Capítulo 18

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Layla:

Desde el de la partida, cumplíamos ocho días recorriendo el extenso Puente que nos llevaría al culminante Eclipsim Final. Durante aquellos días, nos habíamos encontrado con pequeñas agrupaciones de demonios de bajo rango. Lográbamos deshacernos de ellos con gran facilidad y destreza. En general, me impresionaba la manera en que Celine asesinaba con tanta rapidez y talento. Era impresionante. Oraculum no había querido interferir en las peleas con los demonios débiles, pues al parecer, se estaba entrenando con gran concentración para la pelea con su hermano Nostradamus.

Todos los días a las 8:00pm nos atacaban los grupos débiles de demonios. Era la hora de "diversión" para Celine y para mi era la hora de "ahogar mi estrés". Eran alrededor de las siete de la noche, cuando nos encontrábamos descansando para la previa pelea contra los débiles demonio.

-¿Cuándo pelearemos con un digno oponente?-Refunfuñó Celine afilando su katana-.

-Pronto-Era la primera vez que Oraculum hablaba durante el día-Más pronto de lo que esperas-Oraculum bostezó y volvió a guardar reposo sobre el lomo de su dragón-.

-Oraculum tiene razón. Siento a Orion cerca-Corroboró con voz suave-.

Un ligero olor a sangre llenó el aire que nos rodeaba. Celine fue el primero en darse cuenta, así que apuntó el filo de su katana al oscuro horizonte. Oficus aguardó con su báculo, al igual que yo. Oraculum ni se inmutó. Habían pasado ocho días en que la falta de Lysander y Anthony había sido una gran desventaja.

Un risa provino de la oscuridad y a continuación, apareció un hombre de aspecto juvenil con atuendos oscuros. Llevaba su oscuro pelo hasta la cadera. Era extremadamente pálido. Tenía un aspecto robusto y espeluznante. Sus colmillos brillaban con intensidad gracias al brillo de la luna. Se trataba de un vampiro, eso estaba claro desde el principio.

-¿Conde Drácula?-Preguntó Celine sarcásticamente, mientras se abalanzaba sobre él-.

Veinte vampiros más aparecieron detrás del que había llamado Celine "Conde Drácula".

-Ocúpate de los que se encuentran al norte-Indiqué a Oficus-Yo me encargo de los del sur, y ustedes-Me dirigí hacía la tropa de ángeles que nos habían acompañado desde el principio-Hagan su magia-Señalé sonriente-Durante todas las peleas, ellos se encargaban de tocar diferentes melodías que hacían que nuestras energías aumentaran, y la de nuestros enemigos disminuyeran-.

Celine tenía al Conde Draculo contra el suelo, sin embargo, esté le atestó un golpe en el vientre de gran magnitud. Me preocupe un poco, pero luego recordé que se trataba de Celine. Así que encaminé hacia los diez vampiros que se encontraban en el sur. Eran igual de pálidos y repugnantes, sin embargo, ninguno se comparaba al vigor del Conde Dracula. Los diez a la vez, arremetieron contra mí con sus resplandecientes espadas. Hice tronar mi báculo contra al suelo y los diez vampiros quedaron suspendidos en el aire. Ingenuos.Acabe con ellos, uno a uno, pero, el último vampiro de desinmovilizó en el último momento.

-Excelente truco, princesa-Su lengua era afilada, al igual que su espada. Al parecer era el más joven de los diez-.

Me embistió con su espada con rapidez. Logré detenerlo con mi báculo, que se había convertido ahora en una espada Claymore. La hoja de mi Claymore estaba hecha de plata, así que el vampiro gruño al darse cuenta. Intentó diferentes ataques, pero ninguno lograba atestar en mí. Gozaba de una estable defensa, sin embargo, lo derrumbé con habilidad y hundí la filosa punta de mi Claymore en su garganta. El vampiro tosió una cantidad considerable de sangre oscura y espesa. 

-Increíble manejo de la Claymore-Opinó una voz detrás de mí-.

"Otro vampiro" pensé. Tenía voz aguda, así que pude deducir que se trataba de una mujer. Con grandes reflejos, solté la espalda y tomé a mi nueva enemiga del brazo para realizar una llave. 

-No tan rápido...-Indicó, pero ya era muy tarde, pues su brazo roto ya estaba-.

La miré detenidamente. Parecía ser de alto rango, incluso superior al Conde Dracula. Tenía una figura esbelta y marcada. Su cabello rubio caía en forma de cascada sobre sus desnudos hombros. A diferencia de los otros, lucía una capa roja oscura y llevaba un hacha sujetada a una correa que rodeaba su cintura. 

-Te dije que no fueras tan rápido-Sonrió sin demostrar dolor y luego, con una velocidad impresionante, acercó sus finos labios a mi cuello. Sentí su respiración acelerada e impaciente- Que sangre tan curiosa...huele exquisita...-.

En aquel instante, golpeé su torso con fuerza, sin que ella tuviese oportunidad de esquivarlo. Me alejé lo más pronto posible, pues sus afilados colmillos amenazaban con herirme. Sentía algo extraño frente a ella, algo que me impedía asesinarla. Tomé nuevamente mi Claymore y aguarde con posición de defensa.

-¡Aléjate de ella, ahora mismo!-Vociferó Oraculum a mis espaldas-.

La vampiro rió con fuerza al escucharlo. Una niebla nubló mis ojos cuando intentaba alejarme de ella. 

-¿Qué sucede, Oraculum?-Pregunté intentando buscar su silueta-.

La neblina desapareció de un instante a otro. Había sido gracias al báculo de Oraculum. 

-Se trata de Lilith, la condensa vampiresa-Respondió Oraculum tomándome de los hombros-.

-Entonces...ella es...-Dije con un grito ahogado-.

-La amante de Lauviah-Completó Oraculum con expresión seria-.

Lilith descolgó su hacha de la correa y la posó en sus hombros. 

-Siento decirte esto, Layla, pero el único que puede combatirla es el mismísimo Lauviah. Nosotros no podemos intervenir-Oraculum se acercó a ella con precaución-Pero si podemos evadirla-Oraculum levantó su báculo con la mano derecha y bajó su brazo izquierdo al suelo-.

Posteriormente, una capsula de energía azul rodeó a Lilith. 

-Espero que la detenga lo necesario-Dijo Oraculum entrecortadamente-¿Logró morderte?-Preguntó inspeccionando mi cuello-.

-No-Respondí recordando la situación-Cuando tuvo la oportunidad, se contuvo-.

-¿Se contuvo?-Cuestionó Oraculum incrédulo-.

-Si-Reafirmé-.

-Eso es extraño en ella-Dijo Oraculum pensativo-.

Celine se acercó a nosotros, utilizando su Katana como único apoyo. Oficus apareció junto a él, y comenzó a curarle  las heridas dejadas por el Conde Dracula. Oraculum y yo, nos acercamos igualmente para ayudarle. Lucía exhausto, pero contento. 

-Ha sido una batalla dura, ¿eh?-Le preguntó Oraculum risueño-Te estuve vigilando, y déjame decirte, que estuviste excepcional-. 

-Gracias-Dijo Celine jadeando-¿Puedes inspeccionar si no tengo ninguna mordida?-Le pidió a Oficus-Por un instante creí sentir sus colmillos-.

Oficus revisó cuidadosamente el cuello de Celine y finalmente, comprobó que no había ningún rastro de mordida. Celine suspiró aliviado, pero al ver la cápsula de energía enmudeció.

- ¿Qué es eso?-Preguntó señalando la cápsula-.

La energía que al principio había sido azul, ahora era de color rojo intenso.

-Tenemos que irnos de aquí lo más pronto posible-Argumentó Oraculum-.

Ninguno puso contras a su palabra y partimos lo más rápido posible, junto a los ángeles de la música que nos acompañaban. En mitad de camino sentí una presencia que me produjo alegría y emoción. Se trataba del aura ardiente de Haruki.    


Eclipsim ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora