Capítulo 7

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Lucifer:

-Como lo ordenaste-Informé satisfecho ante el Rey Demonio- Conseguí que Lilith volviera a nuestro bando- El Rey Demonio se quitó la máscara que usualmente llevaba. Se parecía mucho a su padre, y eso era lo que más le avergonzaba-.

-Bien hecho- Dijo como cumplido, mientras sonreía satisfactoriamente-¿Dónde se encuentra actualmente?-.

-Está en su antiguo castillo, junto a los otros vampiros. Están contentos, pues la vuelta de su condesa trajo consigo los poderes que se habían debilitado gracias a ella. Pronto, vendrá a visitarte-Me senté cerca de él y solté un suave ronroneo. Estaba exhausto, pues conseguir sangre humana era complicado-Rey demonio-Una duda surgió ante mí, y pensé que lo mejor era preguntárselo a él- ¿Por qué decidiste darle una segunda oportunidad a Lilith? En los anteriores Eclipsim no lo habías hecho. Pensé que no querías cambiar el curso de la historia...-.

-Analizando los Eclipsim, encontré la razón de su repetición-La expresión del Rey Demonio se volvió dura- O bueno, creo haberla encontrado. La razón involucra directamente a Lilith y al Gran Ángel-.

-Entonces...finalmente...¿El Eclpisim concluirá?-Pregunté esperanzado-.

-Eso creo-Respondió dudoso- Los guardianes del tiempo están supervisando por primera vez el Eclipsim-.

Alguien llamó a la puerta con pulcritud. Yo abrí la puerta, y allí estaba. Imponente y poderosa.

-Buenos días, padre. Siento mi demora-Dijo Lilith con voz parsimonia. Sus filosos colmillos brillaban como piezas de marfil. Sus eran labios rojos como la sangre y su vestido era oscuro. La condesa vampiresa, había vuelto-.


Oraculum:

-¿A qué te referías cuando dijiste que Feng era mi verdadera hermana?-Solté apenas Layla salió de la biblioteca-.

-Supongo que estás sorprendido-Dijo Brutus al escucharme- Ya sabías que Nostradamus no es tu hermano de sangre. Pero aun así, son familia. Tu verdadera hermana, se llama Feng. Tienes su antiguo diario ya que ella te lo dejó como obsequio. Feng es perteneciente a los Cuatro Oráculos Celestiales, los más poderosos oráculos existentes en todo el universo-.

-Pero si soy su hermano...¿cómo es posible que no tenga ningún recuerdo junto a ella?-Pregunté confundido-.

-Aquellos recuerdos fueron borrados. Tu hermana estuvo fuertemente involucrada en el anterior Eclipsim, pues ella era la oráculo del portador del libro de las lunas de aquel entonces. Hay muchas cosas que aún no entendemos, pero tu hermana dejó pistas. Pistas que solamente tú, puedes resolver-.


Nostradamus:

La carta estaba escrita en el lenguaje de los oráculos, y por desgracia, no pude leerla. Nunca la aprendí, pues Oraculum era el encargado de enseñármela. Él escapó y yo nunca aprendí aquella lengua. Era un oráculo inservible: No podía hablar el lenguaje de los oráculos y ni siquiera había desarrollado mi don especial. Había quedado mudo por una estupidez. Siempre había sido un inútil. 

Los pensamientos negativos abordaron mi mente y me dejé llevar. Cerré los ojos y el tiempo pasó ante mí con rapidez. Una gota de agua cayó sobre mí, y eso hizo que me sobresaltará. Mi mente quedó en blanco, y de un momento a otro, comenzó a llover dentro de la habitación. "¿Qué  demonios está pasando?" Me pregunté confundido. Miré al techo en busca de una explicación coherente. En el averno nunca llovía y menos dentro de una habitación.

-¡Oye tu, idiota!-Llamó una voz femenina detrás de mí. Volteé y observe una chica de baja estatura, qué lucía una túnica amarilla y llevaba un paraguas azul oscuro- ¿Tú eres Nostradamus?-.

"Si, ese es mi nombre, ¿Quién rayos eres tú?"  Comencé a escribir con la estela, pero ella me interrumpió.

-No tienes necesidad de escribirlo, puedo escucharte-Dijo mientras cerraba el paraguas azul. La lluvia iba cesando poco a poco- Mi nombre es Yǔ. Soy miembro de los Cuatro Oráculos Celestiales-.

-¿Qué haces aquí?...-Pregunté desconcertado-Y, ¿cómo es que puedes escucharme?-.

-Porque no puedes leer la carta que te mandé-La lluvia había cesado finalmente, pero aún así la habitación se sentía helada- Es una molestia para mi venir a un lugar como este, pero por tu culpa estoy aquí. ¿Cómo es que no puedes hablar nuestro lenguaje?-.

-Eso ni yo lo sé. Estoy dudando seriamente si soy un oráculo-Respondí frustrado-.

Yǔ se acercó a mí y tomó mi brazo derecho con fuerza. Lo jaló y me miró a los ojos.

-¿Qué diablos estás haciendo?-Pregunté sin oponer resistencia-.

No respondió. Soltó mi brazo y se acercó a mí. Nuestras narices se rozaban ligeramente. Tuve la sensación de que Yǔ estaba inspeccionando el alma.

-Eres un oráculo-Confirmó, mientras se alejaba de mi-.

-¿Estas segura? -.

-Si. Tu alma tiene las características de un oráculo-Yǔ sacudió el paraguas y lo guardo dentro de sus túnicas amarillas- Con respecto a la razón por la cual puedo escucharte, es porque soy el oráculo "Que oye todo"-Explicó con serenidad- De ahora en adelante, estarás a mi cargo-.

-¿Qué quieres decir?-.

-Para concluir con el Eclipsim tienes que aprender a ser un oráculo de verdad. El poder de oráculo que has utilizado por el momento es del 5%. Eres muy débil- Yǔ tenía rasgos tiernos, a pesar de que sus palabras sonaran duras-.


Anthony:

La llegada del oráculo había creado conmoción en todos, y en especial a 178. 178 se había obsesionado con él.

-¿Puede guardar silencio? Sus ruidosas palabras causan contaminación auditiva-Espetó Tío con irritación. 178 había estado formulándole todo tipo de preguntas desde su llegada, y no había momento donde se callara. La verdad es que todos, estábamos igual de molestos que el oráculo-.

Por suerte, en ese instante, llegó Austin y disimuladamente tapó su boca. Pidió disculpas en nombre de ella y la llevo a otro lugar. Por fin, la tranquilidad reinaba.

-Ustedes tres son ángeles, ¿verdad?-Preguntó Tíao mientras exhalaba una gran bocanada de humo-.

-Así es-Respondí en nombre de los tres-.

-¿Por qué no están en el cielo? Aquí son inútiles-Dijo Tíao con escepticismo-.

-¿Lo ven?-Reprochó Afriel- Hasta el oráculo sabe que somos inservibles aquí-Sostuvo con indignación-.

-No tenemos forma de volver-Expliqué apacible-Todas las entradas y salidas fueron selladas-.

-Que mala suerte-Dijo con ironía-Tendrán que ver como el Eclipsim transcurre ante sus ojos. Y ustedes, no podrán hacer nada-.

-¿No puedes llevarnos?-Propuso Afriel esperanzada-Tú eres un oráculo-.

-Podría, pero ¿por qué tendría que hacerlo?-Preguntó indiferente mientras guardaba su pipa dentro de sus túnicas-.

-Llévanos, te lo pedimos-Le suplicó Lysander formalmente-.

Tíao apartó la mirada de nosotros.

-¿Y yo qué tendría a cambio?-Tíao se sentó en la arena y saco dentro de sus túnicas un instrumento parecido a una guitarra, pero mucho más antigua y melodiosa-.

-Esto- No estaba seguro de lo que estaba haciendo, pero aún así lo hice. Me quité el collar que siempre llevaba puesto. Era una fina cadena negra que colgaba un cristal de color morado fluorescente. El oráculo se vio inmediatamente interesado en aquel objeto-.

-¿Dónde conseguiste eso?-Preguntó sin poder creerlo-.

-No me acuerdo-Dije con melancolía- Sé que es poderoso, pero nunca he podido utilizarlo. Es inservible para mí. Te lo doy, si a cambio nos llevas al cielo-.

-Trato hecho-Aceptó Tíao con firmeza-.

Eclipsim ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora