Capítulo 2: Te conozco, gatita

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No es que me apetezca ir al médico ahora pero... Es por la salud del bebé y no puedo jugar con eso.

Entramos en la consulta y el médico del otro día me sonríe, supongo que es ginecólogo.

-Buenas tardes. Voy a hacerte una ecografia para ver como va todo, ¿vale?-Asiento

Me tumbo y me pone un gel extraño que me da escalofríos en el vientre y usa un aparato raro que me hace cosquillas.

-Mira la pantalla, esa cosa pequeñita es el bebé.-Lo señala y miro la pantalla sin parpadear.-Y ahí puedes ver el latido del corazón.

Una lágrima se escapa por mi mejilla y me la quito rápidamente.

Dios... Yo he creado esa cosita pequeñita, y su pequeño corazón late dentro de mí...

Miro a Jorge, quien también llora. Me mira y se limpia las lágrimas, algo avergonzado.

-¡No me mires así! Es muy mono... Y además es lo único bonito relacionado contigo.-El médico ríe y le doy una colleja a Jorge.-Vale... Perdona. Menudo humor de embarazada...

-Te la estás jugando...

-No voy a poder aguantarte estos meses...

-Lo mismo digo, idiota.

El doctor carraspea y enrojezco por la vergüenza de montar el espectáculo allá donde voy.

-Bueno, esto ya está. Toma, aquí tienes la foto.-Me limpio el asqueroso gel y cojo la foto.

-Gracias.

-Te veo pronto, ¿vale? Por cierto, dale recuerdos a tu padre, que desde que se ha cambiado de planta ya no le veo nunca.

-Claro, adiós.

Ya recuerdo a este médico... Es amigo de mi padre, es bastante más joven, pero le enseñó un poco el hospital cuando empezó a trabajar.

Me molaba bastante cuando llegó, tenía dieciséis, él 28... Y era tan mono...

Ahora ya tengo mi corazón ocupado y parece que tardará en repararse.

Recuerdo que yo venía al hospital con mi padre y jugaba con los aparatos, era genial.

Y ahora recuerdo que mis padres no tienen ni idea de que voy a ser mamá, y mi hermano tampoco.

-Jorge, llévame a casa de mis padres.

-¿Segura?

-Se lo tengo que decir. No voy a cambiar de opinión respecto al bebé... Pero quiero contárselo.

-Está bien, vamos.

Salimos del hospital y vamos a mi antiguo hogar.

-¿Me quedo contigo?-Me pregunta cuando llegamos a la puerta.

-No, ve con Alba, habíais quedado hace quince minutos y si tardas más te matará.

-Cualquier cosa me llamas, ¿ok?

Ecos #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora