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Capítulo 25

Hodei:

Cuando los báculos de Haruki y Layla chocaron, los dos ejércitos estallaron en guerra. El Príncipe Haruki peleaba con ferocidad y agilidad. Sin embargo, su contrincante no cedía con facilidad. Nostradamus y el oráculo del cielo, fueron los siguientes en empezar a pelear. En cierto modo, la piel se me erizaba al ver su incalculable poder.

Los caballeros Aten y Celestes, nos ubicamos en línea. Los tres caballeros celestes lucían imponentes, los tres lucían sus alas de ángel con orgullo. Me pareció arrogante, pues ninguno de los tres caballeros Aten era demonio. Me llamó la curiosidad un caballero de ojos azulados y cabello oscuro, pues su mirada me inquietaba.

— ¿Qué es lo que te inquieta?—Me preguntó directamente— ¿Tienes miedo?—El caballero Lunar de azulados ojos arremetió con un arma de peligroso filo. Se trataba de una Naginata (arma con una hoja curva al final de una vara larga) —.

Contrarresté su Naginata con mi espada de oro plata. El caballero giró su Naginata e su vara hizo que tropezara. Me levanté con prontitud e hice un cuadrado mágico. El cuadrado incrementó el calor a nuestro alrededor e hizo que mi espada se rodeará de fuego.

El caballero Lunar sonrió e hizo tronar su báculo contra el suelo. Una oscura nube se posicionó sobre nosotros y la lluvia se desató rudamente.

—Necesitarás más que una simple nube para apagar mis llamas— Advertí sarcástico—.

El caballero lunar ignoró mis palabras y continuó apretando su Naginata. Tenía baja la guardia, así que arremetí con mi ardiente espada a su cuello. Fue un claro error, pues el caballero lunar aumentó su velocidad, contrarrestó mi golpe y me alejó con un tipo de magia ruda. El golpe fue brusco y por unos instantes perdí el aire.

—Apagar tus llamas no es mi intención—Contestó finalmente— ¿Cómo te llamas?—.

Aquella pregunta era extraña en un combate.

— ¿Acaso eso es importante?—Inquirí contrariado a la vez que creaba un círculo de llamas a mi alrededor—.

—Mi nombre es Anthony Schwarz—Continuó el caballero creando un remolino de agua con su mano derecha—.

—Hodei—Respondí atrayendo la oscura nube—.

Anthony convirtió el remolino en una ola, que apagó mis llamas por completo. No se trataba de cualquier agua, pues tuvo que ser muy poderosa para haber apagado mi fuego. Refunfuñé impaciente e inconscientemente la oscura nube comenzó a crecer. Levanté mi espada hacia la nube y esta tronó, dejando la espada cargada de electricidad. Mi cuerpo no sufrió ningún daño, pues las constantes prácticas con Ost estaban surgiendo efecto.

Por un momento, la cara de Anthony palideció. Acabaría con aquel ángel en cuestión de segundos.

Lysander:

Una joven señorita se acercó a mí con intenciones hostiles. Su cabello luminoso cabello resaltaba a distancia, y más que eso, su aura poderosa me llamó la atención. En sus manos llevaba dos afiladas dagas doradas. Noté un poco de nerviosismo al acercarse. Sin embargo, la detuve antes de que intentara cualquier movimiento.

— ¿Cuál es tu nombre?—Pregunté tranquilamente-.

— ¿Por qué tendría que decirlo?—Respondió agresivamente-.

—No quiero tener que cargar con un cadáver anónimo—Declaré sacando una flecha del carcaj y tensioné la cuerda del arco— Tu nombre—Ordené firme—.

La joven sonrió tercamente y desapareció gracias a un hechizo. Agudicé el oído para poder escuchar sus movimientos, y finalmente, la encontré dentro de la claridad. Estaba detrás mío, lista para efectuar un corte en mi cuello. Inmovilicé sus muñecas y la impulsé hacia el suelo. Al caer, la joven volvió a su anatomía habitual. Su expresión revelaba lo atónita que estaba.

— ¿Cómo logró verme...?—Preguntó susurrando. Hizo un ademán de disgusto y se levantó del suelo—.

Disparé la flecha preparada y ella la detuvo antes de que llegase. Tal y como lo esperaba. Cuando sus manos hicieron contacto con la flecha, esta explotó y se convirtió en helada escarcha. Su cuerpo quedó suspendido, y a su alrededor se creó un campo azul. Disponía de pocos segundos, era una pena que no me hubiese dicho su nombre.

Me alejé a la distancia correspondiente y apunté a su frente. La flecha dio en el blanco, seguidamente la piel de la joven señorita comenzó a tornarse azul y nívea. Su ejecución había sido rápida y sencilla, más de lo que esperaba.

Sin embargo, no debí apresurarme. La joven comenzó a resplandecer con una luz cegadora. El hielo que crecía en su cuerpo, se derritió por completo. Sus ojos azules destellaron intensamente, al igual que su caballera.

—No debiste haberlo hecho— Amenazó vigorosa. Formó una X con sus dagas, y estas crearon abrasadoras llamas—.

A continuación creó un hexágono luminoso y murmuró un hechizo. Sin esperarlo, un reluciente espíritu me tomó del cuello con una fuerza sobrenatural. Traté de frenar su continúo apretujo, pero fue mis intentos parecían ser en vano. El espíritu no cedía y yo comenzaba a perder el conocimiento.

—Déjalo—Ordenó la joven hacia el espíritu—Yo lo asesinaré—.

El espíritu desapareció por completo, tal y como se lo había ordenado su dueña. Caí de rodillas en el suelo, e inspiré todo el aire posible. Luego, masajeé mi lastimado cuello. La joven me observaba con curiosidad y tan pronto intenté levantarme, ella me devolvió con una patada.

Un hilo de sangre corrió por mis labios. Desde el suelo, la figura de la señorita destellaba, entonces me percaté de algo que no había visto antes. Sonreí satisfecho mientras que extendía mis alas.

—Levántate—Ordenó de nuevo—.

Pero en vez de eso, alcé vuelo. La señorita quedó aturdida, pues había generado una fuerte oleada de aire al elevarme. Ella no podía sostenerse en el aire, era una simple mundana; y utilizaría eso como ventaja.

    ♦ N/A ♣  

Hola a todos, ¿cómo están?, ¿disfrutando de sus vacaciones?, ¿estudiando?, ¿o siendo el elfo domestico de su familia?. Esta nota la escribo especialmente para hacerles una importante pregunta:

¿Cuál es tu personaje favorito de esta historia? 

¿Shipean alguna pareja en especial?

Su opinión es muy importante para mi, y para el futuro de esta historia, gracias. Sé que  Espero que este capítulo les haya gustado (sé que me tardé un poco en actualizar, y les pido disculpas de nuevo).