Capítulo 29

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Hodei:

No podía creer la imagen ante mis ojos: Menhit desplomándose en el suelo con una flecha plateada que sobresalía de su pecho. Una extraña furia recorrió mi cuerpo y comenzó a tomar control de mis acciones. Empuñé la filosa espada y arremetí contra el ángel Anthony. Él intentó esquivar el golpe, pero era muy tarde, pues había memorizado sus movimientos. Mi espada se hundió en el costado derecho de su cuerpo. Anthony se arrodilló sobre sí e intentó detener la hemorragia.

Sin embargo, mi objetivo fue cambiado por otro ángel: El asesino de Menhit. Miré a Ost, sin poder creer aun la derrota de Menhit. Ost lucía tan sorprendida como yo. Ella asintió con la cabeza y señaló al ángel de blanquecino cabello. Resultaba obvio cual sería nuestro siguiente objetivo.

Ost se acercó a mí y entrelazó mis dedos con los suyos.

— Φονικό υγρό—(Fonikó ygró) Susurró apretando mis dedos—.

Clostridium botulinum —Completé—.

Bajó nuestros pies apareció un eneágono de luz. El eneágono creó un gran agujero bajo nosotros, y Ost y yo nos apartamos del "Linfa de las almas". Era un hechizo prohibido, pero poderoso. No obstante, Ost y yo debíamos deshacernos de aquellos despreciables ángeles lo más lo pronto posible.

Nos acercamos al ángel de cabello blanquecino con cautela. Él ángel estaba conmocionado y confundido, de pronto, el ángel se acercó a Ost e intentó tomar sus manos.

—Ni se te ocurra tocarla—Amenazó Ost fríamente, a la vez que posicionaba su espada en el cuello del ángel—.

El ángel tartamudeó algo inaudible y luego nos miró con desconcierto.

—Levántate—Ordenó Ost sin retirar la espada. El ángel siguió sus órdenes, sin embargo, al estar de pie echó a correr en dirección a Layla y el príncipe Haruki—.

Ost reapareció frente a él y atestó un gancho en su mandíbula.

— ¿Pensaste que ibas a escapar?—Gritó Ost a su oído. La furia de Ost era evidente, pues Menhit había sido su mejor amiga y haberla perdido había desatado su ira máxima—.

—Ustedes no lo entienden...—Susurró débilmente el ángel antes de perder la consciencia—.

Ost tomó el pie izquierdo del ángel y comenzó a arrastrar su cuerpo hasta llegar a la "Linfa de la Almas". Por desgracia, el niño se interpuso en su camino ye inmovilizó a Ost con tan solo un movimiento.

— ¡Hodei!—Clamó Ost bajo la presión del niño— ¡Lleva al ángel a la Linfa! ¡Ahora!

Ost estaba siendo abatida por aquel niño, así que pensé en ayudarla. No me arriesgaría a volver a perder alguien importante.

— ¡No seas idiota!—Me reprendió Ost al ver que iba en su ayuda—Yo puedo arreglármelas sola, ahora lleva ese maldito ángel a la linfa—Ordenó iracunda—.

No tuve otra opción que acatar sus órdenes y continuar el trabajo que habíamos empezado. El ángel seguía inconsciente, al igual que el otro ángel, Anthony. Aun así, sabía que despertaría dentro de poco y trataría de resistirse. Pero la linfa, acabaría con su existencia de una vez por todas y esta estúpida guerra estaría finalmente, en manos del príncipe Haruki.

El ángel era liviano, así que no tardé en amordazarlo y arrojarlo dentro La Linfa de las Almas. El cuerpo del ángel comenzó a descender dentro el agua turquesa. Un escalofrío recorrió mi cuerpo, la linfa de las almas era realmente estremecedora.

De repente, perdí el equilibrio y caí en el suelo. Alguien se había enganchado en mi espalda y apretaba mi cuello con ferocidad. Se trataba del niño. ¿Cómo demonios había despistado a Ost?

—Saca a Lysander de ahí, ahora mismo—Ordenó pacientemente el niño a mi oído—.

No podía respirar. La obstrucción era fuerte, y el miedo creció en mí. ¿Cómo podía tener tanta fuerza aquel niño? Me pregunté.

—Te soltaré, pero si intentas escapar, tu amiga acabará como la otra. No quieres eso, ¿verdad?—Luego de haber dicho eso, el niño comenzó a aflojas sus manos poco a poco. Finalmente podía respirar—.

Inhalé con fuerza, aspirando todo el oxígeno posible. Miré al niño con temor, pues apuntaba en mi entrecejo con su Katana.

—Hazlo—Exigió, sin ningún rastro de compasión en su voz—-.

—No puedo...—Mi cuerpo temblaba, al igual que mi voz— Es imposible salir de La Linfa de las Almas. Una vez que has entrado allí, nunca más puedes salir...—Aclaré temeroso—.

El niño gruñó y levantó su espada. No obstante, se detuvo un momento antes y bajó su katana benévolo. El niño había decidido posponer mi muerte.

— ¿Es verdad lo que dices?—Preguntó el niño, melancólico—.

Asentí débilmente, con la esperanza de desmayarme y poder descansar por un corto tiempo. Mi cuerpo cedió finalmente y caí en la oscuridad infinita.


Cero18:

Saludos a todos mis apreciados lectores  (≧◡≦) ♥ . Espero que hayan disfrutado leer este capítulo, tanto como yo lo he hecho escribiéndolo. Lamento mucho la demora ( ຈ ﹏ ຈ ). Como se habrán dado cuenta, los últimos capítulos están siendo más cortos que los anteriores y mas lentos en subirse; ya que estos capítulos han sido más complejos. Les doy las gracias de nuevo por continuar leyéndome. Gracias. Espero que entiendan mi demora y que por favor, no me abandonen. Los quiero mucho, y no saben lo contenta que soy cuando votan y comentan en mis capítulos (suelo stalkear sus perfiles (͡° ͜ʖ ͡°) ). Tengo muchas cosas en mente y tengo miedo de defraudarlos. Sin embargo, daré todo de mí para continuar esta historia y no decepcionarlos. Gracias por su apoyo, los quiero mucho  ♥ 

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