Capítulo 30

458 47 7
                                    

Celine:

Miré el extraña agua que habían creado esos estúpidos caballeros Aten. El cuerpo de Lysander se alejaba cada vez más, y yo no sabía qué hacer. Me sentí un inútil por no poder ayudar. Entonces decidí buscar apoyo de Anthony.

— ¿Anthony?—Pregunté al no verlo cerca— ¿Anthony?—Volví a preguntar. Miré al inconsciente caballero Aten que había arrastrado a Lysander al pozo. Seguramente, él era el contrincante de Anthony; entonces Anthony había...

Bloqueé mis pensamientos para evitar pensar en destinos que obviamente eran inciertos. Continué buscando a Anthony hasta que al fin lo encontré a 50 metros de distancia. Como temía, Anthony yacía en el suelo con su sangre alrededor. Primero Lysander y ahora Anthony. ¿Qué habíamos hecho mal? Nosotros solo tratábamos de seguir el orden del Eclipsim y aquel orden se llevó sus vidas. No era justo ¿por qué?. Recosté mi cabeza en el pecho de Anthony y algunas lágrimas surcaron mi rostro y su pecho, mientras seguía preguntándome: ‹‹ ¿Por qué el destino era tan cruel?››.

—Vamos, no llores—Me consoló, a la vez que acariciaba mi nuca—Me harás llorar también.

— ¿Anthony?—Pregunté conmocionado, mientras levantaba mi vista para observar el preocupado rostro de Anthony—.


Anthony:

Celine se abalanzó sobre mí con un sobrecogedor abrazo. Después de todo, seguía siendo un niño. Me sentí aliviado de ver a Celine, pero de repente recordé la herida que me había hecho el caballero Aten. Aún sangraba y el dolor no había desaparecido.

—Anthony, necesito que me ayudes—Pidió Celine con ansiedad—.

— ¿Qué necesitas?

—Lysander...—Comenzó Celine. Luego, relató en cómo había sido arrastrado hacia las llamadas "Linfa de las Almas" y las mínimas posibilidades de salir con vida ante aquellas tranquilas aguas—.

Al terminar, me levanté sobresaltado. Debía sacar a Lysander de allí, a como diera lugar. Pero al levantarme, la herida se hizo más profunda y sentí el mareo de haber perdido mi sangre.

—Quédate quieto—Me ordenó Celine alarmado— Haz perdido mucha sangre...

—Estaré bien, te lo aseguro—Le tranquilice—.

— ¿Dónde estará ese inútil Oficus?—Se preguntó enfadado— Cuando lo necesitamos, desaparece.

—No lo he visto desde que comenzó el Eclipsim—Agregué pensativo, mientras buscaba la forma de sanar aquella herida y rescatar a Lysander— ¿Y los caballeros Aten?—Pregunté curioso, al ver que nadie interrumpía nuestra charla—.

—Me encargué de ellos—Respondió con frialdad— Están inconscientes por el momento.

—Gracias—Sonreí a Celine. De no haber sido por él, probablemente seguiría inconsciente y quizás muerto—.

—Recuerdo algunos encantamientos de curación—Manifestó Celine, mirando mi herida— Pero no son tan efectivos.

—De acuerdo—Acepté esperanzado—Experimenta conmigo.

Celine me miró melancólico.

—El resultado no es seguro—Celine suspiró y continuó—: El encantamiento reducirá el dolor, la inflamación y el desangrado. Pero cuando el efecto del encantamiento haya terminado, tu cuerpo se debilitará el doble.

Era una opción peligrosa, de eso no había duda. Sin embargo, convencí a Celine que la efectuara.

Celine cedió y levantó sus manos en dirección al cielo. Susurró algo que no entendí, pues sus palabras estaban en griego antiguo. A continuación, apareció un gran resplandor que descendió del cielo. Celine se veía sublime desde aquella vista, y entonces pensé que tenía cierto parecido con Lysander. Lysander. Debía rescatarlo. No podía permitirme perderlo, pues nunca me lo perdonaría.

Bajo de mí, apareció un triángulo de luz con dos espirales alrededor. De repente, mi cuerpo empezó a sentirse mejor y el dolor se desapareció por completo. Por otro lado, Celine sacó un tubo transparente con agujas en sus entradas. Celine enterró una de las agujas en la arteria de su brazo izquierdo, luego introdujo la otra aguja en mi vena del brazo derecho. Su sangre comenzó afluir en dirección a mi brazo. Estaba haciendo una transfusión de sangre, algo curiosa.

—Haz perdido mucha sangre—Explicó Celine—Por suerte, somos compatibles.

Mi cuerpo recuperó la energía y la figura de luz desapareció.

—Gracias—Dije cuando Celine termino de hacer la transfusión sanguínea. Celine aún me miraba culpable— No tienes de preocuparte. Ahora debemos ir por Lysander y...

—Es imposible—Interrumpió Celine— Una vez que entras en la linfa, nunca más vuelves a salir.

— ¿Es eso cierto?—.

—Existe una forma—Alentó una voz agitada. Era Oraculum—.

— ¿Y tú hermano...?—Curioseó Celine al ver Oraculum libre—.

—No durará mucho tiempo dentro la burbuja del tiempo—Confirmó Oraculum exhausto—No tenemos tiempo que perder. Existe una manera de sacar a Lysander la "Linfa de las Almas". Anthony, ¿traes puesto tu regalo de navidad?

— ¿Hablas de la cadena con el líquido morado?—Pregunté, extrayendo la cadena que pendía de mi cuello—.

—Si. El líquido de la cadena te permite estar dentro de la Linfa de las Almas si n que te afecte—Aclaró Oraculum—.

— ¿Cómo así?—Preguntó Celine confundido—.

—La Linfa de las Almas adormece tus sentidos y por eso mismo no puedes volver a salir. Tus músculos se vuelven inservibles y tu alma entra al limbo—Explicó Oraculum con tacto—.

—Iré yo—Decidí, apretando el collar dentro de mis manos—.

—Sabes lo que significa, ¿verdad, Anthony?—Cuestionó Oraculum apesadumbrado—.

Asentí con seguridad. Debía hacerlo por Lysander. Salí corriendo en dirección a La Linfa de las Almas. Aferré el pendiente con fuerza, mientras recordaba los buenos momentos junto a Lysander. Encontré valentía en mis recuerdos y volví a repetirme que si era por Lysander, valía la pena.


Celine:

Oraculum se desplomó en el suelo con la mirada baja.

— ¿Señor Oraculum?—Me acerqué para ayudarlo, pero él me detuvo— ¿Se encuentra bien?

—No lo entiendes, ¿verdad?—Preguntó afligido—.

—Es cierto, no entiendo nada—Respondí confundido por las acciones repentinas de Anthony y el señor Oraculum—.

—Una vez que Anthony entre a la Linfa de las Almas, pondrá su collar en el cuello de Lysander, y así pueda salir a la superficie. Solo hay un collar, así que uno tendrá que quedarse dentro de la Linfa.

—No, no, no...—Negué con la cabeza sin poder creer las palabras de Oraculum—.

—Si. Anthony dará su vida a cambio de la de Lysander—Terminó Oraculum—.

Sus palabras me abatieron. No podía ser cierto. Corrí en dirección a Anthony e intenté detenerlo, pidiéndole que recapacitará y proponiéndole buscar otra solución. Pero Anthony se rehusó:

—Lysander es mi mejor amigo—Anthony miró dentro la linfa—.

—Anthony, por favor—Insistí temeroso. Anthony y Lysander se habían convertido en los hermanos mayores que nunca había tenido. Los estimaba muchísimo, y por eso no soportaba la idea de perder a uno de los dos—Dame el collar, yo iré por Lysander.

—Eres un caballero fantástico—Me tranquilizó Anthony a la vez que desordenaba mi cabello— Y fuerte, por eso necesito que estés aquí. Layla te necesita—Anthony señaló el cielo que la luna y el sol compartían. La luna se tornó roja y por último, Anthony se despidió —: Lo siento.

En aquel momento, Anthony entró dentro de la linfa.

Eclipsim ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora