 37

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-Quieres que este feliz viendo como te besas con ese doctor?

Lo lamento, yo no quería, el simplemente me beso y no supe que hacer-

-No importa Evolet, no importa!-

-Ok-

-Tengo que hablar contigo-

-Dime...-

-Hace un mes estoy saliendo con alguien, tu ausencia me estaba matando y la soledad me consumía, entonces conocí a una chica muy linda, ella me a ayudado mientras tu no has estado, no era mi amiga, era mi pareja, pero renuncie a ella porque yo te amo a ti, quiero pedirte perdón porque se que te traicione, te necesitó a mi lado.

-Harry, vete de aquí- Dije al borde del llanto.

-Evolet por favor perdoname- Dijo tratando de abrazarme, lo trate de alejar con mis brazos.

-Que te vayas de aquí, no quiero verte jamás!- Grite con todo el dolor del mundo.

-Evolet que sucede?- Llegó Cris preocupado.

-Saquenlo de aquí, no quiero verlo- Me levante de mi cama y golpee a Harry en el rostro- Jamás vuelvas, eres un maldito!

Cris me sujeto de los brazos y me llevó hacia la camilla, me trató de tranquilizar pero yo no podía controlar lo que sentía, todo iba peor.

-Dime que sucedió- Preguntó Cris. No pude articular palabra alguna, sólo lo abrace y llore hasta que me quede dormida, con una daga clavada en mi pecho.

Odiaba la idea de ver a Harry con alguien más, imaginarlo me mataba, pero no podía cambiar el pasado, el me engaño, hubo alguien más en su vida y yo ya no le importe. Aunque se disculpara ya era demasiado para soportar, lo mejor es apartarme de el, hasta que mente se aclare y pueda decidir que hacer.

Los días avanzaban, Harry no se volvió a aparecer en la clínica, su familia si, ellos me cuidan y apoyan en todo además de que cubren todos mis gastos. Yo no soy la misma ya no se que es ser feliz. Mi madre esta en recuperación, pero no recuerda quien soy yo, los doctores dicen que ella es un milagro, catorce años recibiendo dosis diarias de droga no es algo que cualquiera pueda aguantar, aunque dicen que al parecer sólo lleva cinco años en esa condición. Anne abrió la investigación para llegar a un veredicto.

En cuanto a mi, es mi quinta semana de quimioterapia, mi cabello se cae a montones y mi piel es pálida, odio mucho mi apariencia. Cada vez que me miró al espejo, me dan náuseas, me odio, odio mi vida. Es increíble que después de que tenía una vida perfecta esto me este pasando, no me merezco esto. Los que se hacían llamar mis amigos sólo se apartaron de mi, el único que sigue viniendo cada vez que puede es Brad, lo amo demasiado, se declaró bisexual y admitió que estuvo enamorado de mi pero luego conoció a un chico, su nombre es Connor y son pareja, el chico es agradable, me cae bien. Brad dice que ha hablado con los chicos y que dijeron que no pensaban visitarme, por dejar a Harry, la verdad no me importa es cuando me doy cuenta de quienes eran mis verdaderos amigos.

Estoy en el jardín de la clínica, al menos me he hecho amiga de algunas enfermeras y me dejan salir a respirar aire puro.

-Evolet...- Escuche a mis espaldas- Te busca alguien

Me gire a ver a quien había sido quien me habló, Maria, una enfermera muy dulce, es como mi ángel.

-Claro...- dije acomodando el pañuelo en mi cabeza, no me gusta que la gente vea mi cabeza sin cabello en ella

-Evolet, hola- Al escuchar esas dos palabras me tense, mi corazón comenzó a latir más fuerte, había vuelto y no se porque razón.

-Harry....- Logre decir en medio de ese trance.

The Love Can All [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora